En los corrillos políticos se comenta que, a pesar de que Elvia Milena Sanjuán tiene la capacidad para liderar el proyecto, la orden es esperar que Luis Alberto Monsalvo solucione sus problemas judiciales y vuelva a gobernar desde la sombra.
Los que conocieron a Elvia Milena Sanjuán como alcaldesa de San Diego recuerdan su capacidad para hacerse notar y ser escuchada en el tosco mundo de la política, aún dominada por hombres. En los debates y temas trascendentales del municipio era protagonista por su fluidez.
Sin embargo, desde que inició su campaña a la Gobernación del Cesar y una vez ganó, apadrinada por la familia Gnecco, es otra Elvia Milena Sanjuán. O al menos eso parece de puertas para afuera. Su forma de comunicar es diferente.
Ya en la campaña, siendo favorita por la maquinaria del gobierno departamental, fue centro de ataques de las otras dos candidatas. Pero la decisión fue mantenerse al margen y evitar la confrontación con Claudia Margarita Zuleta y Katia Ospino.
Tampoco asistió a debates. Los que han hecho política con ella dicen que no fue por falta de capacidad ni temor de ser derrotada en el escenario. “Sabe desenvolverse, no se amilana cuando la atacan”, comentan personas cercanas. Pero evitó los debates públicos, al parecer, por decisión de quienes la asesoran, o de sus jefes.
Y las cosas no parecen haber cambiado una vez llegó al poder. Incluso, la gobernadora parece haber aceptado su lugar: fue elegida, pero el verdadero gobernador sería Luis Alberto Monsalvo. Y su sombra la ha perseguido, o ella se ha arropado en tal, al punto que casi todos sus discursos los centra en destacar el legado de Luis Alberto, hoy condenado en primera instancia, y no en comentar sus metas.
Durante el cuatrienio pasado, en medio de su proceso por corrupción en el Programa de Alimentación Escolar, Luis Alberto Monsalvo supo ser el verdadero poder y atender a los alcaldes cuando solicitaban un proyecto o citar a los congresistas cuando necesitaba gestión ante el Gobierno nacional. Todo desde su casa por cárcel.
Y así lo reconocían los mandatarios. “Cuando el proyecto estaba trabado visité al gobernador Monsalvo (estaba con casa por cárcel) y pudimos avanzar”, reconocía un alcalde en medio de la inauguración de un acueducto en 2023. De esa forma fluyeron las cosas mientras Andrés Meza fue gobernador encargado.
Pero la condena contra Luis Alberto Monsalvo y su envío a prisión complicaron algunas cosas. La hoja de ruta y los temas álgidos de la Gobernación del Cesar estaban a cargo de Monsalvo. Ahora, algunos sienten esa orfandad, aunque Cielo Gnecco, a pesar de su proceso, ha tomado el primer puesto. En privado, los alcaldes se quejan de no ser escuchados y atendidos y algunos sectores políticos se sienten huérfanos. Nadie alza la voz para que no les cierren las puertas.
En los corrillos políticos se comenta que, a pesar de que Elvia Milena Sanjuán tiene la capacidad para liderar el proyecto, la orden es esperar que Luis Alberto Monsalvo solucione sus problemas judiciales y vuelva a gobernar desde la sombra.
Y eso se ha notado en los debates sensibles. La gobernadora ha preferido guardar silencio. En ocasiones luce aislada, centrada en las metas ‘agradables’ o suaves del gobierno. “Extraño en ella, una mujer inteligente, expresiva, con facilidad de trato y de palabra. En San Diego recuerdan cuando alzaba la voz y no le temía a nadie”, dijo un líder político bajo reserva.
En su primera rendición de cuentas, a la que asistieron secretarios, alcaldes, diputados y políticos de la región, la gobernadora del Cesar mostró los que consideró fueron sus avances en los primeros 100 días de mandato.
Como en tan poco tiempo es difícil mostrar resultados, la gobernadora se centró en las gestiones. Lo primero fue la construcción del Plan de Desarrollo Departamental 2024-2027, que en los próximos días bajará a la Asamblea del Cesar para ser debatido y aprobado. Esta será la hoja de ruta, con una clara influencia y continuidad de lo que hizo y dejó el exgobernador Luis Alberto Monsalvo.
