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Columnista - 22 marzo, 2013

El Posconflicto

Los procesos de negociación como el adelantado entre el gobierno colombiano y la guerrilla de las Farc son actos eminentemente políticos.

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Por: Luis Elquis Diaz

Los procesos de negociación como el adelantado entre el gobierno colombiano y la guerrilla de las Farc son actos eminentemente políticos. Todos los analistas que han participado en negociaciones para lograr la paz, sostienen que la salida de los conflictos se resuelve por la vía política y social. La terminación y solución del conflicto no solo es un acto de contrición, ni de pactos, firmas y entrega de armas; también debe tener presente la legislación local e internacional y definir los fundamentos para encarar el postconflicto.

 Contradictores del proceso de paz en Colombia argumentan con vehemencia que los acuerdos que puedan surgir en la negociación acaecida en Cuba conllevaran a legitimar la impunidad. Sin embargo, el ex Vicepresidente Francisco Santos en entrevista concedida a la Emisora Radio Guatapurí expreso: “Juan Camilo Restrepo, parece Ministro de Restitución de Tierras y no de Agricultura” Esta apreciación es contraria a la tipificación política del Proceso de Negociación, porque sostiene el carácter excluyente e intolerante para resolver el conflicto y descarta los procesos literales de reparación a las víctimas. Un conflicto caracterizado por la lucha de la posesión de la tierra, no puede osar de invidente ante el despojo, maltratos de toda índole y el desplazamiento padecido por la ciudadanía.

 Es comprensible que la convicción política del ex vicepresidente Francisco Santos no comparta la iniciativa de lograr la paz por la vía negociada. Sin embargo, es complicado entender de qué manera afrontaría el Posconflicto, indistintamente de la forma como haya terminado el conflicto, en el hipotético caso que la Nación este bajo su dirección.

 Sobre el Posconflicto son mínimas las apreciaciones. Distinguidos personajes de la vida nacional, los medios de comunicación y el común de la gente opinan parcamente al respecto, pero están a la expectativa esperando su fracaso. Ignorarlo es desconocer la evidencia de las secuelas y mutaciones surgidas a partir del desmonte del paramilitarismo.

 Quizás los fracasos de otros intentos por lograr la paz se constituyen en fundamento para soslayar las consecuencias de no tratar con diligencia las circunstancias inherentes en vigencia del Posconflicto.

 Al respecto La Fundación Ideas para la Paz y la Universidad de los Andes publicaron en abril del 2002 el libro Preparar el futuro: Conflicto y post-conflicto en Colombia, en el cual se esboza el tema y se retoman algunas ideas del entonces Secretario General de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Boutros Boutros-Ghali, según el cual la construcción de la paz consiste en “acciones dirigidas a identificar y apoyar estructuras tendientes a fortalecer y solidificar la paz para evitar una recaída al conflicto”. Asimismo, en este libro los autores proponen y trazan algunos temas estratégicos para la preparación del posconflicto en Colombia como:

 Apoyo a la recuperación del posconflicto: donde se encuentran actividades como atención humanitaria a las víctimas del conflicto, retorno y apoyo a poblaciones desplazadas, desmovilización. Temas económicos: subrayan temas como la participación del sector privado. La restauración de la capacidad del manejo económico, la generación de recursos y de empleo.

Temas políticos y de administración del Estado: anotan, entre otros, la adecuación y el fortalecimiento de las instituciones estatales, la forma de compartir el poder.

Temas judiciales: describen la restauración o la consolidación del Estado de derecho, la realización de comisiones para tratar diversos temas jurídicos.

Temas sociales: comentan de los procesos sociales de perdón y de reconciliación, acerca de grupos sociales vulnerables y el fomento al resurgimiento y consolidación de la sociedad civil.

Temas militares: describen la estrategia en el posconflicto, gasto militar, reinserción.

Temas internacionales: describen la consecución de recursos para el apoyo a la construcción de la paz, participación en facilitación, mediación y verificación.

 Negociar la Paz es un acto loable y necesario, la impunidad es inadmisible, la justicia debe prevalecer para encarar el Posconflicto dentro del marco de reparación a las víctimas y reconstrucción de la naciónen términos productivos, sociales y jurídicos,en procura de consolidar una paz duradera.

