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Columnista - 10 octubre, 2010

P E R I S C O P I O

Por: JAIME GNECCO HERNANDEZ El pasado miércoles seis, invitado y acompañado por mi gran amigo y colega el Dr. Marcelo Calderón Rodríguez, me trasladé hasta La Paz para asistir a la colocación y bendición de la primera piedra de lo que será la nueva sede de la Universidad Nacional de Colombia, en un “campus” de […]

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Por: JAIME GNECCO HERNANDEZ

El pasado miércoles seis, invitado y acompañado por mi gran amigo y colega el Dr. Marcelo Calderón Rodríguez, me trasladé hasta La Paz para asistir a la colocación y bendición de la primera piedra de lo que será la nueva sede de la Universidad Nacional de Colombia, en un “campus” de cincuenta hectáreas que adquirió nuestro departamento, casi en frente de la finca “Palmarito”.
La presencia de la Nacional en el Cesar, son palabras mayores y coloquialmente pudiéramos decir que el señor Gobernador se anotó “un gol de media cancha” pues personalmente considero que la llegada de tal institución a nuestros lares, es lo mejor que nos ha sucedido desde la creación del departamento. Sin duda alguna.
El Cesar, que con el timón de López Michelsen en el gobierno de Carlos Lleras inició su singladura con los mejores auspicios, hoy, con un poco más de cuarenta años de travesía, se encuentra en un marasmo  estuporoso al cual no son ajenos ni el gobierno central, ni nuestros gobernantes locales, ni quienes nos han representado ante nuestro congreso  y ni siquiera los que vivimos en él.
El Cesar y la Guajira. que debieran ser un  solo departamento, pues sus signos vitales son los mismos y sus gentes se identifican por sus similares idiosincrasias, juntos tienen de todo pero lo que les han pagado por llevarse sus tesoros que estaban enterrados, no han servido de nada pues no hemos contado hasta ahora, salvo pocas excepciones, con la gente realmente capacitada para defender nuestras riquezas como tampoco con el altruismo y desprendimiento para  manejar la cosa publica con sujeción patriótica a la exquisita moral que exigen un nombramiento del ejecutivo o más aún, una elección definida por voto popular.
Integrémosnos para sacar lo mejor de los dos, así podríamos estar, como departamento de Padilla, como siempre estuvieron; juntos, con Bolívar, Santander, Sucre y Córdoba.
Porque hasta ahora, con todo lo que hemos perdido y que jamás recuperaremos, seguimos siendo el furgón de cola del tren de los departamentos, últimos en todo lo referente a lo social, primeros en analfabetismo, etc., etc..
QUIÉN NOS DARÁ LAS  LUCES Y LAS ENERGÍAS PARA SALIR DE NUESTRO MARASMO, CLARO QUE NO EN SEIS MESES NI PARA LAS PRÓXIMAS ELECCIONES, PERO SÍ EN EL TIEMPO EN QUE NUESTRAS GENTE PUEDAN CAPACITARSE YA QUE  HOY NO  LO ESTÁN HACIENDO. Y NO LO ESTÁN HACIENDO PORQUE DIGAN LO QUE DIGAN ACERCA DE LA FACILIDAD PARA ESTUDIAR, LA REALIDAD ES QUE MUCHA GENTE NO LO PUEDE HACER POR RAZONES QUE  NO VAMOS A ANALIZAR AQUÍ; PERO QUE EXISTEN; TODO MUY DISTINTO SERÁ CUANDO TENGAMOS A LA NACIONAL EN EL PATIO DE AMBOS DEPARTAMENTOS.
CUANDO EN 1.972 PRESENTAMOS EN LA ASAMBLEA DEL CESAR  EL PROYECTO DE ORDENANZA PARA LA CREACIÓN DEL INSTITUTO TÉCNICO UNIVERSITARIO DEL CESAR QUE CÉSAR MENDOZA HINOJOSA EN PALABRAS QUE LE SALIERON COMO UN DISPARO BAUTIZÓ  “ITUCE”, SABÍAMOS DE LAS LIMITACIONES ECONÓMICAS DE NUESTRO DEPARTAMENTO Y POR ESO NO SE HABLÓ DE  “UNIVERSIDAD” Y AÚN PARA EL INSTITUTO CONTAMOS CON AYUDA DIVINA PARA SU FINANCIANIENTO. EL PRÓXIMO PASO QUE ERA EL DE LA UNIVERSIDAD, LO PACTAMOS CON EL DR. JAIME MURGAS ARZUAGA, PUES YA QUE AMBOS ÉRAMOS CANDIDATOS A LA CÁMARA DE REPRESENTANTES, CONVINIMOS EN QUE QUIEN SALIERA, DARÍA EL SIGUIENTE PASO; O LO HARÍAMOS JUNTOS SI SALÍAMOS AMBOS; SALIÓ ÉL Y LO CUMPLIÓ COMO ES SU COSTUMBRE; HIZO LA UNIVERSIDAD POPULAR DEL CESAR, SERENAMENTE Y SIN ALARDES.
DESDE HACE TIEMPOS, CON PREOCUPACIÓN ESTAMOS VIENDO LA CONVERSIÓN DE LA U.P.C.en un campo de Marte más que en un campo académico, pero en un campo de Marte dominado por los políticos de turno  y aún por gente armada que toma o tomaba decisiones importantes dentro del claustro.
La presencia de la Nacional en la región moderará los ímpetus de los políticos para apoderarse de la dirección de las universidades oficiales pues ésta será la rectora de la conducta de todas que funcionarán según los cánones o desaparecerán. Quien quiera saber lo que significa la Universidad Nacional en Colombia, lo remito al artículo pertinente     de éste diario del viernes 8 de octubre del Dr. Raúl Bermúdez Márquez.
Las palabras del Dr. Wasserman, Rector de la Nacional me parecieron las adecuadas para un Rector que sabemos cumple su misión a conciencia y que además ha sabido capear temporales fuertes con disposición de ánimo pensando siempre en el claustro y sus estudiantes.
Jamás había  escuchado una intervención del señor Gobernador en actos de éste tipo; me parece altamente calificado intelectualmente y ahora no me explico por qué mucha gente o no lo entiende o no lo quiere entender, porque la verdad es que el hombre habla claro  y redondea cada concepto en forma transparente. Y dejemos la inquina, con la traída de la Nacional, éste muchacho se ha ganado ya  su período de gobierno y lo ha hecho como los buenos, digan lo que digan. Porque, ¿qué obra de qué Gobernador del Cesar, la supera?. Aquí no necesitamos más gente con plata, sino más gente calificada y de buena voluntad.
Se presenta como un gran político y obviamente, sabe de su similar, la tauromaquia; puso unas banderillas de fuego que arderán por tiempo suficiente.

