Los niños que habitan en el barrio Villa Maruámake se reúnen todos los días en una cancha de banquitas improvisada debajo de las torres de energía donde hacen uso de su tiempo libre con el desarrollo de un campeonato que organizó la Junta de Acción Comunal.
Los niños que habitan en el barrio Villa Maruámake se reúnen todos los días en una cancha de banquitas improvisada debajo de las torres de energía donde hacen uso de su tiempo libre con el desarrollo de un campeonato que organizó la Junta de Acción Comunal.
La alegría de cada uno de los pequeñines contrasta con la preocupación de los padres de familia debido a que sus hijos juegan debajo de miles de vatios de energía, expuestos a enfermedades por causa de la radiación y cuando llueve cualquier objeto metálico que tocan les produce corriente eléctrica.
Como el sector carece de una cancha o un parque recreacional, Ronald Gándara, coordinador deportivo de la junta de acción comunal acondicionó la cancha en plena calle, donde los niños disfrutan haciendo deporte. “Era una calle perdida que había quedado llena de escombros y montes debido a que la empresa ISA compró varias de sus casas, las que luego derrumbó acogiendo los requerimientos legales que indicaban que al lado y lado desde donde se extienden las líneas de transmisión de energía no podían estar ubicada ninguna viviendas”, dice Ronald Gándara, quien pide ayuda a Indupal y Serdeportes para dotar a los niños de implementos deportivos.
Fue por la necesidad de recrear y activar a los niños más vulnerables de la comunidad de Villa Maruamake lo que llevó a los líderes del sector a utilizar el espacio abandonado, teniendo de testigos las redes que van por encima y que traen la energía desde Sabanalarga Atlántico.
Todos los días se reúnen a jugar allí, los pequeños deportistas, motivados por las jugadas geniales que ven por televisión de Falcao, Messi o Cristiano Ronaldo, pero con el riesgo por estar debajo de cientos de miles de voltios, sin embargo esto no les impide jugar en su mundo lleno de inocencia.
Vienen las fiestas
Este campeonato de banquitas hace parte de las actividades programadas en las fiestas de celebración del aniversario del barrio, fijadas para terminar el domingo 16 de diciembre. Para cumplir con lo pactado los miembros de la Junta de Acción Comunal buscan el apoyo de Indupal, entidad de la que esperan les fomente el domingo 16 una especie de recreovía, donde incluyan pruebas atléticas, ciclísticas, velada boxística, que se sumen al torneo de banquitas que se viene haciendo, así sea con unos arcos remendados.
“A nosotros lo que nos importa es que los niños hagan deporte, teníamos un balón que nos dio Indupal y ya se dañó, esperamos que nos presten unos arcos portátiles para realizar un campeonato de micro”, dijo Gándara, el coordinador deportivo.
Este dirigente no solo organiza el torneo, sino que también le toca hacer de técnico de cada uno de los equipos y hasta pitar los partidos.
“Hago todo esto para que la juventud del barrio se dedique al deportes, no tenemos una cancha, pero aquí podemos jugar los partidos”, dijo mientras arregla el único balón con que cuentan.
Villa Maruamake fue noticia durante buena parte del año 2012 ante la falta de agua de sus habitantes, los que debieron comprar pequeñas turbinas y levantarse a media noche para solucionar un poco la falta del líquido vital.
El problema del agua ya fue solucionado, tal vez por ello y en medio del jolgorio, los niños empezaron a hacer deporte en estas vacaciones, que les permite correr detrás de un balón debajo de las redes eléctricas.
Los niños que habitan en el barrio Villa Maruámake se reúnen todos los días en una cancha de banquitas improvisada debajo de las torres de energía donde hacen uso de su tiempo libre con el desarrollo de un campeonato que organizó la Junta de Acción Comunal.
Los niños que habitan en el barrio Villa Maruámake se reúnen todos los días en una cancha de banquitas improvisada debajo de las torres de energía donde hacen uso de su tiempo libre con el desarrollo de un campeonato que organizó la Junta de Acción Comunal.
La alegría de cada uno de los pequeñines contrasta con la preocupación de los padres de familia debido a que sus hijos juegan debajo de miles de vatios de energía, expuestos a enfermedades por causa de la radiación y cuando llueve cualquier objeto metálico que tocan les produce corriente eléctrica.
Como el sector carece de una cancha o un parque recreacional, Ronald Gándara, coordinador deportivo de la junta de acción comunal acondicionó la cancha en plena calle, donde los niños disfrutan haciendo deporte. “Era una calle perdida que había quedado llena de escombros y montes debido a que la empresa ISA compró varias de sus casas, las que luego derrumbó acogiendo los requerimientos legales que indicaban que al lado y lado desde donde se extienden las líneas de transmisión de energía no podían estar ubicada ninguna viviendas”, dice Ronald Gándara, quien pide ayuda a Indupal y Serdeportes para dotar a los niños de implementos deportivos.
Fue por la necesidad de recrear y activar a los niños más vulnerables de la comunidad de Villa Maruamake lo que llevó a los líderes del sector a utilizar el espacio abandonado, teniendo de testigos las redes que van por encima y que traen la energía desde Sabanalarga Atlántico.
Todos los días se reúnen a jugar allí, los pequeños deportistas, motivados por las jugadas geniales que ven por televisión de Falcao, Messi o Cristiano Ronaldo, pero con el riesgo por estar debajo de cientos de miles de voltios, sin embargo esto no les impide jugar en su mundo lleno de inocencia.
Vienen las fiestas
Este campeonato de banquitas hace parte de las actividades programadas en las fiestas de celebración del aniversario del barrio, fijadas para terminar el domingo 16 de diciembre. Para cumplir con lo pactado los miembros de la Junta de Acción Comunal buscan el apoyo de Indupal, entidad de la que esperan les fomente el domingo 16 una especie de recreovía, donde incluyan pruebas atléticas, ciclísticas, velada boxística, que se sumen al torneo de banquitas que se viene haciendo, así sea con unos arcos remendados.
“A nosotros lo que nos importa es que los niños hagan deporte, teníamos un balón que nos dio Indupal y ya se dañó, esperamos que nos presten unos arcos portátiles para realizar un campeonato de micro”, dijo Gándara, el coordinador deportivo.
Este dirigente no solo organiza el torneo, sino que también le toca hacer de técnico de cada uno de los equipos y hasta pitar los partidos.
“Hago todo esto para que la juventud del barrio se dedique al deportes, no tenemos una cancha, pero aquí podemos jugar los partidos”, dijo mientras arregla el único balón con que cuentan.
Villa Maruamake fue noticia durante buena parte del año 2012 ante la falta de agua de sus habitantes, los que debieron comprar pequeñas turbinas y levantarse a media noche para solucionar un poco la falta del líquido vital.
El problema del agua ya fue solucionado, tal vez por ello y en medio del jolgorio, los niños empezaron a hacer deporte en estas vacaciones, que les permite correr detrás de un balón debajo de las redes eléctricas.