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Columnista - 18 diciembre, 2019

56 años del Departamento del Cesar

El sábado 21 de diciembre se cumple un nuevo aniversario del Departamento del Cesar, ojalá se convierta en una nueva oportunidad para que reflexionemos acerca de nuestro futuro. Nuestro Departamento ha tenido épocas buenas, regulares y malas. Hemos tenido igualmente gobernantes de todos los pelambres, excelentes, mediocres y corruptos. Es el momento de meditar. En […]

El sábado 21 de diciembre se cumple un nuevo aniversario del Departamento del Cesar, ojalá se convierta en una nueva oportunidad para que reflexionemos acerca de nuestro futuro.

Nuestro Departamento ha tenido épocas buenas, regulares y malas. Hemos tenido igualmente gobernantes de todos los pelambres, excelentes, mediocres y corruptos. Es el momento de meditar. En la medida que le devolvamos el amor que le debemos al Cesar, será más fácil quererlo y defenderlo.

Si hacemos causa común y conformamos un gran equipo sin mezquindades, seguramente el horizonte será más halagüeño. Hay que rodear las instituciones nuestras, pero, de igual manera denunciar de manera implacable la corrupción y todas esas expresiones nefastas que atentan contra el interés público.

Retomando el hilo de muchos recuerdos vuelvo atrás en el tiempo a la evocadora satisfacción de nuestras remembranzas de la época inefable e inolvidable de nuestras actividades universitarias, y al señalar a quienes tuvieran singular protagonismo en el proceso para que fuera una realidad la creación del Departamento del Cesar.

Vivía por los años 1966 y 1967 en Bogotá en una residencia que era una casa de Troya, reunía tumultuosa y alocadamente a jóvenes de distintas condiciones y de regiones diferentes. Naturalmente, había más vallenatos que de otro sitio. Era un grupo de provincianos que nos reuníamos de vez en cuando donde sosteníamos una ardorosa y contradictoria batalla de conceptos y actitudes sobre los diferentes temas de nuestra región.

Era una época diferente a la actual. Éramos un grupo de estudiantes en la edad romántica del sarampión revolucionario y un socialismo más sentimental que ideológico, nos encendían muchas veces los ánimos.

Estupendas horas que compartí con mis grandes amigos, entre ellos: Carlos Céspedes, Efraín Córdoba, Armando López, Adelmo Zalabata, Hugo Carrillo, Roberto Pavajeau, Jaime Calderón, Jaime Palmera, el “Cuco” Medina, Ramiro Baute, Armando Cuello, y el famoso “Panita” Baute. Algunos de ellos fallecidos.

Fue precisamente en una de estas tertulias donde conformamos los diferentes grupos y comités de trabajo para respaldar el proyecto de ley donde se solicita la creación de nuestro Departamento. Este hecho histórico nos permitió reunirnos por primera vez como gremios. No era realmente el momento oportuno para presentar dicha ley, pues hasta este momento no estaba demostrada la bondad de las segregaciones. Aparentemente, la creación de un nuevo Departamento era una fórmula muy débil para resolver los desequilibrios regionales.

Sólo la habilidad de los dirigentes políticos como Alfonso Araujo, Aníbal Martínez Zuleta, Villazón y Murgas lograron culminar con éxito este propósito que terminaría cuando se sacó adelante el proyecto que se convertiría en la Ley 25 de 1967 siendo Presidente de la República Carlos Lleras Restrepo.

No me arrepiento un solo segundo de haber luchado por esta causa. El balance ha sido positivo. Creo en algunos de sus dirigentes que ha sido una clase de gente laboriosa honesta y capaz. Este es un hermoso Departamento, cuya pujanza esperamos. No me gusta estar repitiendo el catálogo de las difíciles circunstancias que este Departamento ha tenido que afrontar, aunque para sorpresa mía veo que a muchos cesarenses les entusiasma más el lenguaje del pesimismo que las palabras de confianza.

No podría dejar de resaltar la extraordinaria labor que ha venido realizando nuestro actual y dinámico gobernador Franco Ovalle Angarita y sus distinguidos colaboradores. Por eso miramos con respeto su condición evidente de líder. Ha sido un gobernante que siempre ha buscado la manera de adelantar y de avanzar. Y como goza de una inverosímil capacidad de trabajo, no lo arredran obstáculos, ni lo cohíben excesos, ni lo detienen minucias.

Va a lo grande y por lo grande. Tal la dimensión de su destino. Postdata: Ojalá el gobierno departamental rinda un homenaje a todas aquellas personas que participaron, pujaron y parieron esta idea sobre la creación del Departamento del Cesar. Pues muchos se han colado y recibido honores sin merecerlos, sin habérselos ganado, y finalmente, felicitaciones a la gerente de El Pilón, Clara Inés Araujo, por el premio recibido.

