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Columnista - 19 agosto, 2010

¿Qué es una huella de carbono?

MEDIO AMBIENTE Por: Hernán Maestre Martínez Valledupar, Ciudad Ecológica de Colombia. Recuperemos  y conservemos las cuencas de los ríos Guatapurí y Cesar. Hagamos causa común para que el Embalse de Besotes sea una realidad, es agua para la vida en Valledupar, La Paz y San Diego. Posiblemente pocos de nosotros hemos escuchado que la vida […]

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MEDIO AMBIENTE

Por: Hernán Maestre Martínez

Valledupar, Ciudad Ecológica de Colombia. Recuperemos  y conservemos las cuencas de los ríos Guatapurí y Cesar. Hagamos causa común para que el Embalse de Besotes sea una realidad, es agua para la vida en Valledupar, La Paz y San Diego.

Posiblemente pocos de nosotros hemos escuchado que la vida en la tierra se basa en el carbono, y, la idea es que todos conozcamos que hay vida gracias a la energía del sol, y que las plantas y los animales almacenan esa energía. Todos debemos saber lo que significa el carbono en nuestra vida en la tierra.
Empezamos diciendo que el carbono se encuentra en forma de gas, como el CO2 (gas carbónico) y el gas metano (CH4) de la atmósfera y de sustancias químicas con carbono, como azucares, celulosa, grasas y proteínas presentes en los animales y las plantas. Los compuestos de carbono de la atmósfera actúan como una capa que refleja los rayos infrarrojos de la superficie de la tierra, atrapa el calor y hace que el planeta se mantenga caliente.

El calentamiento global se debe a un aumento de la concentración de estos compuestos; el enfriamiento se produce cuando las concentraciones  disminuyen. Los niveles de carbono atmosférico suelen mantenerse en una franja que da lugar a los distintos climas a los que nos hemos adaptado. Sin embargo, el uso de combustibles fósiles en los últimos 200 años ha alterado este equilibrio y ha cambiado el clima desde el Ártico al Ecuador.
Para minimizar el cambio climático en el mundo, debemos controlar la producción de carbono y el primer paso es saber cuánto carbono liberamos. Los Estados y las grandes  empresas miden las emisiones de gases de efecto invernadero que generan y desarrollan mercados y tratados con base en esas cifras. Pero no tienes que ser un Estado o una gran empresa para saber cuál es tu contribución.

Una HUELLA DE CARBONO, es la cantidad de carbono que las actividades de un individuo liberan a la atmósfera cada año. Estas emisiones pueden deberse a la producción de energía eléctrica, la conducción de un carro, la compra de productos que requieren transporte, el cultivo de verduras con abonos químicos, entre otros. LA HUELLA DE CARBONO se suele expresar en toneladas de CO2. Se pueden establecer equivalencias, por ejemplo (una tonelada de gas metano, que lo produce tanto el estiércol de ganado, tiene una capacidad de calentamiento de 25 toneladas de CO2); así se pueden comparar las distintas fuentes de emisión de carbono, como la quema de combustibles, la generación de electricidad y la agricultura.
El cálculo de la huella de carbono de cada uno puede ser una tarea de enormes proporciones, teniendo en cuenta la gran cantidad de factores que hay que considerar. En todo caso, debemos preguntarnos cosas como la distancia media cuando conducimos un vehículo cada mes, los vuelos que realizamos,  la energía eléctrica que utilizamos, si  es producida a partir del carbón o con gas natural u otros.

El propósito, es que cada uno de nosotros nos tracemos objetivos de reducción de energía para que solamente utilicemos la necesaria, es decir, evitar los desperdicios, todos debemos ajustar nuestras estadísticas de uso tomando lo necesario para vivir, para esto, citamos algunas variables o ejemplos que hacen parte de nuestra vida cotidiana: comida, compras, energía, transportes y viajes, en el trabajo, en casa, residuos y reciclaje, en fin, en todo nuestro estilo de vida.

Los actos que realizamos cada día deciden que normas y tradiciones transmitimos a nuestros hijos. Quizás la naturaleza no nos necesite para salvarse, pero sin duda podemos contribuir a que  ella nos salve a nosotros. En nuestras manos está ponérselo más fácil o más difícil. LA DECISIÓN ES NUESTRA. Aquí cabe hacer mención del pensamiento de Gonzalo Arango, poeta y escritor fundador del Nadaísmo en Colombia, cuando dijo: “La tierra sin nosotros podrá continuar su discurrir histórico, pero nosotros sin la tierra, no podremos seguir viviendo”.

NOTA BREVE:
Hasta ahora como que no sabemos, cuál va ser el mecanismo a utilizar para que los señores Indígenas de la Sierra Nevada de Santa Marta, no sigan invocando ciertos postulados, hay veces acomodados, para oponerse a ciertas obras necesarias como el Embalse de  Besotes y otras para la movilidad (carreteras, puentes, entre otros).
En cada momento escuchamos decir, esta obra no se puede hacer o está atrasada porque los Indígenas se oponen con el argumento de que ese sitio es un lugar sagrado para ellos, o sea, un lugar de pagamento, y, además, porque ellos determinan, como hermanos mayores que son. Vea usted.

