La sierra montaña está ubicada entre los montes las “Las colonias del pueblos llamados Urumita y Manaure y el cerro Pinta’o”, esta región fue colonizada por los villanueveros a principio de los años 40.
Por Rosendo Romero Ospino
La sierra montaña está ubicada entre los montes las “Las colonias del pueblos llamados Urumita y Manaure y el cerro Pinta’o”, esta región fue colonizada por los villanueveros a principio de los años 40.
Nicolás Dávila fundó la finca llamada La Parra; Julio Alonso escobar fundó La Legua; Chaney Celedón, La Planada; José Daza (papá de Juan Félix Daza) fundó la finca Santa Cruz; existía según versión de mi señora madre, Ana Antonia Ospino una finca del villanuevero Clodomiro Rueda hijo de Agripina Rueda en la parte más alta del cerro que él llamo ‘El Cielo’ la cual se hizo famosa por que Clodomiro tenía dos hijas muy bellas que llamaban: ‘Las cielanas’ también existía una finca de la propiedad de Sara Sánchez llamada: ‘El Filo’.
Este sector se convirtió en el fortín económico de la región por su enormes sembradíos de café, caña y frutales, allá se hacían grandes fiestas que eran animadas por Toño Salas, Emiliano Zuleta Baquero, Juan Manuel Muegues, los hermanos Sarmientos de Villanueva, Chema Ramos el abuelo fallecido algunos músicos de La Jagua del Pilar que no he logrado identificar eran músicos atraído por la bonanza agrícola más los verseadores y compositores como Varón Mieles, ‘El Mono’ Fragoso, Beltrán Orozco (cantor visitante) y Carlos Quintero este último en busca de entradas económicas y de la belleza de una mujer compuso el merengue titulado: ‘La viudita’ cuya primera estrofa dice así:
Yo me voy pa’ la sierra montaña
Para ver si es que cambio de vida
Allá esta una viudita querida
Que la quiero con toda mi alma.
En una gran cosecha de piojo que también se daba el autor de la gota fría el viejo ‘Mile’ compuso un canto y esta es su primera estrofa:
Me voy pa’ la casa del filo
Voy a buscar mi acomodo
A Sara Sánchez con sus hijos
Se la está comiendo el piojo.
Eran los tiempo de la famosa nota picada y se hablaba de la nota serrana que es la misma nota planera la convergencia de estos músicos en la sierra montaña fue de gran importancia ya que así había con qué comprar los acordeones, de la música no se vivía, pues en esa época tenía un valor amistoso y en los peores de los casos al músico le pagaban con trago lo que generó muchos acordeonistas alcohólicos perdidos en el vicio y por consecuencia lógica el rechazo de la sociedad por el arte de tocar acordeón los padres contrario a los de hoy no querían músicos en sus familia, Pero aun así la sierra montaña durante dos décadas fue un punto de salvaguardia para nuestra música.
La sierra montaña está ubicada entre los montes las “Las colonias del pueblos llamados Urumita y Manaure y el cerro Pinta’o”, esta región fue colonizada por los villanueveros a principio de los años 40.
Por Rosendo Romero Ospino
La sierra montaña está ubicada entre los montes las “Las colonias del pueblos llamados Urumita y Manaure y el cerro Pinta’o”, esta región fue colonizada por los villanueveros a principio de los años 40.
Nicolás Dávila fundó la finca llamada La Parra; Julio Alonso escobar fundó La Legua; Chaney Celedón, La Planada; José Daza (papá de Juan Félix Daza) fundó la finca Santa Cruz; existía según versión de mi señora madre, Ana Antonia Ospino una finca del villanuevero Clodomiro Rueda hijo de Agripina Rueda en la parte más alta del cerro que él llamo ‘El Cielo’ la cual se hizo famosa por que Clodomiro tenía dos hijas muy bellas que llamaban: ‘Las cielanas’ también existía una finca de la propiedad de Sara Sánchez llamada: ‘El Filo’.
Este sector se convirtió en el fortín económico de la región por su enormes sembradíos de café, caña y frutales, allá se hacían grandes fiestas que eran animadas por Toño Salas, Emiliano Zuleta Baquero, Juan Manuel Muegues, los hermanos Sarmientos de Villanueva, Chema Ramos el abuelo fallecido algunos músicos de La Jagua del Pilar que no he logrado identificar eran músicos atraído por la bonanza agrícola más los verseadores y compositores como Varón Mieles, ‘El Mono’ Fragoso, Beltrán Orozco (cantor visitante) y Carlos Quintero este último en busca de entradas económicas y de la belleza de una mujer compuso el merengue titulado: ‘La viudita’ cuya primera estrofa dice así:
Yo me voy pa’ la sierra montaña
Para ver si es que cambio de vida
Allá esta una viudita querida
Que la quiero con toda mi alma.
En una gran cosecha de piojo que también se daba el autor de la gota fría el viejo ‘Mile’ compuso un canto y esta es su primera estrofa:
Me voy pa’ la casa del filo
Voy a buscar mi acomodo
A Sara Sánchez con sus hijos
Se la está comiendo el piojo.
Eran los tiempo de la famosa nota picada y se hablaba de la nota serrana que es la misma nota planera la convergencia de estos músicos en la sierra montaña fue de gran importancia ya que así había con qué comprar los acordeones, de la música no se vivía, pues en esa época tenía un valor amistoso y en los peores de los casos al músico le pagaban con trago lo que generó muchos acordeonistas alcohólicos perdidos en el vicio y por consecuencia lógica el rechazo de la sociedad por el arte de tocar acordeón los padres contrario a los de hoy no querían músicos en sus familia, Pero aun así la sierra montaña durante dos décadas fue un punto de salvaguardia para nuestra música.