En materia de obras, inició el año inaugurando los rediseños del CASD y aulas educativas en San Diego y Chiriguaná. También resaltó que iniciaron los trabajos de diseño para el rediseño de otros tres megacolegios en Valledupar: José Eugenio Martínez, Colegio Upar y Casimiro Maestre.
Igualmente, destacó el inicio de la pavimentación de 1.4 kilómetros en los corregimientos Mariangola y Aguas Blancas, de Valledupar; y en Curumaní la puesta en marcha de la primera piedra de la optimización del acueducto.
Uno de los puntos sensibles del actual gobierno departamental ha sido su relación con el presidente Gustavo Petro y sus ministros. Como senador, Petro fue un fuerte crítico de los Gnecco, por eso, la gobernadora, con el apoyo de los congresistas, ha intentado establecer lazos.
Aunque no existe la misma fluidez que con gobiernos anteriores, al departamento han viajado el ministro de Defensa, Iván Velásquez; la ministra de Vivienda, Catalina Velasco; y el ministro de las TIC, Mauricio Lizcano.
En materia de salud, recordó el aporte de $8.500 millones que hizo la Gobernación del Cesar para sanear las deudas del Idreec y los hospitales de La Gloria y Pelaya.
A las luces anteriores y a la sombra de los Gnecco, se suman las polémicas que han rodeado la carrera de la gobernadora del Cesar. Desde la campaña se cuestionaba si los problemas legales le permitirían terminar su mandato.
En el 2020, la Fiscalía General le imputó cargos por presunta irregularidades en la venta de un lote como alcaldesa de San Diego. Ya posesionada fue noticia por su defensa a la millonaria adición del Centro Cultural de la Música Vallenata, el cual podría costar hasta $200.000 millones.
Y por último, también fue noticia porque un juzgado embargó sus cuentas a raíz de un compromiso que había adquirido con un ciudadano.
En los corrillos políticos se comenta que, a pesar de que Elvia Milena Sanjuán tiene la capacidad para liderar el proyecto, la orden es esperar que Luis Alberto Monsalvo solucione sus problemas judiciales y vuelva a gobernar desde la sombra.
Los que conocieron a Elvia Milena Sanjuán como alcaldesa de San Diego recuerdan su capacidad para hacerse notar y ser escuchada en el tosco mundo de la política, aún dominada por hombres. En los debates y temas trascendentales del municipio era protagonista por su fluidez.
Sin embargo, desde que inició su campaña a la Gobernación del Cesar y una vez ganó, apadrinada por la familia Gnecco, es otra Elvia Milena Sanjuán. O al menos eso parece de puertas para afuera. Su forma de comunicar es diferente.
Ya en la campaña, siendo favorita por la maquinaria del gobierno departamental, fue centro de ataques de las otras dos candidatas. Pero la decisión fue mantenerse al margen y evitar la confrontación con Claudia Margarita Zuleta y Katia Ospino.
Tampoco asistió a debates. Los que han hecho política con ella dicen que no fue por falta de capacidad ni temor de ser derrotada en el escenario. “Sabe desenvolverse, no se amilana cuando la atacan”, comentan personas cercanas. Pero evitó los debates públicos, al parecer, por decisión de quienes la asesoran, o de sus jefes.
Y las cosas no parecen haber cambiado una vez llegó al poder. Incluso, la gobernadora parece haber aceptado su lugar: fue elegida, pero el verdadero gobernador sería Luis Alberto Monsalvo. Y su sombra la ha perseguido, o ella se ha arropado en tal, al punto que casi todos sus discursos los centra en destacar el legado de Luis Alberto, hoy condenado en primera instancia, y no en comentar sus metas.
Durante el cuatrienio pasado, en medio de su proceso por corrupción en el Programa de Alimentación Escolar, Luis Alberto Monsalvo supo ser el verdadero poder y atender a los alcaldes cuando solicitaban un proyecto o citar a los congresistas cuando necesitaba gestión ante el Gobierno nacional. Todo desde su casa por cárcel.
