El expresidente de Colombia se retractó de su renuncia como senador, presentada el 24 de julio, el mismo día en que la Corte Suprema anunció una investigación penal en su contra. Pero no dijo si la decisión es definitiva.

Álvaro Uribe pidió al jefe del Senado que “retenga sin considerar” su carta de dimisión. Sin embargo, en una ambigua petición, publicada en su cuenta en Twitter, el político derechista no precisó si se trata de una decisión temporal o definitiva. Al contrario de lo que señalan sus críticos, el senador confirmo que nunca ha intentado escapar de la Justicia.

En un tweet. Aseguró que “Por razones de honor, nunca ha estado en mi mente que la Corte Suprema deje de conocer el caso para el cual me citan a indagatoria”.

En el 2012 inició el proceso al que se refiere Uribe, cuando el congresista de izquierda Iván Cepeda lo acusó de mantener vínculos con paramilitares en el departamento de Antioquia. Por lo tanto, el mandatario respondió con una contradenuncia a Cepeda por un supuesto complot de testigos falsos.

La Justicia se reviró contra Uribe y le imputó los mismos cargos: manipulación de testigos y fraude procesal. Uribe, que siempre ha alegado inocencia, deberá declarar ante la Corte Suprema el próximo 3 de septiembre.

De ser hallado culpable, el líder de la derecha en Colombia podría enfrentar una pena de hasta ocho años de prisión, como establece la ley.

El exmandatario, quien es un político muy popular en Colombia, es el líder del partido Centro Democrático en el Congreso en donde el presidente electo Iván Duque, a quien apoya, busca impulsar reformas económicas, sociales y al acuerdo de paz con la desmovilizada guerrilla de las FARC.

Esta semana Uribe recusó a tres magistrados que lo investigan en la corte por filtrar audios a la prensa, aunque no negó la autenticidad de las grabaciones, en algunas de las cuales se escucha su voz.