Y ADEMÁS… Por: ALBERTO HERAZO PALMERA No pude contener la risa al leer un titular del Diario EL PILÓN “Valledupar entró a la era de la moralidad administrativa”. Ojalá sea realidad tanta belleza. Difícil entrar a la era de la moralidad en un pueblo tan corrupto como el nuestro, pueden firmar miles de convenios que, […]
Y ADEMÁS…
Por: ALBERTO HERAZO PALMERA
No pude contener la risa al leer un titular del Diario EL PILÓN “Valledupar entró a la era de la moralidad administrativa”. Ojalá sea realidad tanta belleza. Difícil entrar a la era de la moralidad en un pueblo tan corrupto como el nuestro, pueden firmar miles de convenios que, a la vuelta de la esquina, estos funcionarios vuelven a robar. Se acordarán de mí. Me da pesar decirlo, pero es la triste realidad. Aquí hay muchos funcionarios vagabundos y sinvergüenzas.
Es más, aplaudo esa cruzada que adelanta el señor Alcalde, Fredys Socarrás, y la contralora municipal, Mercedes Vásquez Ramírez, sobre actualización en gestión pública y responsabilidades administrativas y esto tiene que ver mucho con la moral. Las administraciones tienen que amarrarse bien los pantalones para acabar con tanta inmoralidad y corruptela. Está bien que la Contraloría Municipal genere una atmósfera de moralidad general.
En todos los actos de corrupción debe existir una razonable certidumbre moral de que ha habido actos dolosos, así no queden por escrito, para que se pueda destruir a los funcionarios venales y se haga sentir la férula implacable de los altos estamentos del Estado imponiendo patrones de moralidad, exigiendo austeridad, obligando a los mandos altos y medios, y ustedes saben a quiénes me refiero, a vivir únicamente de la remuneración que les concede el Estado; sin procurarse ayudas adicionales por medio de favores, o utilizar el 10 o el 20%, o exigencias o de amenazas al público que van a las oficinas a diligenciar. Ojalá esta cruzada sirva de algo. Más claro no canta un gallo y a partir de hoy estaremos vigilantes y denunciaremos a los funcionarios inmorales y de que los hay los hay.
Mes del patrimonio
Estamos celebrando igualmente en septiembre el mes del patrimonio y estoy totalmente de acuerdo con las declaraciones de la presidenta de la Fundación AVIVA, Alba Luz Luque, donde manifiesta que nuestro patrimonio se “ha manejado entre la miopía y la indiferencia” y agregaría que en cuanto a reglamentación, valoración y protección nos hemos descuidado, también. Una reglamentación es ante todo un documento oficial (legal) que tiene un valor jurídico, por el cual el Consejo de Monumentos Nacionales y el Concejo Municipal de esta ciudad regulan las posibles intervenciones que los propietarios de los inmuebles puedan realizar al interior de un perímetro determinado para el sector antiguo. La reglamentación sirve de pauta a las relaciones entre las partes del sector antiguo y el resto de la ciudad, convirtiendo el análisis del primero en una reflexión del segundo.
Por lo tanto, no podemos seguir indiferentes ante la actitud depredadora de nuestros inmuebles, iniciemos una agresiva labor de protección. Y a propósito, ¿qué pasó con el PEP?, o sea, los estudios que se venían realizando de planes especiales de protección del Centro Histórico de Valledupar? ¿En qué quedó?, ¿qué pasó? Nos deben una explicación sobre esto.
Y finalmente, septiembre es también el mes del Amor y la Amistad. Mes de afecto, de detalles, de una sonrisa amable y del besito en la mejilla. Mes del perdón y el olvido. Amor y amistad: dos palabras en todos los idiomas del mundo, que poseen un sentido similar a nivel universal. Cuántos dolores de cabeza se habrían podido evitar en el mundo si el Amor y la Amistad hubieran predominado sobre la venganza. A partir de hoy hagamos algo, pongamos mucho de nuestra parte para que nos amemos y seamos amigos de nuestros amigos. Evitar a los amigos dobles que se alegran del dolor ajeno y de que los hay los hay. Por eso escojo a mis amigos, que son muy pocos.
