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Columnista - 2 noviembre, 2010

“Proposición 19”

Entre Otras Cosas…. Por: Dario Arregoces Justo cuando usted, amable lector se disponga a leer estas líneas, se estará desarrollando en el Estado de California (EE.UU.) el referendo que somete a la consideración de los ciudadanos californianos la aceptación o el rechazo a la iniciativa sobre la legalización de la Marihuana, más conocida como la […]

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Entre Otras Cosas….


Por: Dario Arregoces

Justo cuando usted, amable lector se disponga a leer estas líneas, se estará desarrollando en el Estado de California (EE.UU.) el referendo que somete a la consideración de los ciudadanos californianos la aceptación o el rechazo a la iniciativa sobre la legalización de la Marihuana, más conocida como la Proposición 19.
Las encuestas en su mayoría parecen dar como vencedor al “SI” por un margen aproximado de 48% contra 42% de los votantes, muy a pesar de la oposición radical asumida por el gobernador de dicho Estado,  Arnold Scharzenegger, quien expresó textualmente: “Su aprobación constituye un retroceso y seremos la burla de todos no solo por la pesadilla legal  que representará para el Estado, sino por el riesgo en que pondrá la seguridad pública”. Pero este clamor no parece haber tenido eco en  el Sindicato Nacional  de Empleados de Servicio, que tiene  más de 200 mil agremiados  y  manifestó a través de su página de Internet, estar de acuerdo  con la Proposición 19, por considerarla “una iniciativa saludable para California”.
De llegarse a aprobar la Proposición 19, se tendría entonces la posibilidad de  consumir marihuana libremente, además de obtenerla sin necesidad – como hasta ahora- de receta médica, y sembrarla en los hogares californianos como una hortaliza más.
Visto como negocio, tenemos datos realmente escalofriantes, pues la venta lícita de este narcótico en California, ascienden actualmente a  14 mil millones de dólares, generando impuestos  del orden de los US$400 millones solamente en el Estado de California, donde ya existen  fábricas listas para arrancar en el procesamiento de  cannabis sativa, con  tecnología de punta capaz de asegurar el volumen necesario para responder a la demanda, una vez se legalice, se habla de 9.5 toneladas de marihuana al año. Los municipios, por su parte, se encargaran de cobrar impuestos por la licencias de funcionamiento de los establecimientos comerciales. Pero para que tengamos idea de lo que se está cocinando, les doy este dato: Una onza de marihuana se adquiere lícitamente -con fórmula médica- por la suma de 400 a 500 dólares, que es el equivalente a $700 mil a 900 mil pesos colombianos.
Desde el punto de vista jurídico, la situación es compleja toda vez que de aprobarse la Proposición 19, se entraría en abierta contradicción con leyes federales de los Estados Unidos que penalizan el narcotráfico. Sin embargo, esto no parece importarle al Consejo Municipal de  Oakland (California), ciudad con una acentuada diversidad étnica, conformada por africanos, asiáticos, nativos y árabes, pues acaba de aprobar una moción que permite la producción y comercialización de marihuana a gran escala y la intención es convertirla en el paraíso de la marihuana de los Estados Unidos.
Parece ser que los argumentos a favor de la iniciativa se resumen en el factor económico, y se fundamentan en la experiencia vivida con la comercialización ilícita del alcohol y los beneficios que se derivaron de su legalización. De poco han servido las voces que califican la legalización de las drogas como apocalíptica.
La cereza que decora el pastel, para los defensores del “Si” es que con la legalización de la droga, se evitaría la detención de individuos que por miles se suceden en California, por delitos relacionados con el consumo y tenencia de marihuana y de contera el Estado se ahorraría el valor del alto número de investigaciones judiciales, amén del elevado costo carcelario.
Considero que es un error la legalización de las drogas en términos del daño que sufriría el tejido social, siendo la familia la gran damnificada. Pero igual, también pienso que no acometer políticas agresivas contra la producción, consumo y distribución de drogas, es tanto como permitirlos.
[email protected]

Columnista
2 noviembre, 2010

“Proposición 19”

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Dario Arregoces

Entre Otras Cosas…. Por: Dario Arregoces Justo cuando usted, amable lector se disponga a leer estas líneas, se estará desarrollando en el Estado de California (EE.UU.) el referendo que somete a la consideración de los ciudadanos californianos la aceptación o el rechazo a la iniciativa sobre la legalización de la Marihuana, más conocida como la […]


Entre Otras Cosas….


