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Columnista - 6 agosto, 2013

La Región Caribe… ¿un sueño, una realidad? (Parte II).

Muchos entendieron entonces que la regionalización requiere en primera instancia definir los puntos de afinidad en el aspecto económico, social, cultural que permitan conocer nuestras debilidades y fortalezas y a qué tipo de acompañamiento podemos llegar mediante convenios.

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Por Giomar Lucía Guerra Bonilla 

Muchos entendieron entonces que la regionalización requiere en primera instancia definir los puntos de afinidad en el aspecto económico, social, cultural que permitan conocer nuestras debilidades y fortalezas y a qué tipo de acompañamiento podemos llegar mediante convenios, acuerdos, antes que los preceptos legales que bien justificados son un proceso integral complejo y menos prolongado que demandará esfuerzos, creatividad fundamentada en los diagnósticos que ya existen de las  distintas esferas, que conlleven con bases bien fundamentadas a las negociaciones, con la participación consciente y decidida de la sociedad civil costeña. 

Algunos pensaban que tantos impedimentos se debía a que el país todavía no estaba preparado para avanzar en un proceso de ordenamiento territorial de esta clase; los otros Corpes activos que operaban no marchaban al mismo ritmo ni coordinaban sus acciones y la Ley sobre Ordenamiento Territorial estaba en hibernación.

Por el lado de la Costa, el proceso quedó en manos de pequeños grupos de parlamentarios, académicos y funcionarios, lo que explica el desconocimiento de la mayoría de los costeños medianamente informados; el Corpes no montó un programa permanente de información y capacitación a las comunidades y organizaciones sobre el particular, en cambio dedicó mucho tiempo a interesar a las cúpulas del Ejecutivo y el Congreso sin resultados importantes; los foros terminaron convirtiéndose en exposiciones interminables de necesidades y aspiraciones; los logros conseguidos, representados en recursos y obras, por el Corpes y el Sistema de Planeación Urbano Regional SIPUR  fueron mínimos; los promotores del proceso y los mandatarios seccionales (alcaldes y gobernadores) impulsadores de la regionalización en ningún momento creyeron necesario adelantar proyectos pilotos en áreas contiguas de dos o más departamentos que convencieran y familiarizaran con los principios y objetivos de la RAP en aspectos viables. 

Con la desaparición del Corpes, el letargo se agudizó. Sólo interrumpido por la Red de mujeres del Caribe, empeñadas en promover y orientar el proceso desde el 2006.

A este esfuerzo se le suma el Compromiso Caribe y la declaración de los gobernadores en San Andrés Islas en el 2008, como manifestación de protesta por la pobreza y el centralismo y un llamado al despertar del pueblo costeño.

Aprovechando las elecciones para el Congreso el día 14 de marzo, al grupo de promotores se le ocurrió la idea de presentar el voto Caribe como manifestación de apoyo a la propuesta de regionalizar el país. 

Lea la primera parte de esta columna en el siguiente link

http://elpilon.com.co/iniciola-region-caribeun-sueno-una-realidad-i-parte-columna-por-giomar-lucia-guerra-bonilla/

 

Columnista
6 agosto, 2013

La Región Caribe… ¿un sueño, una realidad? (Parte II).

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Giomar Lucía Guerra Bonilla

Muchos entendieron entonces que la regionalización requiere en primera instancia definir los puntos de afinidad en el aspecto económico, social, cultural que permitan conocer nuestras debilidades y fortalezas y a qué tipo de acompañamiento podemos llegar mediante convenios.


Por Giomar Lucía Guerra Bonilla 

Muchos entendieron entonces que la regionalización requiere en primera instancia definir los puntos de afinidad en el aspecto económico, social, cultural que permitan conocer nuestras debilidades y fortalezas y a qué tipo de acompañamiento podemos llegar mediante convenios, acuerdos, antes que los preceptos legales que bien justificados son un proceso integral complejo y menos prolongado que demandará esfuerzos, creatividad fundamentada en los diagnósticos que ya existen de las  distintas esferas, que conlleven con bases bien fundamentadas a las negociaciones, con la participación consciente y decidida de la sociedad civil costeña. 

Algunos pensaban que tantos impedimentos se debía a que el país todavía no estaba preparado para avanzar en un proceso de ordenamiento territorial de esta clase; los otros Corpes activos que operaban no marchaban al mismo ritmo ni coordinaban sus acciones y la Ley sobre Ordenamiento Territorial estaba en hibernación.

Por el lado de la Costa, el proceso quedó en manos de pequeños grupos de parlamentarios, académicos y funcionarios, lo que explica el desconocimiento de la mayoría de los costeños medianamente informados; el Corpes no montó un programa permanente de información y capacitación a las comunidades y organizaciones sobre el particular, en cambio dedicó mucho tiempo a interesar a las cúpulas del Ejecutivo y el Congreso sin resultados importantes; los foros terminaron convirtiéndose en exposiciones interminables de necesidades y aspiraciones; los logros conseguidos, representados en recursos y obras, por el Corpes y el Sistema de Planeación Urbano Regional SIPUR  fueron mínimos; los promotores del proceso y los mandatarios seccionales (alcaldes y gobernadores) impulsadores de la regionalización en ningún momento creyeron necesario adelantar proyectos pilotos en áreas contiguas de dos o más departamentos que convencieran y familiarizaran con los principios y objetivos de la RAP en aspectos viables. 

Con la desaparición del Corpes, el letargo se agudizó. Sólo interrumpido por la Red de mujeres del Caribe, empeñadas en promover y orientar el proceso desde el 2006.

A este esfuerzo se le suma el Compromiso Caribe y la declaración de los gobernadores en San Andrés Islas en el 2008, como manifestación de protesta por la pobreza y el centralismo y un llamado al despertar del pueblo costeño.

Aprovechando las elecciones para el Congreso el día 14 de marzo, al grupo de promotores se le ocurrió la idea de presentar el voto Caribe como manifestación de apoyo a la propuesta de regionalizar el país. 

Lea la primera parte de esta columna en el siguiente link

http://elpilon.com.co/iniciola-region-caribeun-sueno-una-realidad-i-parte-columna-por-giomar-lucia-guerra-bonilla/