Cerca de 4 horas estuvo ardiendo en llamas el cerro Eccehomo de Valledupar el pasado 17 de diciembre.
El pasado 17 de diciembre por la noche, los ambientalistas y ciudadanos reportaron a los organismos de socorro el incendio forestal que se estaba presentando en la parte baja del cerro Eccehomo de Valledupar. Ha pasado exactamente una semana desde lo ocurrido y el Foro Ambiental del Cesar insiste en que se deben proteger estos recursos naturales, los cuales se ven altamente afectados con este tipo de eventualidades.
A través de un informe detallado después de la inspección realizada en el lugar del incendio, el Foro señaló que cerca de 30 hectáreas del Bosque Seco Tropical, BST, resultaron afectadas. “Se presume la degradación de la estructura del suelo, incrementando la erosionabilidad y disminuyendo la fertilidad, llevando a los suelos a un nivel de escasez de nutrientes claves para el desarrollo de la vida. El pH del suelo es una de las propiedades químicas que se ven afectadas tras el paso del fuego a causa de un incendio forestal”.
Además, el informe afirma que la flora y la fauna del lugar también sufrieron alteraciones. “En la visita de inspección encontramos la afectación a especies de flora características del BST y en diferentes estados de sucesión ecológica. De las especies de flora podemos mencionar: Brasil, cañahuate, puy, zarza blanca, ceibas, cactáceas, entre muchas otras especies. Algunos de los árboles afectados tienen una altura aproximada de 8 – 10 metros. También se pudo constatar la afectación a especies de fauna, tales como, insectos, invertebrados, pequeños mamíferos, pequeños reptiles y anfibios, y algunas aves que no pudieron abandonar sus nidos”.
En ese orden de ideas, los ambientalistas acotaron que este episodio afectó de forma directa a las coberturas vegetales del cerro con características xerofíticas tales como cactáceas y arbustos espinosos. “El fuego se propagó en sentido oriente-occidente, de acuerdo a la dirección de los vientos que se presentan en esta época del año. Se consumió gran parte de la cobertura vegetal y un sinnúmero de especies de fauna nativa”, precisaron.
Dentro del documento, el colectivo ambiental indicó que el incendio se produjo en el punto donde la comunidad y organizaciones ambientalistas habían denunciado una intervención. “El conato de incendio coincidió geográficamente con el polígono en donde en el mes de octubre la ciudadanía y organizaciones ambientales habíamos denunciado la intervención de esta zona declarada como Reserva Forestal, con fines de construir un establecimiento de comercio de plantas de jardinería y ornamentación (Vivero)”.
El Cuerpo de Bomberos de Valledupar y la Defensa Civil de Colombia indicaron que este incendio fue producto, quizá, de personas mal intencionadas que pasaban por el lugar. Ante esto el Foro concluyó: “Es necesario que las autoridades competentes propendan por mantener este tipo de ecosistemas susceptibles a incendios forestales. Se requiere con urgencia, vigilancia y monitoreo pertinente para que ese tipo de acciones no sigan afectando este sistema ambiental”.
Ketty Gutiérrez Maestre/EL PILÓN
Cerca de 4 horas estuvo ardiendo en llamas el cerro Eccehomo de Valledupar el pasado 17 de diciembre.
El pasado 17 de diciembre por la noche, los ambientalistas y ciudadanos reportaron a los organismos de socorro el incendio forestal que se estaba presentando en la parte baja del cerro Eccehomo de Valledupar. Ha pasado exactamente una semana desde lo ocurrido y el Foro Ambiental del Cesar insiste en que se deben proteger estos recursos naturales, los cuales se ven altamente afectados con este tipo de eventualidades.
A través de un informe detallado después de la inspección realizada en el lugar del incendio, el Foro señaló que cerca de 30 hectáreas del Bosque Seco Tropical, BST, resultaron afectadas. “Se presume la degradación de la estructura del suelo, incrementando la erosionabilidad y disminuyendo la fertilidad, llevando a los suelos a un nivel de escasez de nutrientes claves para el desarrollo de la vida. El pH del suelo es una de las propiedades químicas que se ven afectadas tras el paso del fuego a causa de un incendio forestal”.
Además, el informe afirma que la flora y la fauna del lugar también sufrieron alteraciones. “En la visita de inspección encontramos la afectación a especies de flora características del BST y en diferentes estados de sucesión ecológica. De las especies de flora podemos mencionar: Brasil, cañahuate, puy, zarza blanca, ceibas, cactáceas, entre muchas otras especies. Algunos de los árboles afectados tienen una altura aproximada de 8 – 10 metros. También se pudo constatar la afectación a especies de fauna, tales como, insectos, invertebrados, pequeños mamíferos, pequeños reptiles y anfibios, y algunas aves que no pudieron abandonar sus nidos”.
En ese orden de ideas, los ambientalistas acotaron que este episodio afectó de forma directa a las coberturas vegetales del cerro con características xerofíticas tales como cactáceas y arbustos espinosos. “El fuego se propagó en sentido oriente-occidente, de acuerdo a la dirección de los vientos que se presentan en esta época del año. Se consumió gran parte de la cobertura vegetal y un sinnúmero de especies de fauna nativa”, precisaron.
Dentro del documento, el colectivo ambiental indicó que el incendio se produjo en el punto donde la comunidad y organizaciones ambientalistas habían denunciado una intervención. “El conato de incendio coincidió geográficamente con el polígono en donde en el mes de octubre la ciudadanía y organizaciones ambientales habíamos denunciado la intervención de esta zona declarada como Reserva Forestal, con fines de construir un establecimiento de comercio de plantas de jardinería y ornamentación (Vivero)”.
El Cuerpo de Bomberos de Valledupar y la Defensa Civil de Colombia indicaron que este incendio fue producto, quizá, de personas mal intencionadas que pasaban por el lugar. Ante esto el Foro concluyó: “Es necesario que las autoridades competentes propendan por mantener este tipo de ecosistemas susceptibles a incendios forestales. Se requiere con urgencia, vigilancia y monitoreo pertinente para que ese tipo de acciones no sigan afectando este sistema ambiental”.
Ketty Gutiérrez Maestre/EL PILÓN