Por: Dario Arregoces

Justo cuando usted, amable lector se disponga a leer estas líneas, se estará desarrollando en el Estado de California (EE.UU.) el referendo que somete a la consideración de los ciudadanos californianos la aceptación o el rechazo a la iniciativa sobre la legalización de la Marihuana, más conocida como la Proposición 19.
Las encuestas en su mayoría parecen dar como vencedor al “SI” por un margen aproximado de 48% contra 42% de los votantes, muy a pesar de la oposición radical asumida por el gobernador de dicho Estado,  Arnold Scharzenegger, quien expresó textualmente: “Su aprobación constituye un retroceso y seremos la burla de todos no solo por la pesadilla legal  que representará para el Estado, sino por el riesgo en que pondrá la seguridad pública”. Pero este clamor no parece haber tenido eco en  el Sindicato Nacional  de Empleados de Servicio, que tiene  más de 200 mil agremiados  y  manifestó a través de su página de Internet, estar de acuerdo  con la Proposición 19, por considerarla “una iniciativa saludable para California”.
De llegarse a aprobar la Proposición 19, se tendría entonces la posibilidad de  consumir marihuana libremente, además de obtenerla sin necesidad – como hasta ahora- de receta médica, y sembrarla en los hogares californianos como una hortaliza más.
Visto como negocio, tenemos datos realmente escalofriantes, pues la venta lícita de este narcótico en California, ascienden actualmente a  14 mil millones de dólares, generando impuestos  del orden de los US$400 millones solamente en el Estado de California, donde ya existen  fábricas listas para arrancar en el procesamiento de  cannabis sativa, con  tecnología de punta capaz de asegurar el volumen necesario para responder a la demanda, una vez se legalice, se habla de 9.5 toneladas de marihuana al año. Los municipios, por su parte, se encargaran de cobrar impuestos por la licencias de funcionamiento de los establecimientos comerciales. Pero para que tengamos idea de lo que se está cocinando, les doy este dato: Una onza de marihuana se adquiere lícitamente -con fórmula médica- por la suma de 400 a 500 dólares, que es el equivalente a $700 mil a 900 mil pesos colombianos.
Desde el punto de vista jurídico, la situación es compleja toda vez que de aprobarse la Proposición 19, se entraría en abierta contradicción con leyes federales de los Estados Unidos que penalizan el narcotráfico. Sin embargo, esto no parece importarle al Consejo Municipal de  Oakland (California), ciudad con una acentuada diversidad étnica, conformada por africanos, asiáticos, nativos y árabes, pues acaba de aprobar una moción que permite la producción y comercialización de marihuana a gran escala y la intención es convertirla en el paraíso de la marihuana de los Estados Unidos.
Parece ser que los argumentos a favor de la iniciativa se resumen en el factor económico, y se fundamentan en la experiencia vivida con la comercialización ilícita del alcohol y los beneficios que se derivaron de su legalización. De poco han servido las voces que califican la legalización de las drogas como apocalíptica.
La cereza que decora el pastel, para los defensores del “Si” es que con la legalización de la droga, se evitaría la detención de individuos que por miles se suceden en California, por delitos relacionados con el consumo y tenencia de marihuana y de contera el Estado se ahorraría el valor del alto número de investigaciones judiciales, amén del elevado costo carcelario.
Considero que es un error la legalización de las drogas en términos del daño que sufriría el tejido social, siendo la familia la gran damnificada. Pero igual, también pienso que no acometer políticas agresivas contra la producción, consumo y distribución de drogas, es tanto como permitirlos.
[email protected]