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Judicial - 14 abril, 2013

Desaparición forzada, una historia de nunca acabar

En Cesar 1.902 personas fueron desaparecidas por grupos ilegales. Dos de las 11 víctimas de la primera incursión que hicieron las autodefensas en Codazzi, Cesar, hace 17 años, no han aparecido. Uno de los hechos que marcó la cruel historia de violencia del territorio cesarense, ocurrió el 23 de septiembre de 1996, en Codazzi, uno […]

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En Cesar 1.902 personas fueron desaparecidas por grupos ilegales. Dos de las 11 víctimas de la primera incursión que hicieron las autodefensas en Codazzi, Cesar, hace 17 años, no han aparecido.

Uno de los hechos que marcó la cruel historia de violencia del territorio cesarense, ocurrió el 23 de septiembre de 1996, en Codazzi, uno de los municipios más azotados por grupos paramilitares y de guerrilla. Ese día, según lo establecido por las autoridades, se presentó la primera incursión de las Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá (que luego pasó a ser frente Juan Andrés Álvarez del bloque norte, de las Autodefensas Unidas de Colombia).

Los paramilitares bajo el mando de alias ‘El Pájaro’, sacaron a 11 personas de sus viviendas y se las llevaron en camionetas, bajo el pretexto de que eran auxiliadores de las Farc.

Se trata de Gioberto Torres Lazcarro, Juan Martín Mendieta Arias, José Eulises Mendieta López, Robert Solano Ocaño, Berna Esther Ospino Nisat, Edith Vergara Ramírez, Carlos José Cuello Daza, Enilda Ramos Escobar, Adolfo León Leyes Brochel, Jesús María Montejo Angarita, Isabel Rodríguez Peñaranda, de quienes sus familiares no volvieron a tener noticias, hasta varios años después.

Por información aportada en Justicia y Paz por el desmovilizado Francisco Gaviria, alias ‘Mario’, uno de los paramilitares que participó en la incursión y además reconocido porque fue escolta de ‘Jorge 40’, se estableció que las víctimas fueron trasladadas hasta la hacienda Siboney, en jurisdicción del municipio de Bosconia.

Alias ‘Mario’, contó que luego de permanecer encerradas en una habitación de dicha hacienda, algunas de las víctimas fueron ultimadas a tiros y sus cuerpos enterrados en fosas.

Fue así como las autoridades dieron con la ubicación de la mayoría de las fosas, pero 17 años después sigue la búsqueda de dos de las víctimas, Enilda Ramos Escobar, de 45 años y el menor de 17, Adolfo León Leyes Brochel.

 

Los que aparecieron

Una comisión judicial encabezada por la Fiscalía 176 de la Subunidad de Apoyo, con sede en Santa Marta, el 5 de febrero del año 2008, practicó diligencia de exhumación en ese lugar y recuperó siete de los restos.

El 10 febrero de 2010, en Santa Marta, los restos de Gioberto Torres Lazcarro, fueron entregados a sus familiares.

Mientras que los restos de José Eulises Mendieta López y su hijo Juan Martín Mendieta Arias, fueron entregados a sus familiares el 14 de diciembre de 2011, en un acto colectivo realizado por la Fiscalía en Medellín.

El 8 de junio del año pasado, en Valledupar, se entregaron los restos de Robert Solano Ocaño, Berna Esther Ospino Nisat, y Carlos José Cuello Daza.

De Isabel Rodríguez Peñaranda y Jesús María Montejo Angarita, se conoció que fueron los únicos sobrevivientes. El 30 de enero de 1997, fueron dejados en libertad por el grupo armado ilegal y entregados a la Cruz Roja, en una zona comprendida entre los departamentos de Antioquia y Córdoba.

De Enilda Ramos Escobar y Adolfo León Leyes Brochel, solo se conoce que fueron asesinados y enterrados en Siboney, por lo que del 21 al 30 de abril, una comisión de exhumaciones de la Fiscalía realizará nuevas diligencias de búsqueda en la zona.
“Aunque se encontraron unos restos con características similares, las pruebas de ADN no coinciden con la de sus familiares, debemos seguir buscando y para ello tenemos programada una nueva visita a la zona”, dijo Juan Carlos Herrera, fiscal 177 de la Subunidad de Apoyo a la Unidad Nacional de Fiscalías para Justicia y la Paz.

Los restos y fosas

El funcionario explicó que en Cesar la información entregada por postulados a la Ley de Justicia y Paz, ha sido una de las principales fuentes para localizar fosas con víctimas, a la fecha se ha logrado exhumar restos.

