Lograr que los niños coman saludablemente siempre ha sido una de las principales preocupaciones de los padres. El reto está en cómo lograrlo.
Lograr que los niños coman saludablemente siempre ha sido una de las principales preocupaciones de los padres. El reto está en cómo lograrlo. Según una investigación realizada por el programa de nutrición de ‘Pennsylvania State University’ en Estados Unidos, la influencia de los padres en las preferencias alimenticias de los niños es innegable. En primer lugar existe una predisposición genética que afecta el gusto hacia ciertos tipos de sabores y por otro lado, los hábitos alimenticios de los padres influyen en la educación y tendencias de consumo de los niños.
“Los padres deben entender que depende de ellos la forma en la que sus hijos se alimentan, y que esos primeros años de vida crearán las bases de los hábitos alimenticios que tengan los niños por el resto de su vida. Deben permitirles experimentar por sí mismos la comida y los sabores sin generar predisposiciones sobre cierto alimento o sabor”, explica Joaquín Suárez, Director de Gastronomía y Desarrollo Sostenible de Sodexo Colombia.
Con el afán del día a día y las responsabilidades del trabajo, las cuentas por pagar, mantener la casa en orden, etc. Los adultos olvidan que los espacios gastronómicos son una oportunidad no sólo para generar una conexión y cercanía con sus hijos, sino que también son ideales para promover los hábitos alimenticios saludables.
“En la actualidad la cocina no se limita tan solo a un lugar para preparar alimentos. Se trata de un espacio que puede ser aprovechado para el juego, la diversión, para experimentar con diferentes sabores y para generar un vínculo afectivo y educativo entre los padres y sus hijos. Para los niños la mejor forma de tener una buena alimentación es a través del juego, el desafío es hacer de la cocina algo divertido”, agrega Suárez.
Según la American Academy of Pediatrics (AAP), el juego es una herramienta educativa básica en la vida de los niños. Es esencial para el desarrollo de funciones sociales, emocionales, cognitivas y físicas. En el caso de la alimentación, el integrar los juegos a las conductas alimenticias, representa un universo de posibilidades para que los padres puedan educar a sus hijos sobre una buena alimentación.
Suárez, Director de Gastronomía y Desarrollo Sostenible de Sodexo Colombia, explica: “La cocina es un juego y como tal tiene reglas, pero es la mejor forma para hacer que sus hijos tengan una excelente alimentación. Hay muchísimas formas como los padres pueden hacer para que la cocina sea una experiencia completa, tanto para ellos como para sus hijos, para que la disfruten y para lograr que los niños se alimenten de la manera más saludable posible, estas son algunas de ellas:
1. Participación activa – Que juegan a cocinar: poner a los niños a revolver los huevos, a que agreguen ingredientes o cualquier otra actividad para mantenerlos interesados en la cocina y que conozcan acerca de la comida que están preparando.
2. Jugar con los sentidos – El olor del cilantro o la rúgula, el color rosado del salmón o la patilla, la textura blanda de la mantequilla o rugosa de la piel de un melón… a los seres humanos nos mueven los sentidos y los niños se conectan mejor a lo que estimule sus sentidos.
3. Storytelling con la comida- Hacer de la cocina toda una experiencia, contarle a los niños historias a través de la comida o que ellos se inventen historias desde su imaginación.
4. Reemplazo saludable: Las comidas grasosas y poco saludables como los dulces, la pizza o hamburguesa son las favoritas de los niños, pero no aportan el valor nutricional que ellos necesitan, modifique algunos ingredientes y saque el mayor provecho de estos alimentos.
5. Todo entra por los ojos: Hacer los platos llamativos o crear figuras o personajes con sus platos harán que los niños quieran comer más y no dejen nada por comer.
Adicionalmente, es indispensable que todos estos consejos estén sustentados bajo la importancia que tiene comer como un ritual para disfrutar. Tanto los niños como los padres, deben tomarse el tiempo y consentrarse en estos espacios, en saborear y verdaderamente aprovechar todo lo que están consumiendo. Esto hará que la Calidad de Vida de los niños se vea reflejado en un saludable crecimiento.