Y ADEMÁS… Por: ALBERTO HERAZO PALMERA No pude contener la risa al leer un titular del Diario EL PILÓN “Valledupar entró a la era de la moralidad administrativa”. Ojalá sea realidad tanta belleza. Difícil entrar a la era de la moralidad en un pueblo tan corrupto como el nuestro, pueden firmar miles de convenios que, […]
Y ADEMÁS…
Por: ALBERTO HERAZO PALMERA
No pude contener la risa al leer un titular del Diario EL PILÓN “Valledupar entró a la era de la moralidad administrativa”. Ojalá sea realidad tanta belleza. Difícil entrar a la era de la moralidad en un pueblo tan corrupto como el nuestro, pueden firmar miles de convenios que, a la vuelta de la esquina, estos funcionarios vuelven a robar. Se acordarán de mí. Me da pesar decirlo, pero es la triste realidad. Aquí hay muchos funcionarios vagabundos y sinvergüenzas.
Es más, aplaudo esa cruzada que adelanta el señor Alcalde, Fredys Socarrás, y la contralora municipal, Mercedes Vásquez Ramírez, sobre actualización en gestión pública y responsabilidades administrativas y esto tiene que ver mucho con la moral. Las administraciones tienen que amarrarse bien los pantalones para acabar con tanta inmoralidad y corruptela. Está bien que la Contraloría Municipal genere una atmósfera de moralidad general.
En todos los actos de corrupción debe existir una razonable certidumbre moral de que ha habido actos dolosos, así no queden por escrito, para que se pueda destruir a los funcionarios venales y se haga sentir la férula implacable de los altos estamentos del Estado imponiendo patrones de moralidad, exigiendo austeridad, obligando a los mandos altos y medios, y ustedes saben a quiénes me refiero, a vivir únicamente de la remuneración que les concede el Estado; sin procurarse ayudas adicionales por medio de favores, o utilizar el 10 o el 20%, o exigencias o de amenazas al público que van a las oficinas a diligenciar. Ojalá esta cruzada sirva de algo. Más claro no canta un gallo y a partir de hoy estaremos vigilantes y denunciaremos a los funcionarios inmorales y de que los hay los hay.
Mes del patrimonio
Estamos celebrando igualmente en septiembre el mes del patrimonio y estoy totalmente de acuerdo con las declaraciones de la presidenta de la Fundación AVIVA, Alba Luz Luque, donde manifiesta que nuestro patrimonio se “ha manejado entre la miopía y la indiferencia” y agregaría que en cuanto a reglamentación, valoración y protección nos hemos descuidado, también. Una reglamentación es ante todo un documento oficial (legal) que tiene un valor jurídico, por el cual el Consejo de Monumentos Nacionales y el Concejo Municipal de esta ciudad regulan las posibles intervenciones que los propietarios de los inmuebles puedan realizar al interior de un perímetro determinado para el sector antiguo. La reglamentación sirve de pauta a las relaciones entre las partes del sector antiguo y el resto de la ciudad, convirtiendo el análisis del primero en una reflexión del segundo.
Por lo tanto, no podemos seguir indiferentes ante la actitud depredadora de nuestros inmuebles, iniciemos una agresiva labor de protección. Y a propósito, ¿qué pasó con el PEP?, o sea, los estudios que se venían realizando de planes especiales de protección del Centro Histórico de Valledupar? ¿En qué quedó?, ¿qué pasó? Nos deben una explicación sobre esto.
Y finalmente, septiembre es también el mes del Amor y la Amistad. Mes de afecto, de detalles, de una sonrisa amable y del besito en la mejilla. Mes del perdón y el olvido. Amor y amistad: dos palabras en todos los idiomas del mundo, que poseen un sentido similar a nivel universal. Cuántos dolores de cabeza se habrían podido evitar en el mundo si el Amor y la Amistad hubieran predominado sobre la venganza. A partir de hoy hagamos algo, pongamos mucho de nuestra parte para que nos amemos y seamos amigos de nuestros amigos. Evitar a los amigos dobles que se alegran del dolor ajeno y de que los hay los hay. Por eso escojo a mis amigos, que son muy pocos.