Por Jaime Bonet Hace un par de semanas Rodolfo Quintero Romero invitaba en su columna a alcanzar un gran acuerdo por Valledupar, que permitiera identificar, con la mayor participación posible, una visión de ciudad que se convierta en la carta de navegación de sus gobernantes. La propuesta me pareció interesante porque desde hace un par […]
Por Jaime Bonet
Hace un par de semanas Rodolfo Quintero Romero invitaba en su columna a alcanzar un gran acuerdo por Valledupar, que permitiera identificar, con la mayor participación posible, una visión de ciudad que se convierta en la carta de navegación de sus gobernantes. La propuesta me pareció interesante porque desde hace un par de años la ciudad camina sin un norte claro y el mayor daño al desarrollo local probablemente son las malas políticas públicas. Me animé a escribir estas letras con el propósito de expresar algunas ideas que espero puedan contribuir a este debate.
En primer lugar, me parece que es necesario el ejercicio de encontrar esa visión de largo plazo para la ciudad que sea el hilo conductor de la planificación de Valledupar en los próximos años. Sin embargo, creo igualmente importante que en un corto plazo se identifiquen aquellas obras prioritarias para la ciudad, de tal forma que su implementación permita cambiar la tendencia de deterioro en el bienestar local en los próximos dos años. Me preocupa que la ciudad inicie un proceso de planificación de largo plazo que puede tomar tiempo, mientras que continua el deterioro de las condiciones de vida de sus habitantes. La situación actual requiere acciones concretas y de impacto rápido que envié un mensaje claro de cambio a la ciudadanía.
La idea central es que el gran acuerdo se inicie en una primera etapa en la materialización de algunas obras prioritarias que la ciudad necesita y que la realidad las hace manifiestas. Me atrevo a identificar tres áreas fundamentales: movilidad, agua y seguridad ciudadana. Apuntarle a estos tres aspectos en los próximos dos años permitiría mostrar un cambio rápido de la realidad actual.
Es evidente que Valledupar necesita una política pública de movilidad ciudadana que involucre mejoras en la infraestructura vialy el diseño de un adecuado sistema de transporte público.También se requiere recuperar a EMDUPAR. Si algo hacia a Valledupar diferente al resto de la Costa, cuando era una sorpresa Caribe, era su buen servicio de agua y alcantarillado. Finalmente, los vallenatos sufren de problemas serios de seguridad que deterioran su calidad de vida significativamente.
Existen una serie de argumentos que justifican una rápida intervención en las áreas mencionadas. Una es que el acceso generalizado a estos servicios y bienes públicos se convierte en la mejor política de redistribución del ingreso que puede dar el gobierno: asegurar el suministro de ellos sin importar la riqueza de sus ciudadanos.Además, si se quiere que la ciudad sea atractiva a la inversión, se necesita una ciudad con buenos servicios e infraestructura que atraiga a empresas y personas a localizarse en ella.
Hay que iniciar esta tarea del gran acuerdo bajo la tutela del gobierno local con una estrategia muy incluyente de los distintos sectores de la ciudad. El buen momento de popularidad que vive el Alcalde Socarrás lo deja en una muy buena posición para comenzar este trabajo.
Por Jaime Bonet Hace un par de semanas Rodolfo Quintero Romero invitaba en su columna a alcanzar un gran acuerdo por Valledupar, que permitiera identificar, con la mayor participación posible, una visión de ciudad que se convierta en la carta de navegación de sus gobernantes. La propuesta me pareció interesante porque desde hace un par […]
Por Jaime Bonet
Hace un par de semanas Rodolfo Quintero Romero invitaba en su columna a alcanzar un gran acuerdo por Valledupar, que permitiera identificar, con la mayor participación posible, una visión de ciudad que se convierta en la carta de navegación de sus gobernantes. La propuesta me pareció interesante porque desde hace un par de años la ciudad camina sin un norte claro y el mayor daño al desarrollo local probablemente son las malas políticas públicas. Me animé a escribir estas letras con el propósito de expresar algunas ideas que espero puedan contribuir a este debate.
En primer lugar, me parece que es necesario el ejercicio de encontrar esa visión de largo plazo para la ciudad que sea el hilo conductor de la planificación de Valledupar en los próximos años. Sin embargo, creo igualmente importante que en un corto plazo se identifiquen aquellas obras prioritarias para la ciudad, de tal forma que su implementación permita cambiar la tendencia de deterioro en el bienestar local en los próximos dos años. Me preocupa que la ciudad inicie un proceso de planificación de largo plazo que puede tomar tiempo, mientras que continua el deterioro de las condiciones de vida de sus habitantes. La situación actual requiere acciones concretas y de impacto rápido que envié un mensaje claro de cambio a la ciudadanía.
La idea central es que el gran acuerdo se inicie en una primera etapa en la materialización de algunas obras prioritarias que la ciudad necesita y que la realidad las hace manifiestas. Me atrevo a identificar tres áreas fundamentales: movilidad, agua y seguridad ciudadana. Apuntarle a estos tres aspectos en los próximos dos años permitiría mostrar un cambio rápido de la realidad actual.
Es evidente que Valledupar necesita una política pública de movilidad ciudadana que involucre mejoras en la infraestructura vialy el diseño de un adecuado sistema de transporte público.También se requiere recuperar a EMDUPAR. Si algo hacia a Valledupar diferente al resto de la Costa, cuando era una sorpresa Caribe, era su buen servicio de agua y alcantarillado. Finalmente, los vallenatos sufren de problemas serios de seguridad que deterioran su calidad de vida significativamente.
Existen una serie de argumentos que justifican una rápida intervención en las áreas mencionadas. Una es que el acceso generalizado a estos servicios y bienes públicos se convierte en la mejor política de redistribución del ingreso que puede dar el gobierno: asegurar el suministro de ellos sin importar la riqueza de sus ciudadanos.Además, si se quiere que la ciudad sea atractiva a la inversión, se necesita una ciudad con buenos servicios e infraestructura que atraiga a empresas y personas a localizarse en ella.
Hay que iniciar esta tarea del gran acuerdo bajo la tutela del gobierno local con una estrategia muy incluyente de los distintos sectores de la ciudad. El buen momento de popularidad que vive el Alcalde Socarrás lo deja en una muy buena posición para comenzar este trabajo.