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Columnista - 19 julio, 2010

¡Proactivos, no reactivo señores!

Visión Universal Por: Luis Mendoza Sierra Un nuevo grupo de parlamentarios, con reelegidos a bordo, representará al Cesar en el Congreso de la República a partir de mañana y por cuatro años. Los representantes: Pedro Muvdi y Fernando de La Peña, reelegidos; y, José Alfredo Gnecco  y Yensi Acosta, nuevos, integran el cuarteto que llevará […]

Visión Universal



Por: Luis Mendoza Sierra


Un nuevo grupo de parlamentarios, con reelegidos a bordo, representará al Cesar en el Congreso de la República a partir de mañana y por cuatro años. Los representantes: Pedro Muvdi y Fernando de La Peña, reelegidos; y, José Alfredo Gnecco  y Yensi Acosta, nuevos, integran el cuarteto que llevará nuestra vocería en la Cámara, y un solitario en el Senado, Félix Valera, pues lamentablemente, perdimos la credencial de Ape Cuello.

No me detengo en el análisis del trabajo legislativo y de gestión de los parlamentarios que concluyen hoy su labor, para contar con espacio para convocarlos al compromiso de impulsar iniciativas de crucial interés y a conformar un frente común para promover el desarrollo económico y social del departamento.  Además, sería una presunción sustentada en lo poco que se conoce sobre  la labor legislativa de ellos, sin desestimar logros; las razones para exaltarlos, escasean. Pertinente y urgente resulta, trazar una línea gruesa entre el pasado y el futuro, que inicia mañana; seguir de cerca su gestión, difundirla y contribuir con ello, para que el elector del futuro, cuente con elementos de juicio para decidir por quién votar.

El rol del congresista está claramente definido en  la Constitución. Resumo con mis palabras: hacer y aprobar leyes, control político, y aprobar presupuesto y plan de desarrollo. Aunque no están en la Constitución ni en las leyes, resulta no menos importante la gestión para acceder a recursos y oportunidades para las regiones. En la discusión del presupuesto, como en la aprobación del Plan de Desarrollo, los parlamentarios cumplen una tarea fundamental en la definición de proyectos e inversiones para sus regiones, pero luego habrá un inevitable cabildeo ante  ministerios, institutos descentralizados y la Presidencia, para concretarlos.

El otro aspecto, ni constitucional ni legalmente consignado, es el burocrático. Los puristas censuran lo que llaman apetito burocrático. Prefiero, con todo y todo, censurar a quienes por ese “puritismo estúpido”, teniendo la oportunidad, no lo hacen. Sin representación en ministerios e institutos descentralizados, tendremos menos posibilidades de avanzar.

No se trata del empleo de alguien sino la de la presencia de la región en una posición importante para impulsar su desarrollo. El episodio reciente de la doble calzada Carmen de Bolívar – Valledupar, que hace parte de Ruta del Sol, nos ilustra perfectamente. El proyecto no surge de la Divina Providencia, de la generosidad del Presidente Uribe o de un acto de buena voluntad del señor Gallego, no: es gestión de Álvaro José Soto como gerente de INCO. Es más, el peligro para este proyecto comenzó a ser evidente con su salida.

Los señores parlamentarios están obligados a definir y estructurar una agenda alrededor de su gestión, en la que consignen, con cronograma y demás, proyectos de ley, iniciativas presupuestales, debates pequeños y grandes, en comisiones y en plenaria; gestión para proyectos regionales, Represa de los Besotes, por ejemplo, acompañamiento a los gobiernos regionales y municipales, alianzas supra regionales, etc., de lo contrario, no serán proactivos sino reactivos, lo cual es muy grave.

SABLAZO

Comentan, personas que tienen por qué saberlo, que las diferencias entre ‘Hernandito’ Molina y Ciro Pupo, a la sazón, gobernador y alcalde, respectivamente, se extendían a la marca de ropa que usaban y al licor que libaban. Hoy, los ciudadanos percibimos fuertes diferencias entre los señores, doctores Luis Fabián Fernández y Cristian Moreno. Una controversia civilizada es, en mi criterio, no sólo sana sino necesaria. Siendo así, bienvenida, pero sino, a despojarse de caprichos y tonterías para provechar lo poco que falta o los ciudadanos acudiremos a alternativas como un cabildo abierto para desnudar razones y responsables o volvemos a los tiempos de una ‘patria boba’, lo cual es insostenible.

¡Oh tiempos aquellos de luchas a la limón entre alcaldes y gobernadores, para superar dificultades y promover a una, sueños colectivos!

