“En el nombre de Dios, pido paz, quiero paz y les deseo paz a todos aquellos que en paz quieren vivir”, fue la expresión con la que concluyó la estudiante de Becerril, Andrea Daza, en el acto de rechazo contra la violencia a los niños y niñas que se realizó en Codazzi en homenaje a las cuatro niñas, víctimas del abuso sexual en el Cesar en los últimos meses.

La manifestación a la que asistieron dirigentes políticos, líderes y lideresas del departamento del Cesar, sirvió como un acto de reflexión sobre la situación a que están expuestos los niños y niñas en el país.

Para el senador Félix Valera, hay que hacer un frente común para proteger a los mas débiles y vulnerables como lo son los niños “solidarizarme, primero con el dolor de esas madres y de esos padres que en estos hechos han perdido lo valioso que es un hijo, lo segundo es mandar un mensaje claro, que esta sociedad no puede seguir permitiendo que esos actos en contra de seres incapaces de defenderse por si mismo se puedan presentar, los niños no solamente son de sus padre y de su madre, los niños son de todo nosotros , pues los adultos tenemos la obligación, indistintamente de quien sea el niño de protegerlo”.

Frente al trabajo de su colega en el Congreso, aseguró estar comprometido con esa loable causa “nos vamos a volver aquí una embajada de la causa de la Gilma Jiménez, vamos a aprender lo que ella con mucha entereza vive que es esa pasión por proteger a la niñez”.

Mientras tanto la senadora Gilma Jiménez, lideresa de una causa que busca la prisión perpetua para los violadores considero el evento fue una muestra fehaciente del compromiso de la sociedad cesarense con los niños y niñas del país. “Hoy Codazzi y el Cesar le están dando un buen ejemplo a Colombia, porque le estamos dando la cara a una de las peores vergüenzas que vive la sociedad colombiana como lo es la violencia contra los niños y niñas, al Cesar le tocó poner una cuota este año supremamente dolorosa, pero de esto no se escapa ninguna región de Colombia; hoy venimos a ofrecerle disculpas a los niños y a las niñas por nuestra incapacidad como sociedad de brindarles las mínimas garantías, hasta de vivir”.

Quien no podía contener la emoción por el respaldo brindado en esos momentos de intenso dolor fue Elkin Romero, padre de Milagros Romero, la niña asesinada y violada en Codazzi.

“Sin duda alguna este acto lo conmueve a uno bastante porque se da cuenta que hay personas que lo están acompañando a uno en el momento del dolor por el que está pasando. Esto es algo que quedará en la historia, no se podrá olvidar nunca esta manifestación tan grande, no hay palabras para expresar todo lo que han hecho por nosotros, en verdad me siento agradecido por las palabras que han dicho los asistentes a este acto”.

También expresó no estar de acuerdo con la pena impuesta al asesino de su hija, pero reconoció que hay que aceptar la justicia. “Digamos que es una pena justa, pero deberían castigarlo más para que no se vuelva a repetir, como lo dije en el juzgado al finalizar la audiencia, debería ser la cadena perpetua, pero como la ley colombiana no llega hasta esa pena hay que ser conforme con la justicia”.

El evento se cerró con la participación del grupo coral de la UPC, los niños cantores de Codazzi y la pre Filarmónica de Becerril