Columnista
18 diciembre, 2019

56 años del Departamento del Cesar

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Alberto Herazo P.

El sábado 21 de diciembre se cumple un nuevo aniversario del Departamento del Cesar, ojalá se convierta en una nueva oportunidad para que reflexionemos acerca de nuestro futuro. Nuestro Departamento ha tenido épocas buenas, regulares y malas. Hemos tenido igualmente gobernantes de todos los pelambres, excelentes, mediocres y corruptos. Es el momento de meditar. En […]


El sábado 21 de diciembre se cumple un nuevo aniversario del Departamento del Cesar, ojalá se convierta en una nueva oportunidad para que reflexionemos acerca de nuestro futuro.

Nuestro Departamento ha tenido épocas buenas, regulares y malas. Hemos tenido igualmente gobernantes de todos los pelambres, excelentes, mediocres y corruptos. Es el momento de meditar. En la medida que le devolvamos el amor que le debemos al Cesar, será más fácil quererlo y defenderlo.

Si hacemos causa común y conformamos un gran equipo sin mezquindades, seguramente el horizonte será más halagüeño. Hay que rodear las instituciones nuestras, pero, de igual manera denunciar de manera implacable la corrupción y todas esas expresiones nefastas que atentan contra el interés público.

Retomando el hilo de muchos recuerdos vuelvo atrás en el tiempo a la evocadora satisfacción de nuestras remembranzas de la época inefable e inolvidable de nuestras actividades universitarias, y al señalar a quienes tuvieran singular protagonismo en el proceso para que fuera una realidad la creación del Departamento del Cesar.

Vivía por los años 1966 y 1967 en Bogotá en una residencia que era una casa de Troya, reunía tumultuosa y alocadamente a jóvenes de distintas condiciones y de regiones diferentes. Naturalmente, había más vallenatos que de otro sitio. Era un grupo de provincianos que nos reuníamos de vez en cuando donde sosteníamos una ardorosa y contradictoria batalla de conceptos y actitudes sobre los diferentes temas de nuestra región.

Era una época diferente a la actual. Éramos un grupo de estudiantes en la edad romántica del sarampión revolucionario y un socialismo más sentimental que ideológico, nos encendían muchas veces los ánimos.

Estupendas horas que compartí con mis grandes amigos, entre ellos: Carlos Céspedes, Efraín Córdoba, Armando López, Adelmo Zalabata, Hugo Carrillo, Roberto Pavajeau, Jaime Calderón, Jaime Palmera, el “Cuco” Medina, Ramiro Baute, Armando Cuello, y el famoso “Panita” Baute. Algunos de ellos fallecidos.

Fue precisamente en una de estas tertulias donde conformamos los diferentes grupos y comités de trabajo para respaldar el proyecto de ley donde se solicita la creación de nuestro Departamento. Este hecho histórico nos permitió reunirnos por primera vez como gremios. No era realmente el momento oportuno para presentar dicha ley, pues hasta este momento no estaba demostrada la bondad de las segregaciones. Aparentemente, la creación de un nuevo Departamento era una fórmula muy débil para resolver los desequilibrios regionales.

Sólo la habilidad de los dirigentes políticos como Alfonso Araujo, Aníbal Martínez Zuleta, Villazón y Murgas lograron culminar con éxito este propósito que terminaría cuando se sacó adelante el proyecto que se convertiría en la Ley 25 de 1967 siendo Presidente de la República Carlos Lleras Restrepo.

No me arrepiento un solo segundo de haber luchado por esta causa. El balance ha sido positivo. Creo en algunos de sus dirigentes que ha sido una clase de gente laboriosa honesta y capaz. Este es un hermoso Departamento, cuya pujanza esperamos. No me gusta estar repitiendo el catálogo de las difíciles circunstancias que este Departamento ha tenido que afrontar, aunque para sorpresa mía veo que a muchos cesarenses les entusiasma más el lenguaje del pesimismo que las palabras de confianza.

No podría dejar de resaltar la extraordinaria labor que ha venido realizando nuestro actual y dinámico gobernador Franco Ovalle Angarita y sus distinguidos colaboradores. Por eso miramos con respeto su condición evidente de líder. Ha sido un gobernante que siempre ha buscado la manera de adelantar y de avanzar. Y como goza de una inverosímil capacidad de trabajo, no lo arredran obstáculos, ni lo cohíben excesos, ni lo detienen minucias.

Va a lo grande y por lo grande. Tal la dimensión de su destino. Postdata: Ojalá el gobierno departamental rinda un homenaje a todas aquellas personas que participaron, pujaron y parieron esta idea sobre la creación del Departamento del Cesar. Pues muchos se han colado y recibido honores sin merecerlos, sin habérselos ganado, y finalmente, felicitaciones a la gerente de El Pilón, Clara Inés Araujo, por el premio recibido.