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Columnista - 19 diciembre, 2012

Ecos de una voz

  Por Celso Guerra GutiérrezUno de los adelantos tecnológicos que más progreso le ha traído  a la humanidad ha sido el espectro electromagnético, ya que  por medio de uno de sus componentes, la radio,  tenemos acceso masivamente  a la información desde todos los rincones del mundo, además de recreación para nuestro espíritu.La  radio irrumpe en […]

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  Por Celso Guerra Gutiérrez
Uno de los adelantos tecnológicos que más progreso le ha traído  a la humanidad ha sido el espectro electromagnético, ya que  por medio de uno de sus componentes, la radio,  tenemos acceso masivamente  a la información desde todos los rincones del mundo, además de recreación para nuestro espíritu.
La  radio irrumpe en nuestro país en 1929, cuando el señor ElíasPellet Buitrago, funda en La Arenosa, La Voz de Barranquilla, dando así apertura al conocimiento y a la cultura  masiva a través de las ondas hertzianas que muy lentamente se propagaron por nuestro país.
Este adelanto en nuestra región, trajo consigo nuevas actividades dentro de este renglón de la incipiente comunicación en Colombia como fue la propagación de la voz, la locución y una nueva modalidad de periodismo.
La experiencia de Barranquilla, fue copiada en diferentes lugares de nuestra geografía nacional y nacieron emisoras de radio  emblemáticas por toda Colombia,  porque su programación local o regional  cautivaba a la embelesada audiencia, el solo nombre de la estación connotaba el orgullo que se siente por el terruño.
Es así comoescuchábamos a través del dial, en nuestra ya lejana adolescencia, potentes emisoras de lejanas tierras colombianas como, La Voz del Rio Cauca, de  Cali;  Emisoras Nueva Granada, Nuevo Mundo, Radio Santafé, en Bogota;La Voz de Antioquia, Medellín; entre otras,además de algunas emisoras del hermano país  Bolivariano, que entraban aquí como Pedro por su casa.
Este adelanto de la tecnología, nos llega a Valledupar formalmente, en 1957, cuando el manizalita Germán Aristizabal, con mucha visión radial funda a la pionera de las emisoras en el Valle, Radio Valledupar, con 1 kilovatio de potencia y sintonizada en el mismo dial, donde está en estos momentos1050.
En 1963, El ex capitán  de la policía, Manuel Pineda Bastidas, un samario establecido en este terruño, comienza a irradiar  desde el 30 de agosto de ese año, en el Valle de Upar, la señal  de la más emblemática y prestigiosa emisora de radio de esta localidad, Radio Guatapurí, que inicio emisión, con 1 kilowatio de potencia en el dial 1040.
El mismo don Germán Aristizabal, después de negociar a Radio Valledupar, con un consorcio de empresarios de la región,  nos regala en 1969, otra de las frecuencias que fue orgullo de los vallenatos, La Voz del Cesar,  sus estudios funcionaron en la vía a la Pedregosa y sus oficinas en la plaza Alfonso López, desde donde esporádicamente se emitían algunas emisiones.
Hasta  1974, los vallenatos deciden inmiscuirse de lleno, en el negocio de la radiodifusión  y es cuando una de las familias más prestantes de esta ciudad, Los Campo Soto,  el 30 de Noviembre del mismo año, emiten  por primera vez la señal de Ondas de Macondo,la emisora más moderna que tecnológica  y estructuralmente  se haya diseñado  especialmente para esta función desde sus inicios  en Valledupar.
Ocho años más tarde, el ex contralor Aníbal Martínez Zuleta, pensando más en su porvenir político que sentido  radial, crea La Voz del Cañahuate, una de las frecuencias de radio que más polémica surtió en este ámbito en su  momento, por la potencia de su moderno transmisor  “Continental” 50 Kilovatios, estado sólido, que preocupó al gerente propietario de Radio Guatapuri, por el alcance de la nueva propuesta radial.
Qué equivocadas estábamos las personas que hemos vivido modestamente por años de este oficio, al pensar que la competencia radial era local y que esta  nos quitaría oportunidades, no visionamos que el peligro era externo, que nos venía de Bogotá, producto del monopolio de las comunicaciones encarnado en Caracol, Todelar, RCN, y otros sistemas de comunicación que poco a poco se apoderaron de toda la banda AMde la región,con excepción de Radio Guatapurí, para  imponernos su cultura paramuna  y de paso arrasar  con fuentes de trabajo locales,  como ya ocurrió  hace muchísimos  años,cuando la Cadena Radial Caracol, se apoderó de Radio Valledupar, cerrando programas  locales y acabando inclusive con la razón social de esta emisora, con la cual teníamos muchísimo sentido de pertenencia.
Más tarde regresa el engendro del monopolio radial a Valledupar, en esta ocasión el de la familia Ardila Lule,  encarnado en RCN quien desplaza a los empleados de la Voz del Cesar, al comprar esta emisora  e imponen su programación triste y  nevosa  desde la fría y distante Bogotá.Con la irrupción de los capitalinos depredadores del dial local,desaparece el nombre de esta empresa radial y parte de nuestra cultura.
Todelar también quería parte del ponqué radial vallenato, pero muy sabiamente, Radio Guatapurí  esquivó el golpe que esta cadena quería asestar a la cultura vallenata y únicamente se ofreció 10 minutos del noticiero y segmentos de la programación de los domingos.
Pero Todelar la cadena del lorito,logra su propósito, en 1982, cuando se hace filial de la ya moribunda, Ondas de Macondo y termina colonizando la mayoría de la programación radial de esta emisora, que duró poco tiempo en el aire.
Hoy, este tipo de situaciones las  creíamos superadas, pero vemos con desesperanza, como se repite la historia, de la colonización radial, de la invasión al dial por agentes de la transculturización, del desplazamiento de nuestros colegas,  que ven un porvenir incierto, porque los españoles del grupo “Prisa” dueños de Caracol Radio y W Radio son los nuevos propietarios de“la frecuencia fronteriza” de La Voz del Cañahuate, desde el próximo 1 de enero de 2013,esta emisora se  convertirá en una repetidora de la W.
Este nuevo desacierto, de entregarle nuestra frecuencia radial de una de las más importantes emisoras de Valledupar a depredadores de este medio,  sin duda traerá consecuencias.
Para nuestra tranquilidad  no conozco  ninguna  emisora que se haya convertido en repetidora de estos monopolios, que sea líder en ninguna parte del país, siempre se impone la programación local, para la muestra en Valledupar, Radio Guatapurí.