Columnista
19 agosto, 2010

¿Qué es una huella de carbono?

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Hernán Maestre Martínez

MEDIO AMBIENTE Por: Hernán Maestre Martínez Valledupar, Ciudad Ecológica de Colombia. Recuperemos  y conservemos las cuencas de los ríos Guatapurí y Cesar. Hagamos causa común para que el Embalse de Besotes sea una realidad, es agua para la vida en Valledupar, La Paz y San Diego. Posiblemente pocos de nosotros hemos escuchado que la vida […]


MEDIO AMBIENTE

Por: Hernán Maestre Martínez

Valledupar, Ciudad Ecológica de Colombia. Recuperemos  y conservemos las cuencas de los ríos Guatapurí y Cesar. Hagamos causa común para que el Embalse de Besotes sea una realidad, es agua para la vida en Valledupar, La Paz y San Diego.

Posiblemente pocos de nosotros hemos escuchado que la vida en la tierra se basa en el carbono, y, la idea es que todos conozcamos que hay vida gracias a la energía del sol, y que las plantas y los animales almacenan esa energía. Todos debemos saber lo que significa el carbono en nuestra vida en la tierra.
Empezamos diciendo que el carbono se encuentra en forma de gas, como el CO2 (gas carbónico) y el gas metano (CH4) de la atmósfera y de sustancias químicas con carbono, como azucares, celulosa, grasas y proteínas presentes en los animales y las plantas. Los compuestos de carbono de la atmósfera actúan como una capa que refleja los rayos infrarrojos de la superficie de la tierra, atrapa el calor y hace que el planeta se mantenga caliente.

El calentamiento global se debe a un aumento de la concentración de estos compuestos; el enfriamiento se produce cuando las concentraciones  disminuyen. Los niveles de carbono atmosférico suelen mantenerse en una franja que da lugar a los distintos climas a los que nos hemos adaptado. Sin embargo, el uso de combustibles fósiles en los últimos 200 años ha alterado este equilibrio y ha cambiado el clima desde el Ártico al Ecuador.
Para minimizar el cambio climático en el mundo, debemos controlar la producción de carbono y el primer paso es saber cuánto carbono liberamos. Los Estados y las grandes  empresas miden las emisiones de gases de efecto invernadero que generan y desarrollan mercados y tratados con base en esas cifras. Pero no tienes que ser un Estado o una gran empresa para saber cuál es tu contribución.

Una HUELLA DE CARBONO, es la cantidad de carbono que las actividades de un individuo liberan a la atmósfera cada año. Estas emisiones pueden deberse a la producción de energía eléctrica, la conducción de un carro, la compra de productos que requieren transporte, el cultivo de verduras con abonos químicos, entre otros. LA HUELLA DE CARBONO se suele expresar en toneladas de CO2. Se pueden establecer equivalencias, por ejemplo (una tonelada de gas metano, que lo produce tanto el estiércol de ganado, tiene una capacidad de calentamiento de 25 toneladas de CO2); así se pueden comparar las distintas fuentes de emisión de carbono, como la quema de combustibles, la generación de electricidad y la agricultura.
El cálculo de la huella de carbono de cada uno puede ser una tarea de enormes proporciones, teniendo en cuenta la gran cantidad de factores que hay que considerar. En todo caso, debemos preguntarnos cosas como la distancia media cuando conducimos un vehículo cada mes, los vuelos que realizamos,  la energía eléctrica que utilizamos, si  es producida a partir del carbón o con gas natural u otros.

El propósito, es que cada uno de nosotros nos tracemos objetivos de reducción de energía para que solamente utilicemos la necesaria, es decir, evitar los desperdicios, todos debemos ajustar nuestras estadísticas de uso tomando lo necesario para vivir, para esto, citamos algunas variables o ejemplos que hacen parte de nuestra vida cotidiana: comida, compras, energía, transportes y viajes, en el trabajo, en casa, residuos y reciclaje, en fin, en todo nuestro estilo de vida.

Los actos que realizamos cada día deciden que normas y tradiciones transmitimos a nuestros hijos. Quizás la naturaleza no nos necesite para salvarse, pero sin duda podemos contribuir a que  ella nos salve a nosotros. En nuestras manos está ponérselo más fácil o más difícil. LA DECISIÓN ES NUESTRA. Aquí cabe hacer mención del pensamiento de Gonzalo Arango, poeta y escritor fundador del Nadaísmo en Colombia, cuando dijo: “La tierra sin nosotros podrá continuar su discurrir histórico, pero nosotros sin la tierra, no podremos seguir viviendo”.

NOTA BREVE:
Hasta ahora como que no sabemos, cuál va ser el mecanismo a utilizar para que los señores Indígenas de la Sierra Nevada de Santa Marta, no sigan invocando ciertos postulados, hay veces acomodados, para oponerse a ciertas obras necesarias como el Embalse de  Besotes y otras para la movilidad (carreteras, puentes, entre otros).
En cada momento escuchamos decir, esta obra no se puede hacer o está atrasada porque los Indígenas se oponen con el argumento de que ese sitio es un lugar sagrado para ellos, o sea, un lugar de pagamento, y, además, porque ellos determinan, como hermanos mayores que son. Vea usted.