EL PILÓN publicó recientemente una serie de informes periodísticos que evidenciaron y visibilizaron la crisis de la salud en Valledupar, generada por diferentes aspectos, entre ellos la mala prestación del servicio, la falta de personal médico, los malos procedimientos, y la deshumanización de la salud siendo este último factor muy importante si se tiene en cuenta que el deber ser de los profesionales de la medicina es el trabajo humanístico con los usuarios.

El tema es tan preocupante y afecta a todos los sectores socioeconómicos, que estos informes propiciaron reacciones de los prestadores de los servicios de salud y hoy se resalta que autoridades locales y departamentales muestren mayor interés por la situación de la salud en Valledupar y todo el Cesar.

A las secretarías de Salud del municipio de Valledupar y del Cesar se les ha visto más dinámicas, más proactivas, menos reactivas, y aunque es un problema que no se arreglará de la noche a la mañana, si suma que comiencen a darle prioridad en la agenda institucional. Y suma más, que el Ministerio Público, representado en la Personería Municipal se tome el liderazgo en defensa de la comunidad.

Solo en los últimos cuatro meses, funcionarios de la Personería recibieron cerca de 2.260 quejas de usuarios, y han acompañado jurídicamente a pacientes que interponen tutelas para acceder a mejores servicios, ganado más de 60 tutelas. En un escenario normal, esto no debería suceder, pero en vista de la crisis de la salud, el único recurso de los usuarios es la vía legal.

Por eso, EL PILÓN registra positivamente que se haya convocado a los gerentes de las EPS (Entidades Prestadoras de Salud) e IPS (Instituciones Prestadoras de la Salud), puesto que éstas deben responder por las anomalías y dar respuesta diferentes situaciones anómalas, como el traslado arbitrario de EPS que hacen las ARS (Administradoras del Régimen Subsidiado) a los pacientes, la dilación y suspensión en la entrega de medicamentos de alto costo, la demora en remisiones a través del Centro de Regulación de Urgencias y Emergencias (CRUE) y la negación de as IPS al servicio inicial de urgencias; así como el hacinamiento en clínicas y hospitales, principalmente en las áreas de urgencia; la demora en cirugías, el tratamiento irrespetuoso de médicos hacia los pacientes, entre otros.

También es importante resaltar que se visibiliza más el trabajo de los hospitales, como la anunciada apertura del Plan Territorial en Salud 2013 del municipio de Valledupar, que contempla los programas y actividades que desarrollará el Hospital Eduardo Arredondo Daza a la población más vulnerable de la ciudad. Son pequeños pasos, que deben aumentar cada día, para estabilizar este sector tan deprimido.