Columnista
19 diciembre, 2012

Ecos de una voz

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Celso Guerra Gutiérrez

  Por Celso Guerra GutiérrezUno de los adelantos tecnológicos que más progreso le ha traído  a la humanidad ha sido el espectro electromagnético, ya que  por medio de uno de sus componentes, la radio,  tenemos acceso masivamente  a la información desde todos los rincones del mundo, además de recreación para nuestro espíritu.La  radio irrumpe en […]


  Por Celso Guerra Gutiérrez
Uno de los adelantos tecnológicos que más progreso le ha traído  a la humanidad ha sido el espectro electromagnético, ya que  por medio de uno de sus componentes, la radio,  tenemos acceso masivamente  a la información desde todos los rincones del mundo, además de recreación para nuestro espíritu.
La  radio irrumpe en nuestro país en 1929, cuando el señor ElíasPellet Buitrago, funda en La Arenosa, La Voz de Barranquilla, dando así apertura al conocimiento y a la cultura  masiva a través de las ondas hertzianas que muy lentamente se propagaron por nuestro país.
Este adelanto en nuestra región, trajo consigo nuevas actividades dentro de este renglón de la incipiente comunicación en Colombia como fue la propagación de la voz, la locución y una nueva modalidad de periodismo.
La experiencia de Barranquilla, fue copiada en diferentes lugares de nuestra geografía nacional y nacieron emisoras de radio  emblemáticas por toda Colombia,  porque su programación local o regional  cautivaba a la embelesada audiencia, el solo nombre de la estación connotaba el orgullo que se siente por el terruño.
Es así comoescuchábamos a través del dial, en nuestra ya lejana adolescencia, potentes emisoras de lejanas tierras colombianas como, La Voz del Rio Cauca, de  Cali;  Emisoras Nueva Granada, Nuevo Mundo, Radio Santafé, en Bogota;La Voz de Antioquia, Medellín; entre otras,además de algunas emisoras del hermano país  Bolivariano, que entraban aquí como Pedro por su casa.
Este adelanto de la tecnología, nos llega a Valledupar formalmente, en 1957, cuando el manizalita Germán Aristizabal, con mucha visión radial funda a la pionera de las emisoras en el Valle, Radio Valledupar, con 1 kilovatio de potencia y sintonizada en el mismo dial, donde está en estos momentos1050.
En 1963, El ex capitán  de la policía, Manuel Pineda Bastidas, un samario establecido en este terruño, comienza a irradiar  desde el 30 de agosto de ese año, en el Valle de Upar, la señal  de la más emblemática y prestigiosa emisora de radio de esta localidad, Radio Guatapurí, que inicio emisión, con 1 kilowatio de potencia en el dial 1040.
El mismo don Germán Aristizabal, después de negociar a Radio Valledupar, con un consorcio de empresarios de la región,  nos regala en 1969, otra de las frecuencias que fue orgullo de los vallenatos, La Voz del Cesar,  sus estudios funcionaron en la vía a la Pedregosa y sus oficinas en la plaza Alfonso López, desde donde esporádicamente se emitían algunas emisiones.
Hasta  1974, los vallenatos deciden inmiscuirse de lleno, en el negocio de la radiodifusión  y es cuando una de las familias más prestantes de esta ciudad, Los Campo Soto,  el 30 de Noviembre del mismo año, emiten  por primera vez la señal de Ondas de Macondo,la emisora más moderna que tecnológica  y estructuralmente  se haya diseñado  especialmente para esta función desde sus inicios  en Valledupar.