Columnista
10 octubre, 2010

P E R I S C O P I O

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Jaime Gnecco Hernandez

Por: JAIME GNECCO HERNANDEZ El pasado miércoles seis, invitado y acompañado por mi gran amigo y colega el Dr. Marcelo Calderón Rodríguez, me trasladé hasta La Paz para asistir a la colocación y bendición de la primera piedra de lo que será la nueva sede de la Universidad Nacional de Colombia, en un “campus” de […]


Por: JAIME GNECCO HERNANDEZ

El pasado miércoles seis, invitado y acompañado por mi gran amigo y colega el Dr. Marcelo Calderón Rodríguez, me trasladé hasta La Paz para asistir a la colocación y bendición de la primera piedra de lo que será la nueva sede de la Universidad Nacional de Colombia, en un “campus” de cincuenta hectáreas que adquirió nuestro departamento, casi en frente de la finca “Palmarito”.
La presencia de la Nacional en el Cesar, son palabras mayores y coloquialmente pudiéramos decir que el señor Gobernador se anotó “un gol de media cancha” pues personalmente considero que la llegada de tal institución a nuestros lares, es lo mejor que nos ha sucedido desde la creación del departamento. Sin duda alguna.
El Cesar, que con el timón de López Michelsen en el gobierno de Carlos Lleras inició su singladura con los mejores auspicios, hoy, con un poco más de cuarenta años de travesía, se encuentra en un marasmo  estuporoso al cual no son ajenos ni el gobierno central, ni nuestros gobernantes locales, ni quienes nos han representado ante nuestro congreso  y ni siquiera los que vivimos en él.
El Cesar y la Guajira. que debieran ser un  solo departamento, pues sus signos vitales son los mismos y sus gentes se identifican por sus similares idiosincrasias, juntos tienen de todo pero lo que les han pagado por llevarse sus tesoros que estaban enterrados, no han servido de nada pues no hemos contado hasta ahora, salvo pocas excepciones, con la gente realmente capacitada para defender nuestras riquezas como tampoco con el altruismo y desprendimiento para  manejar la cosa publica con sujeción patriótica a la exquisita moral que exigen un nombramiento del ejecutivo o más aún, una elección definida por voto popular.
Integrémosnos para sacar lo mejor de los dos, así podríamos estar, como departamento de Padilla, como siempre estuvieron; juntos, con Bolívar, Santander, Sucre y Córdoba.
Porque hasta ahora, con todo lo que hemos perdido y que jamás recuperaremos, seguimos siendo el furgón de cola del tren de los departamentos, últimos en todo lo referente a lo social, primeros en analfabetismo, etc., etc..
