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Columnista - 18 mayo, 2010

¿Qué es lo que nos trasnocha?

Y además……. Por: Alberto Herazo Palmera Hemos venido tratando uno de los asuntos mas peliagudos que trasnochan a los vallenatos que, no obstante la frecuencia con que se manosea, no ha llegado a hacer tópico por cuanto no ha tenido solución. Me refiero a la SEGURIDAD, así, con mayúscula. La SEGURIDAD no es sólo una […]

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Y además…….


Por: Alberto Herazo Palmera

Hemos venido tratando uno de los asuntos mas peliagudos que trasnochan a los vallenatos que, no obstante la frecuencia con que se manosea, no ha llegado a hacer tópico por cuanto no ha tenido solución. Me refiero a la SEGURIDAD, así, con mayúscula.
La SEGURIDAD no es sólo una obsesión nuestra si no de todo los colombianos, ya habiten en Bogotá, Barranquilla, Codazzi o Patillal. Quizá, mejor que una obsesión, la seguridad es una ilusión que todavía no hemos perdido quienes nos empecinamos en creer que Colombia o Valledupar es sitio grato para vivir, si no fuera por la inseguridad y aún a pesar de la inseguridad. Ningún reclamo tan justo le podemos hacer al Estado, al cual le estamos pagando toneladas de impuestos agobiadores, que el exigirle la garantía, no de un mínimo sino de un máximo de seguridad. Primero, la seguridad de contar con un empleo que nos permita llevar una vida decorosa, y segundo, la seguridad de que los escasos bienes que hemos adquirido con el fruto de nuestro trabajo y esfuerzos honrados no estén bajo la amenaza de la delincuencia como está sucediendo en nuestra ciudad.
Son dos factores que nos ocasionan la mayor cantidad de estrés y que están en el eje de la alta tasa de suicidio que padecemos en la región. El desempleo por un lado y la acción de la delincuencia por el otro. El ciudadano que abre los ojos al amanecer, después de una noche de desvelos por que carece de fuente de ingreso y no tiene un chavo para aportar al sostén de la familia, no puede sentir sino estrés, y lo mismo le sucede a quien se acuesta con el temor de que se le entren los ladrones, al igual que al ganadero pensando que no le tumben sus reces.
Y la gente se pregunta: ¿qué hace la Policía? Bueno, con la escases de recursos que le asignan, la Policía hace lo que puede, poco o mucho, pero de todos modos insuficientes para las tremendas necesidades de seguridad a que nos enfrentamos todos los días, a una delincuencia que crece a medida que se agrava la crisis, aumenta el desempleo y se reduce el poder adquisitivo de los habitantes.
Los vallenatos admiramos la lucha heroica de la Policía, no es que el coronel Ramiro Orlando Tobo Peña, comandante de la Policía del Cesar, no le preocupe la seguridad de todos nosotros. Le preocupa y bastante. Lo que se requiere es una especie de conjunción entre la Policía, el Alcalde y la ciudadanía, para implementar los métodos que permitan controlar la acción de la delincuencia en cualquier lugar donde se efectúe. Así de sencillo.

¿Cuándo le van a meter la mano al POT?
He querido tratar el tema del POT, Plan de Ordenamiento Territorial, por considerar que es una de las herramientas más valiosas de planificación con que cuentan los alcaldes.
Aquí no se le ha parado bolas porque se están jugando unos intereses económicos inmensos, a pesar de que el POT fija los objetivos, estrategias, políticas y acciones para regular la intervención del territorio.
Muchos alcaldes no han alcanzado a medir en toda su extensión el calado y la envergadura de la revolución silenciosa y pacífica que entraña este régimen normativo. A la luz de los POT hablamos de planeación urbana de nuestra propia ciudad, tema que, como ningún otro, afecta la vida cotidiana de cada habitante. Términos tales como la plusvalía, la expropiación por vía administrativa, los curadores urbanos y la construcción prioritaria, deben ser asuntos que debemos incorporar al debate público cuando entremos a tratar materias del POT.
El POT debe posicionar a Valledupar como una ciudad atractiva a la versión humana y eficiente, una ciudad ordenada y bien construida, respetuosa de su medio natural y de su patrimonio histórico y cultural. Valledupar debe ser ejemplo por la forma en que planifique su crecimiento, por la promoción de nuevas y mejores oportunidades para todos y por las repuestas que brinde a las necesidades de vivienda, espacio publico, transporte e infraestructura de servicios. Para lograr tales objetivos, el POT fija intensiones específicas para las diferentes áreas de la ciudad.

POSDATA: Sería conveniente que la Administración Municipal pusiera un equipo de limpieza en el parque lineal; la maleza y el cadillo lo están invadiendo hasta el punto que parece una selva. Tanto dinero invertido por no dejar. Y la otra recomendación al Alcalde, es que en las columnas de José Manuel Aponte y la mía le hemos hecho algunas recomendaciones importantes para el bien de la ciudad, esperamos que las tenga en cuenta.

