Por: Julio Oñate Martínez.

Campo de la cruz es un pueblo ribereño de departamento del Atlántico donde el gran juglar Villanuevero Rafael Enrique Daza sentó reales en el año 1943 después de haber trajinado varios años en la Zona Bananera y otras regiones de la Costa Atlántica.

En esa década de los años cuarenta era frecuente ver en Campo de la Cruz músicos andariegos como Abel Antonio Villa, Luis Enrique Martínez, Alejo Durán y Juancho Polo Valencia, a quienes Daza les arreglaba los acordeones dañados, en el oficio que en su natal Villanueva aprendió con “El Ciego Buenaventura” uno de los primeros técnicos de acordeones que registra la historia del vallenato.

Los moradores de Campo de la Cruz son fervientes devotos de San José, el patrono del pueblo, a quien Rafael Enrique dedico el paseo “La Varita de San José”, recientemente grabada por Silvestre Dangond con la supuesta autoría de Juancho Polo.

La varita que empuña el papá de Jesucristo en su imagen, es símbolo de poder, respeto y prestigio musical, en este caso para el acordeonero según consta en la letra de la canción: El que se meta conmigo / Que vea bien lo que vá hacé / Porque dicen que yo tengo / La varita e’ San José.

En otra estrofa nos dice: El que se meta conmigo / Tiene que sabe tocá / Porque dicen que yo tengo /  El bastón de Santo Tomás.
Como es de todos sabido Santo Tomas es el patrón de los villanueveros y por ende de Rafael Daza.

Juancho Polo nunca vivió, ni tuvo apego por Campo de la Cruz y mucho menos por Villanueva, pero si compartió con Rafael Enrique Daza parrandas y amanecidas en la famosa cantina “La Nave”, que en la Barranquilla de esos años frecuentaban los bebedores que por el rio llegaban del Magdalena grande y del viejo Bolívar. Por otra parte Franco Altamar el biógrafo de Juancho Polo asegura que nunca detecto en él devoción por santo alguno.

Rafael Enrique Daza nació en Villanueva en 1910 y murió en Santamarta en 1963 y Adolfo Daza su único hijo varón desde hace treinta años reside en Nueva York. La gente mayor en Campo de la Cruz recuerda la música del gran juglar Villanuevero y allí, hasta las piedras saben que “La Varita e’ San José” es de el. Esta es otra estrofa de este viejo canto: El que se meta conmigo / Que sepa que estoy previsto / Porque tengo la varita / Del papá de Jesucristo.

Otras obras de Daza: “El Huerfanito”, grabado por Buitrago, “La Mujer es una Nave”, por Abel Antonio, el son “El Avión” dedicado al presidente Eduardo Santos y el paseo “Los Campanales”, convertido en merengue por Alejandro Duran.

Casos como este abundan en las memorias extraviadas del vallenato, pero el hecho que un canto sea registrado por alguien no prueba que este sea su real autor.