QUIÉN NOS DARÁ LAS  LUCES Y LAS ENERGÍAS PARA SALIR DE NUESTRO MARASMO, CLARO QUE NO EN SEIS MESES NI PARA LAS PRÓXIMAS ELECCIONES, PERO SÍ EN EL TIEMPO EN QUE NUESTRAS GENTE PUEDAN CAPACITARSE YA QUE  HOY NO  LO ESTÁN HACIENDO. Y NO LO ESTÁN HACIENDO PORQUE DIGAN LO QUE DIGAN ACERCA DE LA FACILIDAD PARA ESTUDIAR, LA REALIDAD ES QUE MUCHA GENTE NO LO PUEDE HACER POR RAZONES QUE  NO VAMOS A ANALIZAR AQUÍ; PERO QUE EXISTEN; TODO MUY DISTINTO SERÁ CUANDO TENGAMOS A LA NACIONAL EN EL PATIO DE AMBOS DEPARTAMENTOS.
CUANDO EN 1.972 PRESENTAMOS EN LA ASAMBLEA DEL CESAR  EL PROYECTO DE ORDENANZA PARA LA CREACIÓN DEL INSTITUTO TÉCNICO UNIVERSITARIO DEL CESAR QUE CÉSAR MENDOZA HINOJOSA EN PALABRAS QUE LE SALIERON COMO UN DISPARO BAUTIZÓ  “ITUCE”, SABÍAMOS DE LAS LIMITACIONES ECONÓMICAS DE NUESTRO DEPARTAMENTO Y POR ESO NO SE HABLÓ DE  “UNIVERSIDAD” Y AÚN PARA EL INSTITUTO CONTAMOS CON AYUDA DIVINA PARA SU FINANCIANIENTO. EL PRÓXIMO PASO QUE ERA EL DE LA UNIVERSIDAD, LO PACTAMOS CON EL DR. JAIME MURGAS ARZUAGA, PUES YA QUE AMBOS ÉRAMOS CANDIDATOS A LA CÁMARA DE REPRESENTANTES, CONVINIMOS EN QUE QUIEN SALIERA, DARÍA EL SIGUIENTE PASO; O LO HARÍAMOS JUNTOS SI SALÍAMOS AMBOS; SALIÓ ÉL Y LO CUMPLIÓ COMO ES SU COSTUMBRE; HIZO LA UNIVERSIDAD POPULAR DEL CESAR, SERENAMENTE Y SIN ALARDES.
DESDE HACE TIEMPOS, CON PREOCUPACIÓN ESTAMOS VIENDO LA CONVERSIÓN DE LA U.P.C.en un campo de Marte más que en un campo académico, pero en un campo de Marte dominado por los políticos de turno  y aún por gente armada que toma o tomaba decisiones importantes dentro del claustro.
La presencia de la Nacional en la región moderará los ímpetus de los políticos para apoderarse de la dirección de las universidades oficiales pues ésta será la rectora de la conducta de todas que funcionarán según los cánones o desaparecerán. Quien quiera saber lo que significa la Universidad Nacional en Colombia, lo remito al artículo pertinente     de éste diario del viernes 8 de octubre del Dr. Raúl Bermúdez Márquez.
Las palabras del Dr. Wasserman, Rector de la Nacional me parecieron las adecuadas para un Rector que sabemos cumple su misión a conciencia y que además ha sabido capear temporales fuertes con disposición de ánimo pensando siempre en el claustro y sus estudiantes.
Jamás había  escuchado una intervención del señor Gobernador en actos de éste tipo; me parece altamente calificado intelectualmente y ahora no me explico por qué mucha gente o no lo entiende o no lo quiere entender, porque la verdad es que el hombre habla claro  y redondea cada concepto en forma transparente. Y dejemos la inquina, con la traída de la Nacional, éste muchacho se ha ganado ya  su período de gobierno y lo ha hecho como los buenos, digan lo que digan. Porque, ¿qué obra de qué Gobernador del Cesar, la supera?. Aquí no necesitamos más gente con plata, sino más gente calificada y de buena voluntad.
Se presenta como un gran político y obviamente, sabe de su similar, la tauromaquia; puso unas banderillas de fuego que arderán por tiempo suficiente.