Más de 17 mil familias damnificadas, miles de hectáreas de cultivos arrasados, centenares de cabezas de ganado muertas, pueblos con daños en infraestructura como Gamarra, cuatro corregimientos de Aguachica, La Gloria, Tamalameque y Chimichagua, fueron los más perjudicados del Departamento y aún no han recibido las obras prometidas para realzar los terraplenes afectados y evitar […]
Más de 17 mil familias damnificadas, miles de hectáreas de cultivos arrasados, centenares de cabezas de ganado muertas, pueblos con daños en infraestructura como Gamarra, cuatro corregimientos de Aguachica, La Gloria, Tamalameque y Chimichagua, fueron los más perjudicados del Departamento y aún no han recibido las obras prometidas para realzar los terraplenes afectados y evitar así, otra tragedia similar.
El municipio más afectado fue Gamarra, por la creciente de los ríos Magdalena y Lebrija, ya que durante más de 45 días la mayoría de las viviendas permanecieron inundadas.
Un panorama completamente desolador, pero el empuje de la gente, ha logrado recuperar algunas zonas que quedaron arrasadas, pese a la escasa ayuda de los gobiernos Departamental y Nacional.
Miguel Castro Navarro, es un líder comunitario y fue quien estuvo al frente de dos albergues para damnificados por el invierno, que alojó a la población de los barrios de la Calle del Comercio, Aceituno y la Palomera.
El asegura que en esa zona, el gobierno departamental y nacional sólo les ha cumplido con la alimentación, pero todos los enceres que se perdieron aún no los han podido recuperar porque no hay fuentes de empleo.
“El gobierno apenas ha cumplido en la parte de alimentación. En este momento pues tenemos unos mercados de Colombia Humanitaria que se entregaron en el municipio, pero en lo que sí estamos olvidados es en las vías. Nuestro alcalde municipal lo único que tiene es la maquinaria para arreglar las vías, pero el gobierno nacional no ha rembolsado la plata para arreglarlas”, declaró el líder cívico.
Además advierte, que ya comenzaron nuevas inundaciones a raíz de la falta del taponamiento de un chorro en cercanías a Puerto Capulco y la parte baja de Puerto Mosquito.
Pero para seguir con el tema del taponamiento de los jarillones afectados, en el recorrido realizado por las autoridades, detectaron 11 chorros, de los cuales sólo uno está siendo taponado pero los demás aún no han sido intervenidos.
Aunque la Alcaldía solicitó oportunamente los recursos financieros para atender las obras al gobierno nacional, estas no han llegado en su totalidad y las partes críticas aún se encuentran sin ‘meterle’ mano pese a que el Ideam anuncia otra temporada invernal a comienzos de septiembre próximo.
“El temor de la comunidad es el siguiente, si usted pone un jarillón más adelante se va a reventar por otro lado, lo más importante es tener una visión integral y sistémica, asumiendo la raíz y la raíz es afrontar la cuenca del río grande de La Magdalena”, manifestó Mauricio Negrete Ávila, comerciante de Gamarra.
Más de 17 mil familias damnificadas, miles de hectáreas de cultivos arrasados, centenares de cabezas de ganado muertas, pueblos con daños en infraestructura como Gamarra, cuatro corregimientos de Aguachica, La Gloria, Tamalameque y Chimichagua, fueron los más perjudicados del Departamento y aún no han recibido las obras prometidas para realzar los terraplenes afectados y evitar […]
Más de 17 mil familias damnificadas, miles de hectáreas de cultivos arrasados, centenares de cabezas de ganado muertas, pueblos con daños en infraestructura como Gamarra, cuatro corregimientos de Aguachica, La Gloria, Tamalameque y Chimichagua, fueron los más perjudicados del Departamento y aún no han recibido las obras prometidas para realzar los terraplenes afectados y evitar así, otra tragedia similar.
El municipio más afectado fue Gamarra, por la creciente de los ríos Magdalena y Lebrija, ya que durante más de 45 días la mayoría de las viviendas permanecieron inundadas.
Un panorama completamente desolador, pero el empuje de la gente, ha logrado recuperar algunas zonas que quedaron arrasadas, pese a la escasa ayuda de los gobiernos Departamental y Nacional.
Miguel Castro Navarro, es un líder comunitario y fue quien estuvo al frente de dos albergues para damnificados por el invierno, que alojó a la población de los barrios de la Calle del Comercio, Aceituno y la Palomera.
El asegura que en esa zona, el gobierno departamental y nacional sólo les ha cumplido con la alimentación, pero todos los enceres que se perdieron aún no los han podido recuperar porque no hay fuentes de empleo.
“El gobierno apenas ha cumplido en la parte de alimentación. En este momento pues tenemos unos mercados de Colombia Humanitaria que se entregaron en el municipio, pero en lo que sí estamos olvidados es en las vías. Nuestro alcalde municipal lo único que tiene es la maquinaria para arreglar las vías, pero el gobierno nacional no ha rembolsado la plata para arreglarlas”, declaró el líder cívico.
Además advierte, que ya comenzaron nuevas inundaciones a raíz de la falta del taponamiento de un chorro en cercanías a Puerto Capulco y la parte baja de Puerto Mosquito.
Pero para seguir con el tema del taponamiento de los jarillones afectados, en el recorrido realizado por las autoridades, detectaron 11 chorros, de los cuales sólo uno está siendo taponado pero los demás aún no han sido intervenidos.
Aunque la Alcaldía solicitó oportunamente los recursos financieros para atender las obras al gobierno nacional, estas no han llegado en su totalidad y las partes críticas aún se encuentran sin ‘meterle’ mano pese a que el Ideam anuncia otra temporada invernal a comienzos de septiembre próximo.
“El temor de la comunidad es el siguiente, si usted pone un jarillón más adelante se va a reventar por otro lado, lo más importante es tener una visión integral y sistémica, asumiendo la raíz y la raíz es afrontar la cuenca del río grande de La Magdalena”, manifestó Mauricio Negrete Ávila, comerciante de Gamarra.