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Columnista - 5 junio, 2010

¿Quién le aprieta las clavijas a las E.P.S?

Por: Julio Mario Celedon La siglas E.P.S deberían significar ‘Empresas Porquerías de Salud’, salvo contadas excepciones me he sentido bien atendido en estas entidades promotoras de servicios de salud,  siempre con sus dependencias congestionadas, atiborradas de público, con lo cual nos damos cuenta la cantidad de usuarios que tienen y por consiguiente lo voluminosos que […]

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Por: Julio Mario Celedon

La siglas E.P.S deberían significar ‘Empresas Porquerías de Salud’, salvo contadas excepciones me he sentido bien atendido en estas entidades promotoras de servicios de salud,  siempre con sus dependencias congestionadas, atiborradas de público, con lo cual nos damos cuenta la cantidad de usuarios que tienen y por consiguiente lo voluminosos que deben ser sus ingresos.
Tiren calculadora y verán que el número de veces en que desafortunadamente nos vemos obligados a usar estos servicios está muy por debajo de la cifra anual que resulta de la sumatoria de los pagos que mensualmente hacemos, eso multiplíquenlo por un numero ‘X’ de usuarios, ¿bastante, no? lo lógico es que siendo unas empresas prosperas presten un buen servicio, no solo es atender al público sino hacerlo bien, mostrar una cara amable. Estoy seguro que muchos de mis lectores han tenido más de un contratiempo con estos entes privados, conozco decenas de casos e incluso he sido víctima en más de una ocasión de una pésima atención.
Cada día son más los usuarios que se quejan de prácticas erróneas por parte de estas empresas, pues en vez de optimizar sus servicios, los desmejoran, ciertos procedimientos como la reducción del personal (por mencionarles sólo uno) se ven reflejados en la mala atención, pues al disminuir los empleados les aumenta la carga laboral al personal restante, obviamente al estar saturados y estresados no están de un buen ánimo para atender al público y nosotros somos los más perjudicados. Para ilustrarlos mejor les pongo este ejemplo, el día martes estando en Barranquilla tuve una pequeña emergencia odontológica, (se me cayó una calza) inmediatamente llamé a ‘mi E.P.S’ en donde me manifestaron que únicamente me podían atender por urgencias, por estar en una ciudad diferente a donde tengo la afiliación, yo les respondí que no me importaba siempre y cuando me atendieran, una vez allí me atendió la Dentista de turno, solamente me limpió y me colocó una ‘curita’ le pregunté que si no me iba a calzar, me contestó que no porque eso es sólo por consulta y que como tengo la afiliación en otra ciudad me toca pedir la cita allá.
Yo me pregunto, dado el caso de una persona con una herida de algún procedimiento quirúrgico al cual se le revienten algunos puntos y asista por urgencia, ¿entonces solo le hacen la  respectiva curación y no le suturan la herida que se abrió? Estas empresas jamás dan puntada sin dedal, ellos aplican la ley del embudo ‘Lo ancho pa’ ellos lo angosto pa’ uno’ aquí siempre lleva las de perder es el usuario, pues ellos acomodan sus políticas de manera tal que siempre salen ganando y de una u otra forma no las aplican.
Pero como no hay mal que por bien no venga, aunque no logré ser atendido adecuadamente por cuenta de la E.P.S. y salí decepcionado de allí, gracias a Dios me fui para un sitio que me recomendaron: Roca Estética Dental, ¡que excelente atención! y el trabajo que me hicieron ni se diga, fui atendido espléndidamente por Alejandra Roca, una gran odontóloga y extraordinario ser humano, ojalá y muchos aprendieran a tratar a la gente de la manera tan profesional y con la misma amabilidad de la Doctora Roca, claro está que en Valledupar también contamos con maravillosas clínicas dentales en donde combinan talento humano y tecnología, como Servident en cabeza de la prestigiosa Fabiola Sánchez Baute y su  insuperable equipo de trabajo.

julioceledó[email protected]

Columnista
5 junio, 2010

¿Quién le aprieta las clavijas a las E.P.S?

