Publicidad
Categorías
Categorías
Columnista - 15 mayo, 2013

Humanización de la atención médica

Antes de hablar sobre la humanización de la atención médica, es importante tener en cuenta cuatro elementos básicos, como son: la salud, la ética, la política y la economía.

Boton Wpp

Por José Romero Churio

Antes de hablar sobre la humanización de la atención médica, es importante tener en cuenta cuatro elementos básicos, como son: la salud, la ética, la política y la economía.

La salud, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), es el estado de completo bienestar físico, mental y social que debe tener la humanidad, cuya conservación es un derecho esencial y universal.

Si bien es cierto que la ética tiene que ver con los actos que el ser humano realiza de modo consciente y libre, nunca deberíamos ignorar que la ética determinael modo de vivirla humanidad, de cuyo comportamiento depende si es buena o mala.

La política es la actividad pertinente a las decisiones que rigen a las comunidades humanas, que bajo un sistema  democrático deben garantizar el bienestar general. 

La economía es primordial para el bienestar social, ya quees el complemento que suple el quehacer de la humanidad, sin buena economía es difícil prestar servicios de saludadecuados y es insostenible una ética incólume.

Me complace la participación activa de la Diócesis de Valledupar en la organización del Seminario de Humanización de la Salud, realizado el sábado pasado en la Biblioteca Departamental Rafael Carrillo Lúquez, donde disertaron expertos en el tema, contando con la presencia del presidente de la Academia Nacional de Medicina, el doctor Fernando Sánchez Torres.

La deshumanización en la prestación de los servicios de salud ha llegado al extremo tan inadmisible del desprecio total por la vida  humana. Esto lo vemos, escuchamos y leemos a diario en los diferentes medios de comunicación, las quejas pululan por doquier, contra las EPS, IPS, médicos y demás profesionales de la salud; en fin, es un clamor por el cambio del sistema de salud debido a su incompetencia ymal manejo, sobre todo el alto índice de corrupción.

La realidad es que todo mundo ha querido humanizar la prestación de los servicios de salud con la  atención médica y el personal de enfermería, sobre los cuales recae la mayor responsabilidad con un esfuerzo descomunal, demasiado grande comparado con los salarios irrisorios recibidos que reciben la mayoría de ellos, para colmos a destiempo.

Lamentablemente, los más perjudicados son los pacientes pobres que no tienen ningún tipo de influencias que les facilite la atención amable y oportuna, en consecuencia, el sistema de salud requiere un cambio radical que favorezca a la población desvalida sin restricciones de medicamentos y procedimientos para la recuperación de la salud.

PD: mis sentidas condolencias a la periodista Lolita Acosta Maestre y al cantautor Gustavo Gutiérrez Cabello por la tan prematura muerte de su hijo Jaime Daniel de 21 años de edad. Toda muerte produce dolor pero es mucho más grande cuando el difunto es joven.

Columnista
15 mayo, 2013

Humanización de la atención médica

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
José Romero Churio

Antes de hablar sobre la humanización de la atención médica, es importante tener en cuenta cuatro elementos básicos, como son: la salud, la ética, la política y la economía.


Por José Romero Churio

Antes de hablar sobre la humanización de la atención médica, es importante tener en cuenta cuatro elementos básicos, como son: la salud, la ética, la política y la economía.

La salud, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), es el estado de completo bienestar físico, mental y social que debe tener la humanidad, cuya conservación es un derecho esencial y universal.

Si bien es cierto que la ética tiene que ver con los actos que el ser humano realiza de modo consciente y libre, nunca deberíamos ignorar que la ética determinael modo de vivirla humanidad, de cuyo comportamiento depende si es buena o mala.

La política es la actividad pertinente a las decisiones que rigen a las comunidades humanas, que bajo un sistema  democrático deben garantizar el bienestar general. 

La economía es primordial para el bienestar social, ya quees el complemento que suple el quehacer de la humanidad, sin buena economía es difícil prestar servicios de saludadecuados y es insostenible una ética incólume.

Me complace la participación activa de la Diócesis de Valledupar en la organización del Seminario de Humanización de la Salud, realizado el sábado pasado en la Biblioteca Departamental Rafael Carrillo Lúquez, donde disertaron expertos en el tema, contando con la presencia del presidente de la Academia Nacional de Medicina, el doctor Fernando Sánchez Torres.

La deshumanización en la prestación de los servicios de salud ha llegado al extremo tan inadmisible del desprecio total por la vida  humana. Esto lo vemos, escuchamos y leemos a diario en los diferentes medios de comunicación, las quejas pululan por doquier, contra las EPS, IPS, médicos y demás profesionales de la salud; en fin, es un clamor por el cambio del sistema de salud debido a su incompetencia ymal manejo, sobre todo el alto índice de corrupción.

La realidad es que todo mundo ha querido humanizar la prestación de los servicios de salud con la  atención médica y el personal de enfermería, sobre los cuales recae la mayor responsabilidad con un esfuerzo descomunal, demasiado grande comparado con los salarios irrisorios recibidos que reciben la mayoría de ellos, para colmos a destiempo.

Lamentablemente, los más perjudicados son los pacientes pobres que no tienen ningún tipo de influencias que les facilite la atención amable y oportuna, en consecuencia, el sistema de salud requiere un cambio radical que favorezca a la población desvalida sin restricciones de medicamentos y procedimientos para la recuperación de la salud.

PD: mis sentidas condolencias a la periodista Lolita Acosta Maestre y al cantautor Gustavo Gutiérrez Cabello por la tan prematura muerte de su hijo Jaime Daniel de 21 años de edad. Toda muerte produce dolor pero es mucho más grande cuando el difunto es joven.