Melvin Enrique Rivero Guerra y Oscar Alexander Jaramillo Torres del colectivo Aguante, consideran que el arte como intervención social puede promover la construcción de una sociedad más amable a través de las manifestaciones culturales. Ellos son el colectivo Aguante y hacen parte del grupo de artistas invitados al 14 Salón Regional de Artistas del Caribe que exhiben su trabajo en la biblioteca Rafael Carrillo Lúquez.

Esta es la primera vez que participan en un Salón regional pero desde hace un tiempo este grupo integrado por artistas plásticos, poetas y diseñadores gráficos de sur del departamento, se encuentran en el municipio de Gamarra donde hacen acciones con elementos del medio en las que involucran a la comunidad.
Con estas acciones buscan generar conversatorios sobre la realidad social, las vivencias de la gente para que se integren en el ejercicio artístico y aprende a ver y a leer las cosas de otra manera, y a vivir momentos estéticos. “Queremos romper aquellos esquemas de la cotidianidad que han sido trazados desde hace mucho tiempo”, afirma Melvin.
Una muestra de su trabajo es la obra que está expuesta en la Biblioteca Departamental, en la que involucraron a pescadores de la región. “Hace poco hicimos unas acciones con los pescadores de un corregimiento de Gamarra: Los invitamos a construir una balsa grande entre todos, colocamos una sillita y un televisor, les tomamos fotografías y construimos un escenario con el que iniciamos una conversación sobre sus vivencias, la importancia de cuidar el medio ambiente”, sostiene Oscar.
Por su parte, Melvin explica que hay una cantidad de elementos del arte en función de la construcción social que ha permitido incluir a la comunidad de una manera espontanea y sencilla, que permite que ellos puedan expresar su opinión sobre esos temas.
Otro de los trabajos que tuvo éxito dentro de la comunidad de Gamarra fue un superhéroe que construyeron el año pasado en época de campaña electoral al que llamaron “Garraman” un pescado bocachico que tenía su propia propuesta política, salida totalmente del contexto, que se basaba en abrazos y en el buen trato para mejorar la calidad de vida de la comunidad.
“Es la misma gente la que se de cuenta a través de esa acciones, que hay una mejor forma de convivir y de generar paz y conciencia ciudadana. Ese es el arte en función de la construcción”, afirma Oscar.
Por su parte, Melvin sostiene que es una forma de llegar a la gente que casi nunca se interesa por el arte como los pescadores que nunca van a ir a una galería. Con esta propuesta, pueden apreciar el arte, disfrutarla e integrarse al proceso y de paso, romper ese imaginario de que el arte está lejos de nuestro alcance. El arte está en la cotidianidad de la gente, en la vivencia, dice.