“Los paras con más víctimas de desaparición forzada son: Óscar José Ospino Pacheco, alias ‘Tolemaida’, por línea de mando y John Jairo Esquivel ‘El Tigre’ por participación directa en las desapariciones”, dijo el fiscal.

 

 La orden de Mancuso

El Juzgado Penal del Circuito Especializado de Descongestión Adjunto de Valledupar, sentenció al exparamilitar Hernán de Jesús Fontalvo Sánchez, alias ‘El Pájaro’, a 28 años y tres meses de prisión, tras haber confesado que lideró la primera incursión de los ‘paras’ en Codazzi, Cesar.
“Sí participé en ese hecho, eso lo ordenó Salvatore Mancuso. Él coordinó todo con las autoridades, se partió como a las 10 de la noche, de Bosconia rumbo a Codazzi…Yo iba en la camioneta Dodge Ram Blindada de color rojo con el señor Mancuso, ahí iba ‘El Papa Tovar’, ‘El Espelucao’ y Emiro Oviedo Torres”, explicó.
En otro aparte de la indagatoria dijo que, “se llegó a Codazzi, a medianoche y se dio la orden de sacar a la gente en tres camionetas…Baltazar duró con ellos unos días ahí, después dieron la orden de desaparecer a esa gente. A unos los enterraron ahí (hacienda Siboney), esos cuerpos ya los entregó ‘Mario’ (Francisco Gaviria).
Agregó que la incursión a Codazzi se prolongó por una hora y que no hubo presencia de la Policía, ni del Ejército, porque la misión había sido coordinada. “Ellos ya tenían conocimiento de las acciones que se iban a desarrollar”.

Enilda Ramos Escobar: nació el 27 de septiembre de 1950 en el municipio de La Paz, Cesar. Estaba radicada en Codazzi y era conocida como ‘La Chichi’, era ama de casa y tenía 45 años para la época de su desaparición. 

Adolfo León Leyes Brochel: nació el 15 de julio de 1979 en el municipio de Codazzi, tenía 17 años para el día de su desaparición y era estudiante de bachillerato en un colegio de dicha población.

También lo buscan 

A Gustavo Jaimes Quintero, hermano del exfiscal 23 seccional de Valledupar y ahora procurador judicial en Caquetá, Manuel Jaimes Quintero, lo última vez que lo vieron sus familiares fue el 9 de junio de 2001.
“A mi hermano Gustavo Jaime Quintero fue visto en una motocicleta de mi hermano Benjamín Jaimes, cuya placa es EJJ- 07A, marca Honda, cuando se desplazada por los alrededores la carrera 4 en compañía de una persona conocida como ‘Cara de Ángel’ o ‘El Rojo’, persona que por investigación directa supe que pertenecía a las Autodefensas Unidas de Colombia”, dijo el familiar de la víctima.
Aunque no sigue desaparecido, en versiones libres de Justicia y Paz, exparamilitares del frente ‘Mártires del Cesar’, informaron que Gustavo Jaimes Quintero, fue asesinado en zona rural de Valledupar.
El 24 de abril de 2012, Leonardo Sánchez Barbosa, alias ‘El Paisa’, dijo que conocía el crimen parcialmente.
Recordó que alias ‘Cara de Ángel’, paramilitar en el área urbana, buscó a Gustavo Jaimes, para que lo transportara hasta la finca Las Palmeras, donde aseguró que ambos fueron asesinados.
“Yo sé dónde está la fosa de ‘Cara de Ángel’. De Gustavo sé que lo mataron en la finca Las Palmeras, pero desconozco cómo ocurrieron los hechos”, afirmó el exparamilitar.
Danilo José Hernández Márquez, alias ‘El Indio’, el 20 de marzo de 2012, también en versión libre dijo: “A Cara de Ángel lo mataron porque se había puesto a pedir plata en Valledupar y fue enterrado como a 200 metros de la finca Las Marías; la fosa la hizo alias ‘Escorpión’, lo descuartizamos porque ‘Mateo’ dio la orden de descuartizarlo y enterrarlo”.
Sin embargo, no dio información sobre el paradero de Gustavo Jaimes.
Con base en estas declaraciones la Fiscalía trata de ubicar a alias ‘Mateo’, pero no lo ha podido identificar, solo se sabe que en 2001, abandonó el frente ‘Mártires del Cesar’, dejándole el mando a ‘El Paisa’.
Desde el día de la desaparición, Gustavo Jaimes Quintero, fue buscado por el Gaula de Policía y la Unidad de Desaparecidos del CTI de la Fiscalía, sin resultados favorables.
“Esta víctima no tenía nada que ver con el grupo paramilitar, solo estaba en el lugar equivocado”, aseguró uno de los investigadores del caso.

