Al director del Dane, Mauricio Perfetti, le convendría dejar de estar anunciando en ruedas de prensa los resultados del censo agropecuario y dedicarse -en lo que resta del año-, a corroborar las cifras con el Ministerio de Agricultura y los gremios de la producción agropecuaria, para evitar interpretaciones equivocas y dudas sobre la metodología aplicada. […]
Al director del Dane, Mauricio Perfetti, le convendría dejar de estar anunciando en ruedas de prensa los resultados del censo agropecuario y dedicarse -en lo que resta del año-, a corroborar las cifras con el Ministerio de Agricultura y los gremios de la producción agropecuaria, para evitar interpretaciones equivocas y dudas sobre la metodología aplicada.
Un tema difuso, es por ejemplo, el nivel de cobertura en la educación de los productores del campo. Según el Censo, en Colombia hay 2.7 millones de productores, de los cuales 724 mil productores viven en sus fincas y 1.9 en los centros urbanos. Mientras Perfetti dice que el 17% de estos productores no saben leer ni escribir y el resto solo ha estudiado hasta la primaria, el director del Sena, Alfonso Prada, afirmó en el Congreso de la SAC (en Villavicencio), que esa entidad había educado 2.9 millones de aprendices en 33 centros con formación en agricultura. Claramente, aquí alguien está haciendo mal las cuentas.
Otras cifras bastante imprecisas y confusas son las de superficie cultivada y cosechada. El Censo habla de un inventario agrícola de nueve millones de hectáreas de las cuales se siembran 7.1 millones y solo se cosechan 6.9 millones de hectáreas. No sabemos si se están perdiendo 2.1 millones o 200 mil hectáreas anuales. ¡Que locura!
En los resguardos indígenas y en los territorios de comunidades negra -donde casi nadie puede entrar y muy difícilmente obtener una información cierta-, registraron 639.000 hectáreas con una producción que supera los 3.5 millones de toneladas anuales. Según los encuestadores, están cosechando más los indígenas que los los productores de café y arroz juntos.
Las cifras de áreas cosechadas en varios subsectores agrícolas también presentan inconsistencias. Mientras Fedepalma tiene en sus registros un área de 345 mil hectáreas con una producción aproximada al millón de toneladas de aceites, el Censo registra 374.000 hectáreas con la misma producción. Aquí no sabemos si se está hablando de superficie bruta o neta. ¿Cómo se concilian ambas fuentes?
En maíz amarillo registraron 170 mil hectáreas con una producción de 727 mil toneladas. En las estadísticas de la Federación Nacional de Cultivadores de Cereales –Fenalce-, tienen registradas un poco más de 288.000 hectáreas con una producción aproximada a las 823 mil toneladas anuales. En forestación comercial la vaina es peor. Mientras el censo reporta 78.000 hectáreas de bosques comerciales, en Fedemaderas y el ICA se han registrado unas 390.000 hectáreas.
Tampoco es coherente, que en 33.8 millones de hectáreas de pastos solo hayan 21.4 millones de cabezas de ganado. Según las estadísticas de Fedegan, el hato ganadero en Colombia está alrededor de los 26 millones de cabezas. ¿Qué pasó con las 4.6 millones restantes?
Otro tema delicado de interpretación es el de asistencia técnica. De acuerdo con las estadísticas del Censo, solo el 10% (72.400 campesinos) dijeron haber recibido este servicio en el 2013. Habrá que preguntar a donde fueron a parar los 200 mil millones de pesos que el Ministro de Agricultura de la época destinó para prestar gratuitamente este servicio.
Sobre las cifras de acceso al crédito, no podemos hacer un análisis objetivo porque las preguntas fueron mal formuladas. Hágame caso doctor Perfetti, siéntese 15 días con el Ministerio de Agricultura y los gremios a concertar estas cifras. De lo contrario va a ser difícil proponer políticas públicas acertadas.
*Consultor en financiamiento agroindustrial.
