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Columnista - 13 diciembre, 2012

Valledupar Como Vamos: 2013

Por José Gregorio Díaz* Este año por terminar nos deja interesantes ejercicios de planificación como vía de soluciones a los problemas de la ciudad.Primero el Plan de Desarrollo ‘Hacia la Transformación de Valledupar 2012 – 2015’, que pretende realizar grandes y ambiciosos cambios en las dimensiones de ciudad y municipio en un diseño del que […]

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Por José Gregorio Díaz*

Este año por terminar nos deja interesantes ejercicios de planificación como vía de soluciones a los problemas de la ciudad.Primero el Plan de Desarrollo ‘Hacia la Transformación de Valledupar 2012 – 2015’, que pretende realizar grandes y ambiciosos cambios en las dimensiones de ciudad y municipio en un diseño del que hace tiempo no aprovechábamos desde que tenemos derecho a proyectar nuestras decisiones como ente territorial.

Por otro lado está el ejercicio inconcluso pero muy valioso del ‘Plan Integral de Desarrollo Metropolitano 2013 -2023’ de MetropoliUpar, que posee un diagnóstico multidimensional que merece ser apropiado por los municipios que conforman este ejercicio liderado por la administración Socarras Reales.

Un tema de convergencia de ambos ejercicios hacia la ciudad de Valledupar es el tema del estado de nuestros servicios ambientales, pues aunque el estado de deterioro de nuestros ecosistemas son más detallados en el ejercicio de los expertos que asesoran MetropoliUpar, es de suma importancia concientizar a los habitantes del casco urbano de Valledupar que tendríamos que realizar importantes implementos de contingencia y adaptación al cambio climático que solo se escuchan en voces aisladas. Un grupo de investigadores asociados al PNUD realiza un serio estudio de predicción sobre el proceso acelerado de desertificación en la cuenca del río Cesar que por efecto de la actividad minera se ha acelerado sobre los sistemas naturales que nos brindan vida. Ejercicio poco conocido por todos los estamentos que realizamos producción y consumo de bienes y servicios y de la velocidad, frecuencia en que hacemos estas transacciones consideradas como “sociales” y no como “sostenibles”.

En el año 2011 producimos 110.768,71 toneladas de basura para un promedio de 9.200 toneladas mensuales o 300 toneladas diarias, que reposan en rellenos sanitarios ubicados en la cuenca del río Guatapurí, de las cuales no se conoce cuál es el volumen que recupera la concesión a manos de INTERASEO que está conectada con una red industrial que aprovecha estos recursos como materia prima de otros procesos.

Por otro lado, las cooperativas de reciclaje promedian 700 toneladas de aprovechables en un año normal. Pero es triste que la administración esté obviando en el gobierno de la participación comunitaria, la necesidad de inculcar la cultura del reciclaje en los hogares y empresas de la ciudad, con una creciente población de familias dedicadas a recorrer las calles y esculcar las bolsas de basura para buscar un sostén diario en las residuos no clasificados de los hogares y empresas. Un empleo informal que nos indica que estamos en las realidades de las ciudades globalizadas y caras, pero que no poseemos soluciones implantadas por ellas y que no conducen a esconder a estas personas, sino a vincular a todos los responsables en el consumo de ciudad. Desaprovechamos el uso moderno de las basuras como generador de materia prima y energía, a los profesionales de biología y química así como a los educandos que se pueden incitar a la vida científica que hoy realizan en economías urbanas para solucionar estos problemas y generar emprendimientos de valor.

*Coordinador del Programa Valledupar Como Vamos.

Columnista
13 diciembre, 2012

Valledupar Como Vamos: 2013

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
José Gregorio Díaz Calderón

Por José Gregorio Díaz* Este año por terminar nos deja interesantes ejercicios de planificación como vía de soluciones a los problemas de la ciudad.Primero el Plan de Desarrollo ‘Hacia la Transformación de Valledupar 2012 – 2015’, que pretende realizar grandes y ambiciosos cambios en las dimensiones de ciudad y municipio en un diseño del que […]


Por José Gregorio Díaz*

Este año por terminar nos deja interesantes ejercicios de planificación como vía de soluciones a los problemas de la ciudad.Primero el Plan de Desarrollo ‘Hacia la Transformación de Valledupar 2012 – 2015’, que pretende realizar grandes y ambiciosos cambios en las dimensiones de ciudad y municipio en un diseño del que hace tiempo no aprovechábamos desde que tenemos derecho a proyectar nuestras decisiones como ente territorial.

Por otro lado está el ejercicio inconcluso pero muy valioso del ‘Plan Integral de Desarrollo Metropolitano 2013 -2023’ de MetropoliUpar, que posee un diagnóstico multidimensional que merece ser apropiado por los municipios que conforman este ejercicio liderado por la administración Socarras Reales.

Un tema de convergencia de ambos ejercicios hacia la ciudad de Valledupar es el tema del estado de nuestros servicios ambientales, pues aunque el estado de deterioro de nuestros ecosistemas son más detallados en el ejercicio de los expertos que asesoran MetropoliUpar, es de suma importancia concientizar a los habitantes del casco urbano de Valledupar que tendríamos que realizar importantes implementos de contingencia y adaptación al cambio climático que solo se escuchan en voces aisladas. Un grupo de investigadores asociados al PNUD realiza un serio estudio de predicción sobre el proceso acelerado de desertificación en la cuenca del río Cesar que por efecto de la actividad minera se ha acelerado sobre los sistemas naturales que nos brindan vida. Ejercicio poco conocido por todos los estamentos que realizamos producción y consumo de bienes y servicios y de la velocidad, frecuencia en que hacemos estas transacciones consideradas como “sociales” y no como “sostenibles”.

En el año 2011 producimos 110.768,71 toneladas de basura para un promedio de 9.200 toneladas mensuales o 300 toneladas diarias, que reposan en rellenos sanitarios ubicados en la cuenca del río Guatapurí, de las cuales no se conoce cuál es el volumen que recupera la concesión a manos de INTERASEO que está conectada con una red industrial que aprovecha estos recursos como materia prima de otros procesos.

Por otro lado, las cooperativas de reciclaje promedian 700 toneladas de aprovechables en un año normal. Pero es triste que la administración esté obviando en el gobierno de la participación comunitaria, la necesidad de inculcar la cultura del reciclaje en los hogares y empresas de la ciudad, con una creciente población de familias dedicadas a recorrer las calles y esculcar las bolsas de basura para buscar un sostén diario en las residuos no clasificados de los hogares y empresas. Un empleo informal que nos indica que estamos en las realidades de las ciudades globalizadas y caras, pero que no poseemos soluciones implantadas por ellas y que no conducen a esconder a estas personas, sino a vincular a todos los responsables en el consumo de ciudad. Desaprovechamos el uso moderno de las basuras como generador de materia prima y energía, a los profesionales de biología y química así como a los educandos que se pueden incitar a la vida científica que hoy realizan en economías urbanas para solucionar estos problemas y generar emprendimientos de valor.

*Coordinador del Programa Valledupar Como Vamos.