Judicial
14 abril, 2013

Desaparición forzada, una historia de nunca acabar

En Cesar 1.902 personas fueron desaparecidas por grupos ilegales. Dos de las 11 víctimas de la primera incursión que hicieron las autodefensas en Codazzi, Cesar, hace 17 años, no han aparecido. Uno de los hechos que marcó la cruel historia de violencia del territorio cesarense, ocurrió el 23 de septiembre de 1996, en Codazzi, uno […]


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En Cesar 1.902 personas fueron desaparecidas por grupos ilegales. Dos de las 11 víctimas de la primera incursión que hicieron las autodefensas en Codazzi, Cesar, hace 17 años, no han aparecido.

Uno de los hechos que marcó la cruel historia de violencia del territorio cesarense, ocurrió el 23 de septiembre de 1996, en Codazzi, uno de los municipios más azotados por grupos paramilitares y de guerrilla. Ese día, según lo establecido por las autoridades, se presentó la primera incursión de las Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá (que luego pasó a ser frente Juan Andrés Álvarez del bloque norte, de las Autodefensas Unidas de Colombia).

Los paramilitares bajo el mando de alias ‘El Pájaro’, sacaron a 11 personas de sus viviendas y se las llevaron en camionetas, bajo el pretexto de que eran auxiliadores de las Farc.

Se trata de Gioberto Torres Lazcarro, Juan Martín Mendieta Arias, José Eulises Mendieta López, Robert Solano Ocaño, Berna Esther Ospino Nisat, Edith Vergara Ramírez, Carlos José Cuello Daza, Enilda Ramos Escobar, Adolfo León Leyes Brochel, Jesús María Montejo Angarita, Isabel Rodríguez Peñaranda, de quienes sus familiares no volvieron a tener noticias, hasta varios años después.

Por información aportada en Justicia y Paz por el desmovilizado Francisco Gaviria, alias ‘Mario’, uno de los paramilitares que participó en la incursión y además reconocido porque fue escolta de ‘Jorge 40’, se estableció que las víctimas fueron trasladadas hasta la hacienda Siboney, en jurisdicción del municipio de Bosconia.

Alias ‘Mario’, contó que luego de permanecer encerradas en una habitación de dicha hacienda, algunas de las víctimas fueron ultimadas a tiros y sus cuerpos enterrados en fosas.

Fue así como las autoridades dieron con la ubicación de la mayoría de las fosas, pero 17 años después sigue la búsqueda de dos de las víctimas, Enilda Ramos Escobar, de 45 años y el menor de 17, Adolfo León Leyes Brochel.

 

Los que aparecieron

Una comisión judicial encabezada por la Fiscalía 176 de la Subunidad de Apoyo, con sede en Santa Marta, el 5 de febrero del año 2008, practicó diligencia de exhumación en ese lugar y recuperó siete de los restos.

El 10 febrero de 2010, en Santa Marta, los restos de Gioberto Torres Lazcarro, fueron entregados a sus familiares.

Mientras que los restos de José Eulises Mendieta López y su hijo Juan Martín Mendieta Arias, fueron entregados a sus familiares el 14 de diciembre de 2011, en un acto colectivo realizado por la Fiscalía en Medellín.

El 8 de junio del año pasado, en Valledupar, se entregaron los restos de Robert Solano Ocaño, Berna Esther Ospino Nisat, y Carlos José Cuello Daza.

De Isabel Rodríguez Peñaranda y Jesús María Montejo Angarita, se conoció que fueron los únicos sobrevivientes. El 30 de enero de 1997, fueron dejados en libertad por el grupo armado ilegal y entregados a la Cruz Roja, en una zona comprendida entre los departamentos de Antioquia y Córdoba.

De Enilda Ramos Escobar y Adolfo León Leyes Brochel, solo se conoce que fueron asesinados y enterrados en Siboney, por lo que del 21 al 30 de abril, una comisión de exhumaciones de la Fiscalía realizará nuevas diligencias de búsqueda en la zona.
“Aunque se encontraron unos restos con características similares, las pruebas de ADN no coinciden con la de sus familiares, debemos seguir buscando y para ello tenemos programada una nueva visita a la zona”, dijo Juan Carlos Herrera, fiscal 177 de la Subunidad de Apoyo a la Unidad Nacional de Fiscalías para Justicia y la Paz.

Los restos y fosas

El funcionario explicó que en Cesar la información entregada por postulados a la Ley de Justicia y Paz, ha sido una de las principales fuentes para localizar fosas con víctimas, a la fecha se ha logrado exhumar restos.

