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Columnista - 8 abril, 2013

El Guatapurí, metáfora de la unión

Por Oscar Ariza Daza @Oscararizadaza   Los ríos han sido y serán tan importantes para las naciones, porque de ellos ha fluido intermitentemente la vida.De los ríos surgen historias que mantienen intacto el legado cultural de los pueblos, que de una u otra forma depende de sus aguas para su supervivencia.   Los ríos han […]

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Por Oscar Ariza Daza

@Oscararizadaza

 

Los ríos han sido y serán tan importantes para las naciones, porque de ellos ha fluido intermitentemente la vida.De los ríos surgen historias que mantienen intacto el legado cultural de los pueblos, que de una u otra forma depende de sus aguas para su supervivencia.

 

Los ríos han sido parte fundamental de la vida, usados en rituales mágicos, en conquistas e invasiones;se han usado para maldecir y bendecir, en festejos y funerales, para matar y para salvar. Los ríos se han homenajeado en cantos, poemas y pinturas;son testigos de grandes historias de hombres.

 

El Nilo, de los egipcios, importante para su desarrollo como Nación, El Jordán, de Juan el Bautista,donde se bautizó Jesús y recibió el Espíritu Santo; El río Amazonas en el que Fray Gaspar de Carvajal y Gonzalo Fernández de Oviedo narraron historias de mujeres guerreras y hechos sobrenaturales, El Mississippi de William Faulkner, el Guadalquivir de Antonio Machado, El río Ródano que inspiró a Van Gogh para pintar su noche estrellada, y el Danubio, de Johann Strauss; el río de Octavio Paz, el río de Rafael Alberti, el río de Jorge Luis Borges y Juan Carlos Onetti, el río Magdalena de Julio Flórezy Candelario Obeso; tantos ríos y a la vez un solo río, pues todos tienen el mismo idioma que yo tengo dice Neruda, cuando le canta al torrente que se ha llevado sus secretos.

 

Los ríos son un referente sagrado que desde la antigüedad han inspirado al hombre a crear grandes obras, que de ser locales, se convirtieron en universales; el río Tocaimo de Leandro Díaz, El río Badillo de Octavio Daza, El río Cesar de Escalona y de Hernando Marín, el río Marquesote de Rafael Manjarrez y el río Guatapurí de Freddy Molina, “Es un río que nace en la Nevada, que en todo el Cesar fuerte se siente, pero mi gran pasión la iguala el ímpetu de su torrente. Cuando el Guatapurí se crece, al sentir mi pasión se calma”.

 

Ese río, el Guatapurí, por supuesto, poetizado por muchos cantores, vuelto símbolo de la vallenatía, ha despertado la solidaridad de la gente que mostró que no depende de programas políticos para defenderlo y salir a retribuirle lo que tanto ha brindado a propios y extraños.

 

La convocatoria hecha por Carlos Quintero Romero para cuidar el río fue escuchada y puesta en ejecución. Mucha gente acudió a limpiarlo y a protegerlo, demostrando que vale la pena unirse, que muchas manos juntas a pesar de sus diferencias, hacen una sola gran mano que preserva y avanza.

 

Ahora durante el Festival Vallenato, necesitamos que las grandes empresas licoreras y de refrescos, que han sido las responsables de la contaminación del río Guatapurí con vidrios, latas y botellas, pues poco han hecho para reducir su utilización, busquen soluciones viables como lo hacen las empresas responsables con el medio ambiente, para que se minimicen las amenazas.

 

La alcaldía municipal y la Fundación del festival vallenato deberían regular el uso de botellas y otros envases de vidrio, plástico y latas en el río, exigiéndole a éstas empresas que pongan en uso, en los diferentes locales del balneario Hurtado, dispensadores de refrescos y cervezas, servidas en vasos desechables en lugar de vender sus productos en botellas y latas, como también el uso de botellas plásticas o envases de cartón para el consumo de aguardiente o whisky, y así reducir los riesgos de contaminación, para que la campaña ambiental sea constante, para asegurar que quien se bañe en sus aguas, en un futuro pueda volver a refrescarse.