Ocho años más tarde, el ex contralor Aníbal Martínez Zuleta, pensando más en su porvenir político que sentido  radial, crea La Voz del Cañahuate, una de las frecuencias de radio que más polémica surtió en este ámbito en su  momento, por la potencia de su moderno transmisor  “Continental” 50 Kilovatios, estado sólido, que preocupó al gerente propietario de Radio Guatapuri, por el alcance de la nueva propuesta radial.
Qué equivocadas estábamos las personas que hemos vivido modestamente por años de este oficio, al pensar que la competencia radial era local y que esta  nos quitaría oportunidades, no visionamos que el peligro era externo, que nos venía de Bogotá, producto del monopolio de las comunicaciones encarnado en Caracol, Todelar, RCN, y otros sistemas de comunicación que poco a poco se apoderaron de toda la banda AMde la región,con excepción de Radio Guatapurí, para  imponernos su cultura paramuna  y de paso arrasar  con fuentes de trabajo locales,  como ya ocurrió  hace muchísimos  años,cuando la Cadena Radial Caracol, se apoderó de Radio Valledupar, cerrando programas  locales y acabando inclusive con la razón social de esta emisora, con la cual teníamos muchísimo sentido de pertenencia.
Más tarde regresa el engendro del monopolio radial a Valledupar, en esta ocasión el de la familia Ardila Lule,  encarnado en RCN quien desplaza a los empleados de la Voz del Cesar, al comprar esta emisora  e imponen su programación triste y  nevosa  desde la fría y distante Bogotá.Con la irrupción de los capitalinos depredadores del dial local,desaparece el nombre de esta empresa radial y parte de nuestra cultura.
Todelar también quería parte del ponqué radial vallenato, pero muy sabiamente, Radio Guatapurí  esquivó el golpe que esta cadena quería asestar a la cultura vallenata y únicamente se ofreció 10 minutos del noticiero y segmentos de la programación de los domingos.
Pero Todelar la cadena del lorito,logra su propósito, en 1982, cuando se hace filial de la ya moribunda, Ondas de Macondo y termina colonizando la mayoría de la programación radial de esta emisora, que duró poco tiempo en el aire.
Hoy, este tipo de situaciones las  creíamos superadas, pero vemos con desesperanza, como se repite la historia, de la colonización radial, de la invasión al dial por agentes de la transculturización, del desplazamiento de nuestros colegas,  que ven un porvenir incierto, porque los españoles del grupo “Prisa” dueños de Caracol Radio y W Radio son los nuevos propietarios de“la frecuencia fronteriza” de La Voz del Cañahuate, desde el próximo 1 de enero de 2013,esta emisora se  convertirá en una repetidora de la W.
Este nuevo desacierto, de entregarle nuestra frecuencia radial de una de las más importantes emisoras de Valledupar a depredadores de este medio,  sin duda traerá consecuencias.
Para nuestra tranquilidad  no conozco  ninguna  emisora que se haya convertido en repetidora de estos monopolios, que sea líder en ninguna parte del país, siempre se impone la programación local, para la muestra en Valledupar, Radio Guatapurí.