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Columnista - 28 diciembre, 2012

El Gavilan Guacochero

No existe en toda la comarca vallenata un pueblo con mayor concentración de aves de corral y pájaros cantores que Guacoche. En cualquier patio del lugar es maravilloso escuchar el cacaraqueo de las gallinas criollas, al unísono con el graznido de los patos y los pavos y los gallitos Kiquiriquíes desafiando con su agudo canto […]

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No existe en toda la comarca vallenata un pueblo con mayor concentración de aves de corral y pájaros cantores que Guacoche.

En cualquier patio del lugar es maravilloso escuchar el cacaraqueo de las gallinas criollas, al unísono con el graznido de los patos y los pavos y los gallitos Kiquiriquíes desafiando con su agudo canto a los gallos carabinos o pescuezo pela’os hoy casi extinguidos, tratando todos de acompasar la hermosa sinfonía que entonan las aves cantoras haciendo lucir aquello como un verdadero paraíso ornitológico.

Recientemente en una visita que hacía Moisés Perea a su amigo ‘Chente’ Munive,  el notable juglar guacochero le llamó poderosamente la atención un gavilán tuerto, medio enclenque y manco de un ala con cicatrices en todo el cuerpo que en el patio peleaba un guineo maduro con una cotorra y después de engullírselo se trenzó a picotazos con una guacamaya  hasta que logró esquilmarle la media guanábana con que ésta merendaba.

 Con la natural curiosidad que esto le produjo ‘El Moi’ Se le acercó al maltrecho gavilán interrogándolo sobre su extraño hábito para alimentarse en un sitio donde el superávit de aves de  corto vuelo y pájaros silvestres era abundante y paradójicamente el plumífero andaba era pendiente de robarle un mango a una puerca que medio arisca gruñía en el patio.

El otrora peligroso rapaz le confesó sin tapujos: yo era el azote de los gallineros de esta región y cada vez que una gallina sacaba una  nidá de inmediato la chequeaba y cuando me le zambullía en picada desde arriba me iba  hasta con tres pollitos en cada garra, no pelaba un tiro y no me echaba vainas ni el  mismísimo gavilán mayor.

Pero hace un par de meses aquí donde Munive una gallina grande sacó una camada como de 40 polluelos que me alborotaron el ojo y el pico y de una me le lancé desde arriba dispuesto a comenzar la faena depredadora y darle rienda suelta a mi apetito.

Pero al tratar de agarrar la presa sentí como si me hubiera pateado una mula,¡que gallina pa’ tene fuerza en las canillas!, yo quedé medio privao y a punta de pico me sacó un ojo y me cortó por todas partes quebrándome un ala con una retreta de canillazos  que me pegó; como pude carrera a carrera me le escapé .

Varios días después que me repuse de aquella palera y atormentao por el hambre traté en un patio vecino de llevarme unos pollitos recién nacidos y allí me volvió a salir la gallina guapa pegándome otra escalabra y dejándome to’ espueliao.

La verdad es que no he podido entendé que haya una gallina tan fiera y con tanta fuerza como esa.

Como yo sé que si llego a intentar otra vez quitarle un pollo, esa anímala me mata yo he resuelto dejarme de eso y para sobrevivir me ha tocado aprender a comer frutas que por aquí hay en pila.

Me di gusto con la cosecha de aguacate y peruétano y ando buscando un chance para ir al Valle ya que  no puedo volar y hacer una dieta con palma africana pues me dicen que allí el corozo se pierde.

Después de escuchar el relato del pobre gavilán interrogué a ‘Chente’ sobre la gallina guapa y me confesó: lo que pasa es que yo tengo un gallo mampolón que lo capé y el se enculeca y saca pollitos y tu sabeí que no hay nada más peligroso que metese con los hijos de un maricón.

El gallo se Llama Teobaldo y yo se lo alquilo a los otros dueños de gallineros y te digo que ese ha sido el santo remedio pa’ defendernos  de los gavilanes que por aquí han terminado por volverse vegetarianos  gracias a las paleras que les ha pegao Teobaldo cada vez que se acercan con alguna triquiñuela.

Lo mejor de todo compadre ‘Moi’ es que como van las cosas, Guacoche será muy pronto el primer exportador de gallinas criollas que tendrá Colombia.

Un feliz año nuevo para todos los amigos de El Pilón.

