Publicidad
Categorías
Categorías
Columnista - 11 diciembre, 2023

2023 en su recta final, ¿augurios de tiempos buenos o pesimismo total?

Al cerrar ciclos, al finalizar los años, en esta época, se da inicio a los balances que nos permiten de alguna manera entender si hicimos bien la tarea.

Por Eduardo Santos Ortega Vergara.

Al cerrar ciclos, al finalizar los años, en esta época, se da inicio a los balances que nos permiten de alguna manera entender si hicimos bien la tarea.

Cosas buenas al cierre, otras no tanto, pero es de gran importancia hacer un autoanálisis y de esta manera determinar qué tan viable fue mi participación en el ejercicio.

La sociedad vallenata viene atragantada con el deseo enorme de ver a la ciudad en otras condiciones; verla convertida en una ciudad sana, limpia, segura y en orden, en donde la responsabilidad no se la dejemos a dos ni a tres.

Aquí el compromiso es de todos, y entra a jugar un papel fundamental el amor por la ciudad, cuidarla, valorarla, sentirla y desde luego actuar en la misma dirección: deseo, ganas y acción.

El deseo de verla en orden, las ganas de disfrutarla en ese sentido y lo más importante, mi aporte, mi granito de arena la pregunta del millón ¿Qué estoy haciendo, para portarle a la acción?

Son dos cosas fundamentales, por un lado, el tema de la autoridad, que tan viable ha sido el trabajo del alcalde y de todo su equipo, su dinámica en función con la responsabilidad que le asignara el pueblo en el ejercicio de la sana democracia.

Un Mello Castro que se va, sin pena ni gloria y un Ernesto que llega con el deseo de arreglar esto.

Y no tiene fácil la tarea, el nuevo alcalde llega con los pergaminos de ser un buen gerente, de saber de las cosas administrativas, viene con experiencia y dinámica de manejo, acción es lo que al final todos queremos; y nuestro deseo es que haga una muy buena gestión.

Por otro lado, equivocarnos por más de veinte años escogiendo los líderes que nos representan es una de las cosas que debemos analizar en el balance final.

No aguantamos 4 años más de perversidad administrativa, ojo con esto.

Ernesto Orozco, como en otrora, el libertador Simón Bolívar dejara en manos de Juan José Rondón con un grito de exhortación, de pundonor y valentía sublime: “general salve usted la patria” hoy le pedimos de manera especial… “Señor alcalde salve usted a Valledupar”

‘La historia nos indica que a través de los años hemos necesitado de gente valiente, que se entregue de manera decidida y con osadía para lograr cambiar situaciones nefastas que en un punto crucial requerían de esa fuerza para lograr escribir páginas de gloria en los destinos de la historia misma’. Valledupar lo necesita.

Hoy requerimos con urgencia, de ciudadanos que se entreguen con principios y ética y comprometidos de manera responsable para sacar adelante la ciudad. 

Empecemos con lo elemental, con lo sencillo, con el respeto por el otro y con la sociedad. Aportemos todos, hay cosas que no son exclusiva responsabilidad del alcalde.

Respetemos las señales de tránsito, cuidemos las cosas públicas que son de todos, practiquemos la urbanidad, seamos solidarios con el vecino, obremos con consideración y amabilidad.

Una cosa importante, quien no quiera a Valledupar, no merece estar aquí. Así de sencillo; somos nosotros los constructores de una mejor ciudad, trabajando con denuedo, con transparencia y de la mano con los administradores de turno. Los buenos. De eso se trata, de hacer un buen balance, mi aporte y el resultado.  Sólo Eso.

Columnista
11 diciembre, 2023

2023 en su recta final, ¿augurios de tiempos buenos o pesimismo total?

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Eduardo S. Ortega Vergara

Al cerrar ciclos, al finalizar los años, en esta época, se da inicio a los balances que nos permiten de alguna manera entender si hicimos bien la tarea.


Por Eduardo Santos Ortega Vergara.

Al cerrar ciclos, al finalizar los años, en esta época, se da inicio a los balances que nos permiten de alguna manera entender si hicimos bien la tarea.

Cosas buenas al cierre, otras no tanto, pero es de gran importancia hacer un autoanálisis y de esta manera determinar qué tan viable fue mi participación en el ejercicio.

La sociedad vallenata viene atragantada con el deseo enorme de ver a la ciudad en otras condiciones; verla convertida en una ciudad sana, limpia, segura y en orden, en donde la responsabilidad no se la dejemos a dos ni a tres.

Aquí el compromiso es de todos, y entra a jugar un papel fundamental el amor por la ciudad, cuidarla, valorarla, sentirla y desde luego actuar en la misma dirección: deseo, ganas y acción.

El deseo de verla en orden, las ganas de disfrutarla en ese sentido y lo más importante, mi aporte, mi granito de arena la pregunta del millón ¿Qué estoy haciendo, para portarle a la acción?

Son dos cosas fundamentales, por un lado, el tema de la autoridad, que tan viable ha sido el trabajo del alcalde y de todo su equipo, su dinámica en función con la responsabilidad que le asignara el pueblo en el ejercicio de la sana democracia.

Un Mello Castro que se va, sin pena ni gloria y un Ernesto que llega con el deseo de arreglar esto.

Y no tiene fácil la tarea, el nuevo alcalde llega con los pergaminos de ser un buen gerente, de saber de las cosas administrativas, viene con experiencia y dinámica de manejo, acción es lo que al final todos queremos; y nuestro deseo es que haga una muy buena gestión.

Por otro lado, equivocarnos por más de veinte años escogiendo los líderes que nos representan es una de las cosas que debemos analizar en el balance final.

No aguantamos 4 años más de perversidad administrativa, ojo con esto.

Ernesto Orozco, como en otrora, el libertador Simón Bolívar dejara en manos de Juan José Rondón con un grito de exhortación, de pundonor y valentía sublime: “general salve usted la patria” hoy le pedimos de manera especial… “Señor alcalde salve usted a Valledupar”

‘La historia nos indica que a través de los años hemos necesitado de gente valiente, que se entregue de manera decidida y con osadía para lograr cambiar situaciones nefastas que en un punto crucial requerían de esa fuerza para lograr escribir páginas de gloria en los destinos de la historia misma’. Valledupar lo necesita.

Hoy requerimos con urgencia, de ciudadanos que se entreguen con principios y ética y comprometidos de manera responsable para sacar adelante la ciudad. 

Empecemos con lo elemental, con lo sencillo, con el respeto por el otro y con la sociedad. Aportemos todos, hay cosas que no son exclusiva responsabilidad del alcalde.

Respetemos las señales de tránsito, cuidemos las cosas públicas que son de todos, practiquemos la urbanidad, seamos solidarios con el vecino, obremos con consideración y amabilidad.

Una cosa importante, quien no quiera a Valledupar, no merece estar aquí. Así de sencillo; somos nosotros los constructores de una mejor ciudad, trabajando con denuedo, con transparencia y de la mano con los administradores de turno. Los buenos. De eso se trata, de hacer un buen balance, mi aporte y el resultado.  Sólo Eso.