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Columnista - 8 agosto, 2022

85  años del mango de la Plaza

Mangos yo voy a sembrar para que el calor se paute, dijo Eloy Quintero Baute aquel día en Valledupar: Debemos de mitigar este sol que es fatigoso en los tiempos bochornosos que el calor sube a los topes, y en la plaza Alfonso López sembremos mangos frondosos.

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                I

Mangos yo voy a sembrar

para que el calor se paute,

dijo Eloy Quintero Baute

aquel día en Valledupar:

Debemos de mitigar

este sol que es fatigoso

en los tiempos bochornosos

que el calor sube a los topes,

y en la plaza Alfonso López

sembremos mangos frondosos.

           II

Y dicen los entendidos

que fue el día agosto siete

en el año treinta y siete

que Don Eloy decidido,

con amigos distinguidos

del arroyo trajo fango,

cogió tres palos de mangos

y en la plaza los sembró,

de los tres, uno pegó

por la fuerza de su rango.

                III

Este palo fue creciendo

con admiración de todos,

y también de muchos modos

la gente lo fue queriendo.

Pero hoy nos está pidiendo

más afecto y protección,

para seguir la misión

de ser un guardián del viento,

y el verdoso monumento

más querido en la región.

              IV

Cuando el tiempo se desplaza

por el calor del estío

es un frondoso atavío

este árbol de la plaza.

Como sombra en la terraza

abriga a los caminantes,

también a los visitantes

que posan en su follaje;

su belleza en el paisaje

es musa de los cantantes.

Por José Atuesta Mindiola

Columnista
8 agosto, 2022

85  años del mango de la Plaza

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
José Atuesta Mindiola

Mangos yo voy a sembrar para que el calor se paute, dijo Eloy Quintero Baute aquel día en Valledupar: Debemos de mitigar este sol que es fatigoso en los tiempos bochornosos que el calor sube a los topes, y en la plaza Alfonso López sembremos mangos frondosos.


                I

Mangos yo voy a sembrar

para que el calor se paute,

dijo Eloy Quintero Baute

aquel día en Valledupar:

Debemos de mitigar

este sol que es fatigoso

en los tiempos bochornosos

que el calor sube a los topes,

y en la plaza Alfonso López

sembremos mangos frondosos.

           II

Y dicen los entendidos

que fue el día agosto siete

en el año treinta y siete

que Don Eloy decidido,

con amigos distinguidos

del arroyo trajo fango,

cogió tres palos de mangos

y en la plaza los sembró,

de los tres, uno pegó

por la fuerza de su rango.

                III

Este palo fue creciendo

con admiración de todos,

y también de muchos modos

la gente lo fue queriendo.

Pero hoy nos está pidiendo

más afecto y protección,

para seguir la misión

de ser un guardián del viento,

y el verdoso monumento

más querido en la región.

              IV

Cuando el tiempo se desplaza

por el calor del estío

es un frondoso atavío

este árbol de la plaza.

Como sombra en la terraza

abriga a los caminantes,

también a los visitantes

que posan en su follaje;

su belleza en el paisaje

es musa de los cantantes.

Por José Atuesta Mindiola