El ex presidente Uribe asume un nuevo reto, llegar al Senado por el Centro Democrático, a hacer oposición, demostrando que es un batallador de sus convicciones políticas y que no se resigna a perder poder.
Por: JACOBO SOLANO CERCHIARO
El ex presidente Uribe asume un nuevo reto, llegar al Senado por el Centro Democrático, a hacer oposición, demostrando que es un batallador de sus convicciones políticas y que no se resigna a perder poder. Sus enemigos más acérrimos afirman que todo es una estrategia para controlar el Congreso y hacer las reformas necesarias para reelegirse por tercera vez e incidir en la elección de Procurador, Fiscal y las altas Cortes. Aunque sigue siendo un líder carismático con un alto índice de popularidad que la gente recuerda porque le devolvió en parte la seguridad al país, ya no es ese Uribe con poder, capaz de convocar en torno a un discurso a las grandes multitudes de antes,ya no goza del mismo ímpetu del 2002, cuando recibió un estado casi fallido de manos de Andrés Pastrana; ni con las credenciales del 2006, cuando sacó una alta votación para legitimar su segundo mandato, ahora aparece un poco disminuido por todo el desgaste de su último gobierno, salpicado por escándalos de corrupción y el enfrentamiento con Juan Manuel Santos.
Sin embargo, a Uribe no se le puede subestimar y menos en Colombia, donde la políticase caracteriza por cambiar, muy rápidamente, de acuerdo a las circunstancias.En su lista cuenta con una serie de acompañantes que no representan un gran caudal electoral y aspiran bajo la sombra del ex presidente elegirse Senadores, aprovechando la lista cerrada yostentandoun exceso de confianza que en política, se paga. También hay algunos elementos resistidos por la opinión, como José Obdulio Gaviria, que va a endurecer posturas y centralizará el debate, más en ataques que en propuestas. Otro factor a tener en cuenta, es que no es lo mismo una elección presidencial que a corporaciones legislativas, en lasque los votos son manejados por cacicazgospolíticosy direccionados por los senadores en sus regiones, donde el Centro Democrático no tiene cuotas.Además, se está enfrentando al poder de Santos, representado por la fracturada Unidad Nacional, pero con listas fuertes como la del partido liberal en cabeza de Horacio Serpa; Cambio Radical, que tiene a Carlos F.Galán y Alex Char y los sectores de izquierda, que están marcando muy bien en las encuestas, encabezados por el senador Robledo. Sus posibilidades dependen de los votos de opinión que logre capturar y los que consiga arrebatarle a La U y a los conservadores, que serían los mayores afectados. Y por último,está sujeto a lo que suceda en La Habana, las negociaciones cada día avanzan a un ritmo más lento y pueden brindarle un nuevo oxigeno a su lista.Los optimistas hablan de 30 escaños, yo soy un poco más moderado y creo que, como mucho, alcanzarán 15 curules. Lo significativo es que la política colombiana muestra una nueva faceta, con un ex presidente en el Congreso que no llega a ser un convidado de piedra yva a crear un esquema de oposición que,en cierta forma, beneficia el debate de la cosa pública.
Twitter: @JACOBOSOLANOC
El ex presidente Uribe asume un nuevo reto, llegar al Senado por el Centro Democrático, a hacer oposición, demostrando que es un batallador de sus convicciones políticas y que no se resigna a perder poder.
Por: JACOBO SOLANO CERCHIARO
El ex presidente Uribe asume un nuevo reto, llegar al Senado por el Centro Democrático, a hacer oposición, demostrando que es un batallador de sus convicciones políticas y que no se resigna a perder poder. Sus enemigos más acérrimos afirman que todo es una estrategia para controlar el Congreso y hacer las reformas necesarias para reelegirse por tercera vez e incidir en la elección de Procurador, Fiscal y las altas Cortes. Aunque sigue siendo un líder carismático con un alto índice de popularidad que la gente recuerda porque le devolvió en parte la seguridad al país, ya no es ese Uribe con poder, capaz de convocar en torno a un discurso a las grandes multitudes de antes,ya no goza del mismo ímpetu del 2002, cuando recibió un estado casi fallido de manos de Andrés Pastrana; ni con las credenciales del 2006, cuando sacó una alta votación para legitimar su segundo mandato, ahora aparece un poco disminuido por todo el desgaste de su último gobierno, salpicado por escándalos de corrupción y el enfrentamiento con Juan Manuel Santos.
Sin embargo, a Uribe no se le puede subestimar y menos en Colombia, donde la políticase caracteriza por cambiar, muy rápidamente, de acuerdo a las circunstancias.En su lista cuenta con una serie de acompañantes que no representan un gran caudal electoral y aspiran bajo la sombra del ex presidente elegirse Senadores, aprovechando la lista cerrada yostentandoun exceso de confianza que en política, se paga. También hay algunos elementos resistidos por la opinión, como José Obdulio Gaviria, que va a endurecer posturas y centralizará el debate, más en ataques que en propuestas. Otro factor a tener en cuenta, es que no es lo mismo una elección presidencial que a corporaciones legislativas, en lasque los votos son manejados por cacicazgospolíticosy direccionados por los senadores en sus regiones, donde el Centro Democrático no tiene cuotas.Además, se está enfrentando al poder de Santos, representado por la fracturada Unidad Nacional, pero con listas fuertes como la del partido liberal en cabeza de Horacio Serpa; Cambio Radical, que tiene a Carlos F.Galán y Alex Char y los sectores de izquierda, que están marcando muy bien en las encuestas, encabezados por el senador Robledo. Sus posibilidades dependen de los votos de opinión que logre capturar y los que consiga arrebatarle a La U y a los conservadores, que serían los mayores afectados. Y por último,está sujeto a lo que suceda en La Habana, las negociaciones cada día avanzan a un ritmo más lento y pueden brindarle un nuevo oxigeno a su lista.Los optimistas hablan de 30 escaños, yo soy un poco más moderado y creo que, como mucho, alcanzarán 15 curules. Lo significativo es que la política colombiana muestra una nueva faceta, con un ex presidente en el Congreso que no llega a ser un convidado de piedra yva a crear un esquema de oposición que,en cierta forma, beneficia el debate de la cosa pública.
Twitter: @JACOBOSOLANOC