En el Concurso de la Canción Inédita, en el Festival 46, el jurado hizo eco del adagio "la voz del pueblo es la voz de Dios", y premió la canción “El cuentico chino” de Álvaro Pérez Vergara. Una puya de unos versos pegajosos, muy cercanos al estilo del compositor Winston Muegues.
Por José Atuesta Mindiola
En el Concurso de la Canción Inédita, en el Festival 46, el jurado hizo eco del adagio "la voz del pueblo es la voz de Dios", y premió la canción “El cuentico chino” de Álvaro Pérez Vergara. Una puya de unos versos pegajosos, muy cercanos al estilo del compositor Winston Muegues.
El veredicto del jurado fue unánime y aplaudido, en virtud de la temática: una protesta en defensa de un símbolo nacional, el sombrero vueltiao. Pero la demanda presentada por Miguel Ángel Márceles pone en tela de juicio la originalidad de “El cuentico chino”, dado que tiene muchas semejanzas con “El propio vueltiao”, canción en ritmo de cumbia de Reinaldo Ordosgoitia Arrieta, y presentada en el XIX Festival Nacional de Acordeones de Santa Cruz de Lorica (Córdoba), el pasado mes de marzo.
Leamos estas estrofas.
El propio vueltiao:
Soy hecho con caña ´e flecha / muy bonito y bien trenzao/ de talla internacional / soy el sombrero vueltiao /Al mundo vengo a contarle / mi historia que es realidad/ ahora la cultura China/ mi imagen quiere dañar.
El cuentico chino:
…Soy el sombrero vueltiao / fabricado con caña ´e flecha / soy una cosa bien hecha / con respeto y con cariño / pa’ que vengan unos chinos / a embolatar mi procedencia.
La temática es la misma, protesta en contra de las falsas imitaciones de los sombreros chinos; hay algunas coincidencias en las letras de las canciones y en la estructura narrativa de los versos: el sombrero es el narrador de la historia.
Frente a tales semejanzas, es razonable la afirmación del demandante, en razón de que la puya “EL cuentico chino” podría tratarse de una adaptación y modificación de la canción “El propio vueltiao”. El compositor Ordosgoitia Arrieta puede reclamar el mérito de autor original, por haberla presentado primero en otro festival. También es cierto que en el “Cuentico chino” los versos están mejor logrados, pero no alcanza a borrar la duda de que su autor haya tomado como referencia la cumbia mencionada.
¿Qué tal que ahora un compositor x, tomando como temática “La casa en el aire” de Rafael Escalona, modifique la canción y haga una adaptación a ritmo cumbia?, ¿o qué alguien en defensa del compositor x, diga que las canciones no se parecen, porque una es un paseo y la otra es una cumbia?
El jurado está exento de toda responsabilidad, porque califica en tarima de acuerdo con el reglamento: letra, música, elementos folclóricos e interpretación. No obstante, este precedente debe servir para tomar algunas precauciones, entre ellas: antes de entregar los premios a la canción inédita, la directiva de la Fundación del Festival, debe constatar la autenticidad de la información que el compositor consigna en la inscripción, como autoría de otras canciones, y esperar las posibles demandas por plagio u otras razones.
Además, hay que buscar la manera de evitar que algunos participen con canciones compradas. El Festival es un patrimonio de todos los vallenatos y debemos defenderlo.
En el Concurso de la Canción Inédita, en el Festival 46, el jurado hizo eco del adagio "la voz del pueblo es la voz de Dios", y premió la canción “El cuentico chino” de Álvaro Pérez Vergara. Una puya de unos versos pegajosos, muy cercanos al estilo del compositor Winston Muegues.
Por José Atuesta Mindiola
En el Concurso de la Canción Inédita, en el Festival 46, el jurado hizo eco del adagio "la voz del pueblo es la voz de Dios", y premió la canción “El cuentico chino” de Álvaro Pérez Vergara. Una puya de unos versos pegajosos, muy cercanos al estilo del compositor Winston Muegues.
El veredicto del jurado fue unánime y aplaudido, en virtud de la temática: una protesta en defensa de un símbolo nacional, el sombrero vueltiao. Pero la demanda presentada por Miguel Ángel Márceles pone en tela de juicio la originalidad de “El cuentico chino”, dado que tiene muchas semejanzas con “El propio vueltiao”, canción en ritmo de cumbia de Reinaldo Ordosgoitia Arrieta, y presentada en el XIX Festival Nacional de Acordeones de Santa Cruz de Lorica (Córdoba), el pasado mes de marzo.
Leamos estas estrofas.
El propio vueltiao:
Soy hecho con caña ´e flecha / muy bonito y bien trenzao/ de talla internacional / soy el sombrero vueltiao /Al mundo vengo a contarle / mi historia que es realidad/ ahora la cultura China/ mi imagen quiere dañar.
El cuentico chino:
…Soy el sombrero vueltiao / fabricado con caña ´e flecha / soy una cosa bien hecha / con respeto y con cariño / pa’ que vengan unos chinos / a embolatar mi procedencia.
La temática es la misma, protesta en contra de las falsas imitaciones de los sombreros chinos; hay algunas coincidencias en las letras de las canciones y en la estructura narrativa de los versos: el sombrero es el narrador de la historia.
Frente a tales semejanzas, es razonable la afirmación del demandante, en razón de que la puya “EL cuentico chino” podría tratarse de una adaptación y modificación de la canción “El propio vueltiao”. El compositor Ordosgoitia Arrieta puede reclamar el mérito de autor original, por haberla presentado primero en otro festival. También es cierto que en el “Cuentico chino” los versos están mejor logrados, pero no alcanza a borrar la duda de que su autor haya tomado como referencia la cumbia mencionada.
¿Qué tal que ahora un compositor x, tomando como temática “La casa en el aire” de Rafael Escalona, modifique la canción y haga una adaptación a ritmo cumbia?, ¿o qué alguien en defensa del compositor x, diga que las canciones no se parecen, porque una es un paseo y la otra es una cumbia?
El jurado está exento de toda responsabilidad, porque califica en tarima de acuerdo con el reglamento: letra, música, elementos folclóricos e interpretación. No obstante, este precedente debe servir para tomar algunas precauciones, entre ellas: antes de entregar los premios a la canción inédita, la directiva de la Fundación del Festival, debe constatar la autenticidad de la información que el compositor consigna en la inscripción, como autoría de otras canciones, y esperar las posibles demandas por plagio u otras razones.
Además, hay que buscar la manera de evitar que algunos participen con canciones compradas. El Festival es un patrimonio de todos los vallenatos y debemos defenderlo.