DOS PUNTOS Por: German Piedrahita Es la pregunta que puede casar con todo lo que hemos venido viviendo y lo que está pasando. Qué podremos decir cuando ya empieza un manto gaseoso a cubrir las más viles actuaciones de un mandatario que llevado en las nubes de los medios pagados o favorecidos con cargos vice […]
DOS PUNTOS
Por: German Piedrahita
Es la pregunta que puede casar con todo lo que hemos venido viviendo y lo que está pasando. Qué podremos decir cuando ya empieza un manto gaseoso a cubrir las más viles actuaciones de un mandatario que llevado en las nubes de los medios pagados o favorecidos con cargos vice y ministerial nunca dejaron de loar al mandatario y de desviar todo error hacia otro sujeto.
Ya se ve que las madres de Soacha no podrán encontrar la tranquilidad por el castigo de los verdaderos culpables porque éstos ya no son visibles, ya nada se sabrá sobre el favorecimiento en un pedazo de tierra para los hijos del poder; ya hasta las basuras pasaron a ser posesión de la codicia y la inmoralidad; ya las regaladas notarías como moneda del chantaje serán pulcras y puras; ya los desafueros de la salud pasan a ser drogas benéficas para el alma de los que mueren haciendo cola en un hospital, pero tienen Sisbén; ya las migajas regaladas que dejaron sus votos, son la revolución de un país bien manejado. Y de nada vale que algunos no estemos contentos con lo que vivimos porque otros, aún en el Cesar y Valledupar, siguen viendo lo que no encontramos y que esperamos ellos nos sepan mostrar. El poderoso de la silla de Bolívar, vino y se bañó en el Guatapurí, trinó en el parque de la Leyenda, degusto las viandas vallenatas, se terció la mochila y recibió las seguranzas y que tantas venidas, tantas visitas, tantas promesas, que nos dejó que podamos tener como el parabien de sus visitas. Y ahora los ganaderos podrán estar felices por el TLC europeo, los agricultores bien contentos por las importaciones en contra de sus productos, los enfermos, los… todos, ustedes, cuando decimos que debemos dejar de lado el sentimiento para analizar con justicia, podremos premiar tanta bondad, tanta belleza, tanto favor recibido. Ya la amnesia, patrimonio nacional, baja como la garua de la Sierra y va cubriendo con su manto lechoso lo que para unos es verdad y para otros odio, como el más aberrante de los paralelos nazis con la persecución a cualquier persona que se creyera molesta o intentaba molestar al semidios.
Y ahora que asistió Correa y llegó Chávez podremos esperar que aún en contra de su alter-ego las relaciones vuelvan al cause de la diplomacia con la tranquilidad de los salones y no con la virulencia de los micrófonos. Con las palabras del presidente del Congreso se vio que más de uno toma otro camino como el del ungido cuando nombra ministros y secretarios muy lejos de la venia del anterior todopoderoso. Ahora esperemos que el cambio no sea de papel sino que se refleje en la vida de todos nosotros.
Semanas de cultura.
Después de la sequía, llegaron los libros de Will Calderón sobre el algodón en el Cesar, la novela de Mary Daza con los amores encontrados en las viejas casonas y los poemas de Luis Mizar, el verdadero bardo de los dolores. Por el paso de los árboles José Atuesta nos ensena su rima, Joner Rojano sorprende la visión con su propuesta en la Biblioteca Rafael Carrillo, y en Codazzi, ya son más de veinte años del gran encuentro departamental de Cultura, en donde, por una semana, foros, cantos, muestras, bailes, debates se dan la mano para con la variedad ocupar los espíritus de los cesarenses, mientras en Valledupar el cine bajo las estrellas llega a los barrios faltos de la luz de la pantalla de plata. Hay actividad porque siguen los cineforos, las conferencias y los encuentros.