Al director del Dane, Mauricio Perfetti, le convendría dejar de estar anunciando en ruedas de prensa los resultados del censo agropecuario y dedicarse -en lo que resta del año-, a corroborar las cifras con el Ministerio de Agricultura y los gremios de la producción agropecuaria, para evitar interpretaciones equivocas y dudas sobre la metodología aplicada. […]
Al director del Dane, Mauricio Perfetti, le convendría dejar de estar anunciando en ruedas de prensa los resultados del censo agropecuario y dedicarse -en lo que resta del año-, a corroborar las cifras con el Ministerio de Agricultura y los gremios de la producción agropecuaria, para evitar interpretaciones equivocas y dudas sobre la metodología aplicada.
Un tema difuso, es por ejemplo, el nivel de cobertura en la educación de los productores del campo. Según el Censo, en Colombia hay 2.7 millones de productores, de los cuales 724 mil productores viven en sus fincas y 1.9 en los centros urbanos. Mientras Perfetti dice que el 17% de estos productores no saben leer ni escribir y el resto solo ha estudiado hasta la primaria, el director del Sena, Alfonso Prada, afirmó en el Congreso de la SAC (en Villavicencio), que esa entidad había educado 2.9 millones de aprendices en 33 centros con formación en agricultura. Claramente, aquí alguien está haciendo mal las cuentas.
Otras cifras bastante imprecisas y confusas son las de superficie cultivada y cosechada. El Censo habla de un inventario agrícola de nueve millones de hectáreas de las cuales se siembran 7.1 millones y solo se cosechan 6.9 millones de hectáreas. No sabemos si se están perdiendo 2.1 millones o 200 mil hectáreas anuales. ¡Que locura!
En los resguardos indígenas y en los territorios de comunidades negra -donde casi nadie puede entrar y muy difícilmente obtener una información cierta-, registraron 639.000 hectáreas con una producción que supera los 3.5 millones de toneladas anuales. Según los encuestadores, están cosechando más los indígenas que los los productores de café y arroz juntos.
Las cifras de áreas cosechadas en varios subsectores agrícolas también presentan inconsistencias. Mientras Fedepalma tiene en sus registros un área de 345 mil hectáreas con una producción aproximada al millón de toneladas de aceites, el Censo registra 374.000 hectáreas con la misma producción. Aquí no sabemos si se está hablando de superficie bruta o neta. ¿Cómo se concilian ambas fuentes?
En maíz amarillo registraron 170 mil hectáreas con una producción de 727 mil toneladas. En las estadísticas de la Federación Nacional de Cultivadores de Cereales –Fenalce-, tienen registradas un poco más de 288.000 hectáreas con una producción aproximada a las 823 mil toneladas anuales. En forestación comercial la vaina es peor. Mientras el censo reporta 78.000 hectáreas de bosques comerciales, en Fedemaderas y el ICA se han registrado unas 390.000 hectáreas.
Tampoco es coherente, que en 33.8 millones de hectáreas de pastos solo hayan 21.4 millones de cabezas de ganado. Según las estadísticas de Fedegan, el hato ganadero en Colombia está alrededor de los 26 millones de cabezas. ¿Qué pasó con las 4.6 millones restantes?
Otro tema delicado de interpretación es el de asistencia técnica. De acuerdo con las estadísticas del Censo, solo el 10% (72.400 campesinos) dijeron haber recibido este servicio en el 2013. Habrá que preguntar a donde fueron a parar los 200 mil millones de pesos que el Ministro de Agricultura de la época destinó para prestar gratuitamente este servicio.
Sobre las cifras de acceso al crédito, no podemos hacer un análisis objetivo porque las preguntas fueron mal formuladas. Hágame caso doctor Perfetti, siéntese 15 días con el Ministerio de Agricultura y los gremios a concertar estas cifras. De lo contrario va a ser difícil proponer políticas públicas acertadas.
*Consultor en financiamiento agroindustrial.