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Julio Mario Celedon

Por: Julio Mario Celedon La siglas E.P.S deberían significar ‘Empresas Porquerías de Salud’, salvo contadas excepciones me he sentido bien atendido en estas entidades promotoras de servicios de salud,  siempre con sus dependencias congestionadas, atiborradas de público, con lo cual nos damos cuenta la cantidad de usuarios que tienen y por consiguiente lo voluminosos que […]


Por: Julio Mario Celedon

La siglas E.P.S deberían significar ‘Empresas Porquerías de Salud’, salvo contadas excepciones me he sentido bien atendido en estas entidades promotoras de servicios de salud,  siempre con sus dependencias congestionadas, atiborradas de público, con lo cual nos damos cuenta la cantidad de usuarios que tienen y por consiguiente lo voluminosos que deben ser sus ingresos.
Tiren calculadora y verán que el número de veces en que desafortunadamente nos vemos obligados a usar estos servicios está muy por debajo de la cifra anual que resulta de la sumatoria de los pagos que mensualmente hacemos, eso multiplíquenlo por un numero ‘X’ de usuarios, ¿bastante, no? lo lógico es que siendo unas empresas prosperas presten un buen servicio, no solo es atender al público sino hacerlo bien, mostrar una cara amable. Estoy seguro que muchos de mis lectores han tenido más de un contratiempo con estos entes privados, conozco decenas de casos e incluso he sido víctima en más de una ocasión de una pésima atención.
Cada día son más los usuarios que se quejan de prácticas erróneas por parte de estas empresas, pues en vez de optimizar sus servicios, los desmejoran, ciertos procedimientos como la reducción del personal (por mencionarles sólo uno) se ven reflejados en la mala atención, pues al disminuir los empleados les aumenta la carga laboral al personal restante, obviamente al estar saturados y estresados no están de un buen ánimo para atender al público y nosotros somos los más perjudicados. Para ilustrarlos mejor les pongo este ejemplo, el día martes estando en Barranquilla tuve una pequeña emergencia odontológica, (se me cayó una calza) inmediatamente llamé a ‘mi E.P.S’ en donde me manifestaron que únicamente me podían atender por urgencias, por estar en una ciudad diferente a donde tengo la afiliación, yo les respondí que no me importaba siempre y cuando me atendieran, una vez allí me atendió la Dentista de turno, solamente me limpió y me colocó una ‘curita’ le pregunté que si no me iba a calzar, me contestó que no porque eso es sólo por consulta y que como tengo la afiliación en otra ciudad me toca pedir la cita allá.
Yo me pregunto, dado el caso de una persona con una herida de algún procedimiento quirúrgico al cual se le revienten algunos puntos y asista por urgencia, ¿entonces solo le hacen la  respectiva curación y no le suturan la herida que se abrió? Estas empresas jamás dan puntada sin dedal, ellos aplican la ley del embudo ‘Lo ancho pa’ ellos lo angosto pa’ uno’ aquí siempre lleva las de perder es el usuario, pues ellos acomodan sus políticas de manera tal que siempre salen ganando y de una u otra forma no las aplican.
Pero como no hay mal que por bien no venga, aunque no logré ser atendido adecuadamente por cuenta de la E.P.S. y salí decepcionado de allí, gracias a Dios me fui para un sitio que me recomendaron: Roca Estética Dental, ¡que excelente atención! y el trabajo que me hicieron ni se diga, fui atendido espléndidamente por Alejandra Roca, una gran odontóloga y extraordinario ser humano, ojalá y muchos aprendieran a tratar a la gente de la manera tan profesional y con la misma amabilidad de la Doctora Roca, claro está que en Valledupar también contamos con maravillosas clínicas dentales en donde combinan talento humano y tecnología, como Servident en cabeza de la prestigiosa Fabiola Sánchez Baute y su  insuperable equipo de trabajo.

julioceledó[email protected]