 

Columnista
22 marzo, 2013

El Posconflicto

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Luis Elquis Diaz

Los procesos de negociación como el adelantado entre el gobierno colombiano y la guerrilla de las Farc son actos eminentemente políticos.


Por: Luis Elquis Diaz

Los procesos de negociación como el adelantado entre el gobierno colombiano y la guerrilla de las Farc son actos eminentemente políticos. Todos los analistas que han participado en negociaciones para lograr la paz, sostienen que la salida de los conflictos se resuelve por la vía política y social. La terminación y solución del conflicto no solo es un acto de contrición, ni de pactos, firmas y entrega de armas; también debe tener presente la legislación local e internacional y definir los fundamentos para encarar el postconflicto.

 Contradictores del proceso de paz en Colombia argumentan con vehemencia que los acuerdos que puedan surgir en la negociación acaecida en Cuba conllevaran a legitimar la impunidad. Sin embargo, el ex Vicepresidente Francisco Santos en entrevista concedida a la Emisora Radio Guatapurí expreso: “Juan Camilo Restrepo, parece Ministro de Restitución de Tierras y no de Agricultura” Esta apreciación es contraria a la tipificación política del Proceso de Negociación, porque sostiene el carácter excluyente e intolerante para resolver el conflicto y descarta los procesos literales de reparación a las víctimas. Un conflicto caracterizado por la lucha de la posesión de la tierra, no puede osar de invidente ante el despojo, maltratos de toda índole y el desplazamiento padecido por la ciudadanía.

 Es comprensible que la convicción política del ex vicepresidente Francisco Santos no comparta la iniciativa de lograr la paz por la vía negociada. Sin embargo, es complicado entender de qué manera afrontaría el Posconflicto, indistintamente de la forma como haya terminado el conflicto, en el hipotético caso que la Nación este bajo su dirección.

 Sobre el Posconflicto son mínimas las apreciaciones. Distinguidos personajes de la vida nacional, los medios de comunicación y el común de la gente opinan parcamente al respecto, pero están a la expectativa esperando su fracaso. Ignorarlo es desconocer la evidencia de las secuelas y mutaciones surgidas a partir del desmonte del paramilitarismo.

 Quizás los fracasos de otros intentos por lograr la paz se constituyen en fundamento para soslayar las consecuencias de no tratar con diligencia las circunstancias inherentes en vigencia del Posconflicto.

 Al respecto La Fundación Ideas para la Paz y la Universidad de los Andes publicaron en abril del 2002 el libro Preparar el futuro: Conflicto y post-conflicto en Colombia, en el cual se esboza el tema y se retoman algunas ideas del entonces Secretario General de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Boutros Boutros-Ghali, según el cual la construcción de la paz consiste en “acciones dirigidas a identificar y apoyar estructuras tendientes a fortalecer y solidificar la paz para evitar una recaída al conflicto”. Asimismo, en este libro los autores proponen y trazan algunos temas estratégicos para la preparación del posconflicto en Colombia como:

 Apoyo a la recuperación del posconflicto: donde se encuentran actividades como atención humanitaria a las víctimas del conflicto, retorno y apoyo a poblaciones desplazadas, desmovilización. Temas económicos: subrayan temas como la participación del sector privado. La restauración de la capacidad del manejo económico, la generación de recursos y de empleo.

Temas políticos y de administración del Estado: anotan, entre otros, la adecuación y el fortalecimiento de las instituciones estatales, la forma de compartir el poder.

Temas judiciales: describen la restauración o la consolidación del Estado de derecho, la realización de comisiones para tratar diversos temas jurídicos.

Temas sociales: comentan de los procesos sociales de perdón y de reconciliación, acerca de grupos sociales vulnerables y el fomento al resurgimiento y consolidación de la sociedad civil.

Temas militares: describen la estrategia en el posconflicto, gasto militar, reinserción.

Temas internacionales: describen la consecución de recursos para el apoyo a la construcción de la paz, participación en facilitación, mediación y verificación.

 Negociar la Paz es un acto loable y necesario, la impunidad es inadmisible, la justicia debe prevalecer para encarar el Posconflicto dentro del marco de reparación a las víctimas y reconstrucción de la naciónen términos productivos, sociales y jurídicos,en procura de consolidar una paz duradera.