Los peores males de la humanidad son la pobreza, el narcotráfico, el terrorismo, la delincuencia, la corrupción y la política, léase politiquería.
Por José Romero Churio
Los peores males de la humanidad son la pobreza, el narcotráfico, el terrorismo, la delincuencia, la corrupción y la política, léase politiquería. Todos,en diferentes proporciones, están aquí, allá y acullá; lamentablemente, la gran realidad,por cierto Indiscutible, es que en nuestro país, pululan en el centro, en el sur, en el norte, en el occidente, en el orientey en todas susvecindades.Lo más grave es que tales malignidades son interdependientes.
Considero a la pobreza como la mayor desgracia del mundo que, fundamentalmente, proviene de la falta de oportunidades para trabajar y estudiar. Quien no trabaja no gana dinero y, en consecuencia, queda propenso a realizar cualquier actividad, para satisfacer sus necesidades, tanto básicas como suntuosas. Y aquellos que no estudian quedan marginadosde perspectivas laborales; es decir, tarde que temprano, toman la alternativa del dinero fácil.
El narcotráfico que genera tanto perjuicio a la humanidad, lo han convertido en la actividad más común y rápida para obtener dinero, con el cual todo se compra y se penetra a todos los niveles sociales, dejando la honestidad como un inventario arcaico al que la mayoría de la gente recurre de manera alevosa; es decir, hipócritamente o con doble moral.
La política es sinónimo de mentira, por la cual nace su hijo más cruel: el terrorismo. Cuya prácticaprovoca, devastación, muerte, incertidumbre y desesperación. Perversa situación que no permite vivir en paz, ya que ante ella sucumben muchos inocentes que dejan muchos niños huérfanos.
La mayoría de las guerras intestinas y entre naciones se deben a ideales políticos, con los cualesengañan a los incautos que nunca faltan. Sin embargo, algunos tan avispados como los politiqueros, aprovechan tales coyunturas para lograr beneficios personales o grupales. Por ejemplo tenemos las situaciones internas de Colombia y Venezuela.
Los colombianos estamos hastiados de vivir en guerra en medio de un terrorismo brutal, que beneficioso sería que se firmara un acuerdo de paz, que por lo menos disminuiría el riesgo de morir en un atentado terrorista y nuestros soldados y policías quedarían libres de emboscadas y de minas quiebra patas que también las pisan la población civil. No obstante, los venezolanos están al borde de un conflicto armado interno a pesar de conocer nuestra nefasta realidad.
Cuánta desesperanza al ver las vallas del ex vicepresidente Francisco Santos, quien con el movimiento Puro Centro Democrático, comandado por el ex presidente Álvaro Uribe, tienen el propósito de prolongar el atroz conflicto que tanto agobia a la gente ajena a intereses mezquinos del aprovechamientodel patrimonio públicode manera particular.
Muchos somos conscientes que con la firma de la paz, los líderes guerrilleros no van a dejar de ser narcotraficantes ni delincuentes y que además terminaran repartiéndose la administración gubernamental y el botín el de la corrupción.
Los peores males de la humanidad son la pobreza, el narcotráfico, el terrorismo, la delincuencia, la corrupción y la política, léase politiquería.
Por José Romero Churio
Los peores males de la humanidad son la pobreza, el narcotráfico, el terrorismo, la delincuencia, la corrupción y la política, léase politiquería. Todos,en diferentes proporciones, están aquí, allá y acullá; lamentablemente, la gran realidad,por cierto Indiscutible, es que en nuestro país, pululan en el centro, en el sur, en el norte, en el occidente, en el orientey en todas susvecindades.Lo más grave es que tales malignidades son interdependientes.
Considero a la pobreza como la mayor desgracia del mundo que, fundamentalmente, proviene de la falta de oportunidades para trabajar y estudiar. Quien no trabaja no gana dinero y, en consecuencia, queda propenso a realizar cualquier actividad, para satisfacer sus necesidades, tanto básicas como suntuosas. Y aquellos que no estudian quedan marginadosde perspectivas laborales; es decir, tarde que temprano, toman la alternativa del dinero fácil.
El narcotráfico que genera tanto perjuicio a la humanidad, lo han convertido en la actividad más común y rápida para obtener dinero, con el cual todo se compra y se penetra a todos los niveles sociales, dejando la honestidad como un inventario arcaico al que la mayoría de la gente recurre de manera alevosa; es decir, hipócritamente o con doble moral.
La política es sinónimo de mentira, por la cual nace su hijo más cruel: el terrorismo. Cuya prácticaprovoca, devastación, muerte, incertidumbre y desesperación. Perversa situación que no permite vivir en paz, ya que ante ella sucumben muchos inocentes que dejan muchos niños huérfanos.
La mayoría de las guerras intestinas y entre naciones se deben a ideales políticos, con los cualesengañan a los incautos que nunca faltan. Sin embargo, algunos tan avispados como los politiqueros, aprovechan tales coyunturas para lograr beneficios personales o grupales. Por ejemplo tenemos las situaciones internas de Colombia y Venezuela.
Los colombianos estamos hastiados de vivir en guerra en medio de un terrorismo brutal, que beneficioso sería que se firmara un acuerdo de paz, que por lo menos disminuiría el riesgo de morir en un atentado terrorista y nuestros soldados y policías quedarían libres de emboscadas y de minas quiebra patas que también las pisan la población civil. No obstante, los venezolanos están al borde de un conflicto armado interno a pesar de conocer nuestra nefasta realidad.
Cuánta desesperanza al ver las vallas del ex vicepresidente Francisco Santos, quien con el movimiento Puro Centro Democrático, comandado por el ex presidente Álvaro Uribe, tienen el propósito de prolongar el atroz conflicto que tanto agobia a la gente ajena a intereses mezquinos del aprovechamientodel patrimonio públicode manera particular.
Muchos somos conscientes que con la firma de la paz, los líderes guerrilleros no van a dejar de ser narcotraficantes ni delincuentes y que además terminaran repartiéndose la administración gubernamental y el botín el de la corrupción.