“Los paras con más víctimas de desaparición forzada son: Óscar José Ospino Pacheco, alias ‘Tolemaida’, por línea de mando y John Jairo Esquivel ‘El Tigre’ por participación directa en las desapariciones”, dijo el fiscal.

 

 La orden de Mancuso

El Juzgado Penal del Circuito Especializado de Descongestión Adjunto de Valledupar, sentenció al exparamilitar Hernán de Jesús Fontalvo Sánchez, alias ‘El Pájaro’, a 28 años y tres meses de prisión, tras haber confesado que lideró la primera incursión de los ‘paras’ en Codazzi, Cesar.
“Sí participé en ese hecho, eso lo ordenó Salvatore Mancuso. Él coordinó todo con las autoridades, se partió como a las 10 de la noche, de Bosconia rumbo a Codazzi…Yo iba en la camioneta Dodge Ram Blindada de color rojo con el señor Mancuso, ahí iba ‘El Papa Tovar’, ‘El Espelucao’ y Emiro Oviedo Torres”, explicó.
En otro aparte de la indagatoria dijo que, “se llegó a Codazzi, a medianoche y se dio la orden de sacar a la gente en tres camionetas…Baltazar duró con ellos unos días ahí, después dieron la orden de desaparecer a esa gente. A unos los enterraron ahí (hacienda Siboney), esos cuerpos ya los entregó ‘Mario’ (Francisco Gaviria).
Agregó que la incursión a Codazzi se prolongó por una hora y que no hubo presencia de la Policía, ni del Ejército, porque la misión había sido coordinada. “Ellos ya tenían conocimiento de las acciones que se iban a desarrollar”.

Enilda Ramos Escobar: nació el 27 de septiembre de 1950 en el municipio de La Paz, Cesar. Estaba radicada en Codazzi y era conocida como ‘La Chichi’, era ama de casa y tenía 45 años para la época de su desaparición. 

Adolfo León Leyes Brochel: nació el 15 de julio de 1979 en el municipio de Codazzi, tenía 17 años para el día de su desaparición y era estudiante de bachillerato en un colegio de dicha población.

También lo buscan 

A Gustavo Jaimes Quintero, hermano del exfiscal 23 seccional de Valledupar y ahora procurador judicial en Caquetá, Manuel Jaimes Quintero, lo última vez que lo vieron sus familiares fue el 9 de junio de 2001.
“A mi hermano Gustavo Jaime Quintero fue visto en una motocicleta de mi hermano Benjamín Jaimes, cuya placa es EJJ- 07A, marca Honda, cuando se desplazada por los alrededores la carrera 4 en compañía de una persona conocida como ‘Cara de Ángel’ o ‘El Rojo’, persona que por investigación directa supe que pertenecía a las Autodefensas Unidas de Colombia”, dijo el familiar de la víctima.
Aunque no sigue desaparecido, en versiones libres de Justicia y Paz, exparamilitares del frente ‘Mártires del Cesar’, informaron que Gustavo Jaimes Quintero, fue asesinado en zona rural de Valledupar.
El 24 de abril de 2012, Leonardo Sánchez Barbosa, alias ‘El Paisa’, dijo que conocía el crimen parcialmente.
Recordó que alias ‘Cara de Ángel’, paramilitar en el área urbana, buscó a Gustavo Jaimes, para que lo transportara hasta la finca Las Palmeras, donde aseguró que ambos fueron asesinados.
“Yo sé dónde está la fosa de ‘Cara de Ángel’. De Gustavo sé que lo mataron en la finca Las Palmeras, pero desconozco cómo ocurrieron los hechos”, afirmó el exparamilitar.
Danilo José Hernández Márquez, alias ‘El Indio’, el 20 de marzo de 2012, también en versión libre dijo: “A Cara de Ángel lo mataron porque se había puesto a pedir plata en Valledupar y fue enterrado como a 200 metros de la finca Las Marías; la fosa la hizo alias ‘Escorpión’, lo descuartizamos porque ‘Mateo’ dio la orden de descuartizarlo y enterrarlo”.
Sin embargo, no dio información sobre el paradero de Gustavo Jaimes.
Con base en estas declaraciones la Fiscalía trata de ubicar a alias ‘Mateo’, pero no lo ha podido identificar, solo se sabe que en 2001, abandonó el frente ‘Mártires del Cesar’, dejándole el mando a ‘El Paisa’.
Desde el día de la desaparición, Gustavo Jaimes Quintero, fue buscado por el Gaula de Policía y la Unidad de Desaparecidos del CTI de la Fiscalía, sin resultados favorables.
“Esta víctima no tenía nada que ver con el grupo paramilitar, solo estaba en el lugar equivocado”, aseguró uno de los investigadores del caso.