Lograr que los niños coman saludablemente siempre ha sido una de las principales preocupaciones de los padres. El reto está en cómo lograrlo.
Lograr que los niños coman saludablemente siempre ha sido una de las principales preocupaciones de los padres. El reto está en cómo lograrlo. Según una investigación realizada por el programa de nutrición de ‘Pennsylvania State University’ en Estados Unidos, la influencia de los padres en las preferencias alimenticias de los niños es innegable. En primer lugar existe una predisposición genética que afecta el gusto hacia ciertos tipos de sabores y por otro lado, los hábitos alimenticios de los padres influyen en la educación y tendencias de consumo de los niños.
“Los padres deben entender que depende de ellos la forma en la que sus hijos se alimentan, y que esos primeros años de vida crearán las bases de los hábitos alimenticios que tengan los niños por el resto de su vida. Deben permitirles experimentar por sí mismos la comida y los sabores sin generar predisposiciones sobre cierto alimento o sabor”, explica Joaquín Suárez, Director de Gastronomía y Desarrollo Sostenible de Sodexo Colombia.
Con el afán del día a día y las responsabilidades del trabajo, las cuentas por pagar, mantener la casa en orden, etc. Los adultos olvidan que los espacios gastronómicos son una oportunidad no sólo para generar una conexión y cercanía con sus hijos, sino que también son ideales para promover los hábitos alimenticios saludables.
“En la actualidad la cocina no se limita tan solo a un lugar para preparar alimentos. Se trata de un espacio que puede ser aprovechado para el juego, la diversión, para experimentar con diferentes sabores y para generar un vínculo afectivo y educativo entre los padres y sus hijos. Para los niños la mejor forma de tener una buena alimentación es a través del juego, el desafío es hacer de la cocina algo divertido”, agrega Suárez.
Según la American Academy of Pediatrics (AAP), el juego es una herramienta educativa básica en la vida de los niños. Es esencial para el desarrollo de funciones sociales, emocionales, cognitivas y físicas. En el caso de la alimentación, el integrar los juegos a las conductas alimenticias, representa un universo de posibilidades para que los padres puedan educar a sus hijos sobre una buena alimentación.
Suárez, Director de Gastronomía y Desarrollo Sostenible de Sodexo Colombia, explica: “La cocina es un juego y como tal tiene reglas, pero es la mejor forma para hacer que sus hijos tengan una excelente alimentación. Hay muchísimas formas como los padres pueden hacer para que la cocina sea una experiencia completa, tanto para ellos como para sus hijos, para que la disfruten y para lograr que los niños se alimenten de la manera más saludable posible, estas son algunas de ellas:
1. Participación activa – Que juegan a cocinar: poner a los niños a revolver los huevos, a que agreguen ingredientes o cualquier otra actividad para mantenerlos interesados en la cocina y que conozcan acerca de la comida que están preparando.
2. Jugar con los sentidos – El olor del cilantro o la rúgula, el color rosado del salmón o la patilla, la textura blanda de la mantequilla o rugosa de la piel de un melón… a los seres humanos nos mueven los sentidos y los niños se conectan mejor a lo que estimule sus sentidos.
3. Storytelling con la comida- Hacer de la cocina toda una experiencia, contarle a los niños historias a través de la comida o que ellos se inventen historias desde su imaginación.
4. Reemplazo saludable: Las comidas grasosas y poco saludables como los dulces, la pizza o hamburguesa son las favoritas de los niños, pero no aportan el valor nutricional que ellos necesitan, modifique algunos ingredientes y saque el mayor provecho de estos alimentos.
5. Todo entra por los ojos: Hacer los platos llamativos o crear figuras o personajes con sus platos harán que los niños quieran comer más y no dejen nada por comer.
Adicionalmente, es indispensable que todos estos consejos estén sustentados bajo la importancia que tiene comer como un ritual para disfrutar. Tanto los niños como los padres, deben tomarse el tiempo y consentrarse en estos espacios, en saborear y verdaderamente aprovechar todo lo que están consumiendo. Esto hará que la Calidad de Vida de los niños se vea reflejado en un saludable crecimiento.