Columnista
18 mayo, 2010

¿Qué es lo que nos trasnocha?

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Alberto Herazo P.

Y además……. Por: Alberto Herazo Palmera Hemos venido tratando uno de los asuntos mas peliagudos que trasnochan a los vallenatos que, no obstante la frecuencia con que se manosea, no ha llegado a hacer tópico por cuanto no ha tenido solución. Me refiero a la SEGURIDAD, así, con mayúscula. La SEGURIDAD no es sólo una […]


Y además…….


Por: Alberto Herazo Palmera

Hemos venido tratando uno de los asuntos mas peliagudos que trasnochan a los vallenatos que, no obstante la frecuencia con que se manosea, no ha llegado a hacer tópico por cuanto no ha tenido solución. Me refiero a la SEGURIDAD, así, con mayúscula.
La SEGURIDAD no es sólo una obsesión nuestra si no de todo los colombianos, ya habiten en Bogotá, Barranquilla, Codazzi o Patillal. Quizá, mejor que una obsesión, la seguridad es una ilusión que todavía no hemos perdido quienes nos empecinamos en creer que Colombia o Valledupar es sitio grato para vivir, si no fuera por la inseguridad y aún a pesar de la inseguridad. Ningún reclamo tan justo le podemos hacer al Estado, al cual le estamos pagando toneladas de impuestos agobiadores, que el exigirle la garantía, no de un mínimo sino de un máximo de seguridad. Primero, la seguridad de contar con un empleo que nos permita llevar una vida decorosa, y segundo, la seguridad de que los escasos bienes que hemos adquirido con el fruto de nuestro trabajo y esfuerzos honrados no estén bajo la amenaza de la delincuencia como está sucediendo en nuestra ciudad.
Son dos factores que nos ocasionan la mayor cantidad de estrés y que están en el eje de la alta tasa de suicidio que padecemos en la región. El desempleo por un lado y la acción de la delincuencia por el otro. El ciudadano que abre los ojos al amanecer, después de una noche de desvelos por que carece de fuente de ingreso y no tiene un chavo para aportar al sostén de la familia, no puede sentir sino estrés, y lo mismo le sucede a quien se acuesta con el temor de que se le entren los ladrones, al igual que al ganadero pensando que no le tumben sus reces.
Y la gente se pregunta: ¿qué hace la Policía? Bueno, con la escases de recursos que le asignan, la Policía hace lo que puede, poco o mucho, pero de todos modos insuficientes para las tremendas necesidades de seguridad a que nos enfrentamos todos los días, a una delincuencia que crece a medida que se agrava la crisis, aumenta el desempleo y se reduce el poder adquisitivo de los habitantes.
Los vallenatos admiramos la lucha heroica de la Policía, no es que el coronel Ramiro Orlando Tobo Peña, comandante de la Policía del Cesar, no le preocupe la seguridad de todos nosotros. Le preocupa y bastante. Lo que se requiere es una especie de conjunción entre la Policía, el Alcalde y la ciudadanía, para implementar los métodos que permitan controlar la acción de la delincuencia en cualquier lugar donde se efectúe. Así de sencillo.

¿Cuándo le van a meter la mano al POT?
He querido tratar el tema del POT, Plan de Ordenamiento Territorial, por considerar que es una de las herramientas más valiosas de planificación con que cuentan los alcaldes.
Aquí no se le ha parado bolas porque se están jugando unos intereses económicos inmensos, a pesar de que el POT fija los objetivos, estrategias, políticas y acciones para regular la intervención del territorio.
Muchos alcaldes no han alcanzado a medir en toda su extensión el calado y la envergadura de la revolución silenciosa y pacífica que entraña este régimen normativo. A la luz de los POT hablamos de planeación urbana de nuestra propia ciudad, tema que, como ningún otro, afecta la vida cotidiana de cada habitante. Términos tales como la plusvalía, la expropiación por vía administrativa, los curadores urbanos y la construcción prioritaria, deben ser asuntos que debemos incorporar al debate público cuando entremos a tratar materias del POT.
El POT debe posicionar a Valledupar como una ciudad atractiva a la versión humana y eficiente, una ciudad ordenada y bien construida, respetuosa de su medio natural y de su patrimonio histórico y cultural. Valledupar debe ser ejemplo por la forma en que planifique su crecimiento, por la promoción de nuevas y mejores oportunidades para todos y por las repuestas que brinde a las necesidades de vivienda, espacio publico, transporte e infraestructura de servicios. Para lograr tales objetivos, el POT fija intensiones específicas para las diferentes áreas de la ciudad.

POSDATA: Sería conveniente que la Administración Municipal pusiera un equipo de limpieza en el parque lineal; la maleza y el cadillo lo están invadiendo hasta el punto que parece una selva. Tanto dinero invertido por no dejar. Y la otra recomendación al Alcalde, es que en las columnas de José Manuel Aponte y la mía le hemos hecho algunas recomendaciones importantes para el bien de la ciudad, esperamos que las tenga en cuenta.