 

 

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Columnista
8 abril, 2013

El Guatapurí, metáfora de la unión

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Oscar Ariza Daza

Por Oscar Ariza Daza @Oscararizadaza   Los ríos han sido y serán tan importantes para las naciones, porque de ellos ha fluido intermitentemente la vida.De los ríos surgen historias que mantienen intacto el legado cultural de los pueblos, que de una u otra forma depende de sus aguas para su supervivencia.   Los ríos han […]


Por Oscar Ariza Daza

@Oscararizadaza

 

Los ríos han sido y serán tan importantes para las naciones, porque de ellos ha fluido intermitentemente la vida.De los ríos surgen historias que mantienen intacto el legado cultural de los pueblos, que de una u otra forma depende de sus aguas para su supervivencia.

 

Los ríos han sido parte fundamental de la vida, usados en rituales mágicos, en conquistas e invasiones;se han usado para maldecir y bendecir, en festejos y funerales, para matar y para salvar. Los ríos se han homenajeado en cantos, poemas y pinturas;son testigos de grandes historias de hombres.

 

El Nilo, de los egipcios, importante para su desarrollo como Nación, El Jordán, de Juan el Bautista,donde se bautizó Jesús y recibió el Espíritu Santo; El río Amazonas en el que Fray Gaspar de Carvajal y Gonzalo Fernández de Oviedo narraron historias de mujeres guerreras y hechos sobrenaturales, El Mississippi de William Faulkner, el Guadalquivir de Antonio Machado, El río Ródano que inspiró a Van Gogh para pintar su noche estrellada, y el Danubio, de Johann Strauss; el río de Octavio Paz, el río de Rafael Alberti, el río de Jorge Luis Borges y Juan Carlos Onetti, el río Magdalena de Julio Flórezy Candelario Obeso; tantos ríos y a la vez un solo río, pues todos tienen el mismo idioma que yo tengo dice Neruda, cuando le canta al torrente que se ha llevado sus secretos.

 

Los ríos son un referente sagrado que desde la antigüedad han inspirado al hombre a crear grandes obras, que de ser locales, se convirtieron en universales; el río Tocaimo de Leandro Díaz, El río Badillo de Octavio Daza, El río Cesar de Escalona y de Hernando Marín, el río Marquesote de Rafael Manjarrez y el río Guatapurí de Freddy Molina, “Es un río que nace en la Nevada, que en todo el Cesar fuerte se siente, pero mi gran pasión la iguala el ímpetu de su torrente. Cuando el Guatapurí se crece, al sentir mi pasión se calma”.

 

Ese río, el Guatapurí, por supuesto, poetizado por muchos cantores, vuelto símbolo de la vallenatía, ha despertado la solidaridad de la gente que mostró que no depende de programas políticos para defenderlo y salir a retribuirle lo que tanto ha brindado a propios y extraños.

 

La convocatoria hecha por Carlos Quintero Romero para cuidar el río fue escuchada y puesta en ejecución. Mucha gente acudió a limpiarlo y a protegerlo, demostrando que vale la pena unirse, que muchas manos juntas a pesar de sus diferencias, hacen una sola gran mano que preserva y avanza.

 

Ahora durante el Festival Vallenato, necesitamos que las grandes empresas licoreras y de refrescos, que han sido las responsables de la contaminación del río Guatapurí con vidrios, latas y botellas, pues poco han hecho para reducir su utilización, busquen soluciones viables como lo hacen las empresas responsables con el medio ambiente, para que se minimicen las amenazas.

 

La alcaldía municipal y la Fundación del festival vallenato deberían regular el uso de botellas y otros envases de vidrio, plástico y latas en el río, exigiéndole a éstas empresas que pongan en uso, en los diferentes locales del balneario Hurtado, dispensadores de refrescos y cervezas, servidas en vasos desechables en lugar de vender sus productos en botellas y latas, como también el uso de botellas plásticas o envases de cartón para el consumo de aguardiente o whisky, y así reducir los riesgos de contaminación, para que la campaña ambiental sea constante, para asegurar que quien se bañe en sus aguas, en un futuro pueda volver a refrescarse.

 

 

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