Y así lo reconocían los mandatarios. “Cuando el proyecto estaba trabado visité al gobernador Monsalvo (estaba con casa por cárcel) y pudimos avanzar”, reconocía un alcalde en medio de la inauguración de un acueducto en 2023. De esa forma fluyeron las cosas mientras Andrés Meza fue gobernador encargado.
Pero la condena contra Luis Alberto Monsalvo y su envío a prisión complicaron algunas cosas. La hoja de ruta y los temas álgidos de la Gobernación del Cesar estaban a cargo de Monsalvo. Ahora, algunos sienten esa orfandad, aunque Cielo Gnecco, a pesar de su proceso, ha tomado el primer puesto. En privado, los alcaldes se quejan de no ser escuchados y atendidos y algunos sectores políticos se sienten huérfanos. Nadie alza la voz para que no les cierren las puertas.
En los corrillos políticos se comenta que, a pesar de que Elvia Milena Sanjuán tiene la capacidad para liderar el proyecto, la orden es esperar que Luis Alberto Monsalvo solucione sus problemas judiciales y vuelva a gobernar desde la sombra.
Y eso se ha notado en los debates sensibles. La gobernadora ha preferido guardar silencio. En ocasiones luce aislada, centrada en las metas ‘agradables’ o suaves del gobierno. “Extraño en ella, una mujer inteligente, expresiva, con facilidad de trato y de palabra. En San Diego recuerdan cuando alzaba la voz y no le temía a nadie”, dijo un líder político bajo reserva.
En su primera rendición de cuentas, a la que asistieron secretarios, alcaldes, diputados y políticos de la región, la gobernadora del Cesar mostró los que consideró fueron sus avances en los primeros 100 días de mandato.
Como en tan poco tiempo es difícil mostrar resultados, la gobernadora se centró en las gestiones. Lo primero fue la construcción del Plan de Desarrollo Departamental 2024-2027, que en los próximos días bajará a la Asamblea del Cesar para ser debatido y aprobado. Esta será la hoja de ruta, con una clara influencia y continuidad de lo que hizo y dejó el exgobernador Luis Alberto Monsalvo.
En materia de obras, inició el año inaugurando los rediseños del CASD y aulas educativas en San Diego y Chiriguaná. También resaltó que iniciaron los trabajos de diseño para el rediseño de otros tres megacolegios en Valledupar: José Eugenio Martínez, Colegio Upar y Casimiro Maestre.
Igualmente, destacó el inicio de la pavimentación de 1.4 kilómetros en los corregimientos Mariangola y Aguas Blancas, de Valledupar; y en Curumaní la puesta en marcha de la primera piedra de la optimización del acueducto.
Uno de los puntos sensibles del actual gobierno departamental ha sido su relación con el presidente Gustavo Petro y sus ministros. Como senador, Petro fue un fuerte crítico de los Gnecco, por eso, la gobernadora, con el apoyo de los congresistas, ha intentado establecer lazos.
Aunque no existe la misma fluidez que con gobiernos anteriores, al departamento han viajado el ministro de Defensa, Iván Velásquez; la ministra de Vivienda, Catalina Velasco; y el ministro de las TIC, Mauricio Lizcano.
En materia de salud, recordó el aporte de $8.500 millones que hizo la Gobernación del Cesar para sanear las deudas del Idreec y los hospitales de La Gloria y Pelaya.
A las luces anteriores y a la sombra de los Gnecco, se suman las polémicas que han rodeado la carrera de la gobernadora del Cesar. Desde la campaña se cuestionaba si los problemas legales le permitirían terminar su mandato.
En el 2020, la Fiscalía General le imputó cargos por presunta irregularidades en la venta de un lote como alcaldesa de San Diego. Ya posesionada fue noticia por su defensa a la millonaria adición del Centro Cultural de la Música Vallenata, el cual podría costar hasta $200.000 millones.
Y por último, también fue noticia porque un juzgado embargó sus cuentas a raíz de un compromiso que había adquirido con un ciudadano.