Columnista
28 diciembre, 2012

El Gavilan Guacochero

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Julio C. Oñate M.

No existe en toda la comarca vallenata un pueblo con mayor concentración de aves de corral y pájaros cantores que Guacoche. En cualquier patio del lugar es maravilloso escuchar el cacaraqueo de las gallinas criollas, al unísono con el graznido de los patos y los pavos y los gallitos Kiquiriquíes desafiando con su agudo canto […]


No existe en toda la comarca vallenata un pueblo con mayor concentración de aves de corral y pájaros cantores que Guacoche.

En cualquier patio del lugar es maravilloso escuchar el cacaraqueo de las gallinas criollas, al unísono con el graznido de los patos y los pavos y los gallitos Kiquiriquíes desafiando con su agudo canto a los gallos carabinos o pescuezo pela’os hoy casi extinguidos, tratando todos de acompasar la hermosa sinfonía que entonan las aves cantoras haciendo lucir aquello como un verdadero paraíso ornitológico.

Recientemente en una visita que hacía Moisés Perea a su amigo ‘Chente’ Munive,  el notable juglar guacochero le llamó poderosamente la atención un gavilán tuerto, medio enclenque y manco de un ala con cicatrices en todo el cuerpo que en el patio peleaba un guineo maduro con una cotorra y después de engullírselo se trenzó a picotazos con una guacamaya  hasta que logró esquilmarle la media guanábana con que ésta merendaba.

 Con la natural curiosidad que esto le produjo ‘El Moi’ Se le acercó al maltrecho gavilán interrogándolo sobre su extraño hábito para alimentarse en un sitio donde el superávit de aves de  corto vuelo y pájaros silvestres era abundante y paradójicamente el plumífero andaba era pendiente de robarle un mango a una puerca que medio arisca gruñía en el patio.

El otrora peligroso rapaz le confesó sin tapujos: yo era el azote de los gallineros de esta región y cada vez que una gallina sacaba una  nidá de inmediato la chequeaba y cuando me le zambullía en picada desde arriba me iba  hasta con tres pollitos en cada garra, no pelaba un tiro y no me echaba vainas ni el  mismísimo gavilán mayor.

Pero hace un par de meses aquí donde Munive una gallina grande sacó una camada como de 40 polluelos que me alborotaron el ojo y el pico y de una me le lancé desde arriba dispuesto a comenzar la faena depredadora y darle rienda suelta a mi apetito.

Pero al tratar de agarrar la presa sentí como si me hubiera pateado una mula,¡que gallina pa’ tene fuerza en las canillas!, yo quedé medio privao y a punta de pico me sacó un ojo y me cortó por todas partes quebrándome un ala con una retreta de canillazos  que me pegó; como pude carrera a carrera me le escapé .

Varios días después que me repuse de aquella palera y atormentao por el hambre traté en un patio vecino de llevarme unos pollitos recién nacidos y allí me volvió a salir la gallina guapa pegándome otra escalabra y dejándome to’ espueliao.

La verdad es que no he podido entendé que haya una gallina tan fiera y con tanta fuerza como esa.

Como yo sé que si llego a intentar otra vez quitarle un pollo, esa anímala me mata yo he resuelto dejarme de eso y para sobrevivir me ha tocado aprender a comer frutas que por aquí hay en pila.

Me di gusto con la cosecha de aguacate y peruétano y ando buscando un chance para ir al Valle ya que  no puedo volar y hacer una dieta con palma africana pues me dicen que allí el corozo se pierde.

Después de escuchar el relato del pobre gavilán interrogué a ‘Chente’ sobre la gallina guapa y me confesó: lo que pasa es que yo tengo un gallo mampolón que lo capé y el se enculeca y saca pollitos y tu sabeí que no hay nada más peligroso que metese con los hijos de un maricón.

El gallo se Llama Teobaldo y yo se lo alquilo a los otros dueños de gallineros y te digo que ese ha sido el santo remedio pa’ defendernos  de los gavilanes que por aquí han terminado por volverse vegetarianos  gracias a las paleras que les ha pegao Teobaldo cada vez que se acercan con alguna triquiñuela.

Lo mejor de todo compadre ‘Moi’ es que como van las cosas, Guacoche será muy pronto el primer exportador de gallinas criollas que tendrá Colombia.

Un feliz año nuevo para todos los amigos de El Pilón.