murió Sebastián Antonio Pertúz Escorcia, quien no logró recuperarse de las quemaduras de segundo y tercer grado que sufrió con la explosión de un cilindro de gas propano.
Después de haber permanecido nueve días en la unidad de cuidados intensivos de una clínica de Valledupar, murió Sebastián Antonio Pertúz Escorcia, de 58 años de edad, quien no logró recuperarse de las quemaduras de segundo y tercer grado que sufrió con la explosión de un cilindro de gas propano.
Según el reporte médico, el hombre manipulaba un cilindro de gas de 40 libras con un soplete para impermeabilizar el techo de una vivienda.
El accidente de trabajo se registró el pasado 5 de diciembre. Los familiares de la víctima no saben a ciencia cierta qué pudo haber ocurrido, qué originó que la pipeta de gas explotara.
El deceso de Pertúz Escorcia, se produjo a las 10:30 de la mañana del pasado miércoles, tras sobrevenirle un paro cardiorrespiratorio, a raíz de las graves quemaduras que sufrió.
La inspección y reconocimiento del cadáver estuvo a cargo de la Sijín de la Policía Nacional, que trasladó el cadáver a la morgue de Medicina Legal.
Por Abdel Martínez Pérez /EL PILÓN
murió Sebastián Antonio Pertúz Escorcia, quien no logró recuperarse de las quemaduras de segundo y tercer grado que sufrió con la explosión de un cilindro de gas propano.
Después de haber permanecido nueve días en la unidad de cuidados intensivos de una clínica de Valledupar, murió Sebastián Antonio Pertúz Escorcia, de 58 años de edad, quien no logró recuperarse de las quemaduras de segundo y tercer grado que sufrió con la explosión de un cilindro de gas propano.
Según el reporte médico, el hombre manipulaba un cilindro de gas de 40 libras con un soplete para impermeabilizar el techo de una vivienda.
El accidente de trabajo se registró el pasado 5 de diciembre. Los familiares de la víctima no saben a ciencia cierta qué pudo haber ocurrido, qué originó que la pipeta de gas explotara.
El deceso de Pertúz Escorcia, se produjo a las 10:30 de la mañana del pasado miércoles, tras sobrevenirle un paro cardiorrespiratorio, a raíz de las graves quemaduras que sufrió.
La inspección y reconocimiento del cadáver estuvo a cargo de la Sijín de la Policía Nacional, que trasladó el cadáver a la morgue de Medicina Legal.
Por Abdel Martínez Pérez /EL PILÓN