[email protected]

Columnista
19 julio, 2010

¡Proactivos, no reactivo señores!

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Luis Mendoza S.

Visión Universal Por: Luis Mendoza Sierra Un nuevo grupo de parlamentarios, con reelegidos a bordo, representará al Cesar en el Congreso de la República a partir de mañana y por cuatro años. Los representantes: Pedro Muvdi y Fernando de La Peña, reelegidos; y, José Alfredo Gnecco  y Yensi Acosta, nuevos, integran el cuarteto que llevará […]


Visión Universal



Por: Luis Mendoza Sierra


Un nuevo grupo de parlamentarios, con reelegidos a bordo, representará al Cesar en el Congreso de la República a partir de mañana y por cuatro años. Los representantes: Pedro Muvdi y Fernando de La Peña, reelegidos; y, José Alfredo Gnecco  y Yensi Acosta, nuevos, integran el cuarteto que llevará nuestra vocería en la Cámara, y un solitario en el Senado, Félix Valera, pues lamentablemente, perdimos la credencial de Ape Cuello.

No me detengo en el análisis del trabajo legislativo y de gestión de los parlamentarios que concluyen hoy su labor, para contar con espacio para convocarlos al compromiso de impulsar iniciativas de crucial interés y a conformar un frente común para promover el desarrollo económico y social del departamento.  Además, sería una presunción sustentada en lo poco que se conoce sobre  la labor legislativa de ellos, sin desestimar logros; las razones para exaltarlos, escasean. Pertinente y urgente resulta, trazar una línea gruesa entre el pasado y el futuro, que inicia mañana; seguir de cerca su gestión, difundirla y contribuir con ello, para que el elector del futuro, cuente con elementos de juicio para decidir por quién votar.

El rol del congresista está claramente definido en  la Constitución. Resumo con mis palabras: hacer y aprobar leyes, control político, y aprobar presupuesto y plan de desarrollo. Aunque no están en la Constitución ni en las leyes, resulta no menos importante la gestión para acceder a recursos y oportunidades para las regiones. En la discusión del presupuesto, como en la aprobación del Plan de Desarrollo, los parlamentarios cumplen una tarea fundamental en la definición de proyectos e inversiones para sus regiones, pero luego habrá un inevitable cabildeo ante  ministerios, institutos descentralizados y la Presidencia, para concretarlos.

El otro aspecto, ni constitucional ni legalmente consignado, es el burocrático. Los puristas censuran lo que llaman apetito burocrático. Prefiero, con todo y todo, censurar a quienes por ese “puritismo estúpido”, teniendo la oportunidad, no lo hacen. Sin representación en ministerios e institutos descentralizados, tendremos menos posibilidades de avanzar.

No se trata del empleo de alguien sino la de la presencia de la región en una posición importante para impulsar su desarrollo. El episodio reciente de la doble calzada Carmen de Bolívar – Valledupar, que hace parte de Ruta del Sol, nos ilustra perfectamente. El proyecto no surge de la Divina Providencia, de la generosidad del Presidente Uribe o de un acto de buena voluntad del señor Gallego, no: es gestión de Álvaro José Soto como gerente de INCO. Es más, el peligro para este proyecto comenzó a ser evidente con su salida.

Los señores parlamentarios están obligados a definir y estructurar una agenda alrededor de su gestión, en la que consignen, con cronograma y demás, proyectos de ley, iniciativas presupuestales, debates pequeños y grandes, en comisiones y en plenaria; gestión para proyectos regionales, Represa de los Besotes, por ejemplo, acompañamiento a los gobiernos regionales y municipales, alianzas supra regionales, etc., de lo contrario, no serán proactivos sino reactivos, lo cual es muy grave.

SABLAZO

Comentan, personas que tienen por qué saberlo, que las diferencias entre ‘Hernandito’ Molina y Ciro Pupo, a la sazón, gobernador y alcalde, respectivamente, se extendían a la marca de ropa que usaban y al licor que libaban. Hoy, los ciudadanos percibimos fuertes diferencias entre los señores, doctores Luis Fabián Fernández y Cristian Moreno. Una controversia civilizada es, en mi criterio, no sólo sana sino necesaria. Siendo así, bienvenida, pero sino, a despojarse de caprichos y tonterías para provechar lo poco que falta o los ciudadanos acudiremos a alternativas como un cabildo abierto para desnudar razones y responsables o volvemos a los tiempos de una ‘patria boba’, lo cual es insostenible.

¡Oh tiempos aquellos de luchas a la limón entre alcaldes y gobernadores, para superar dificultades y promover a una, sueños colectivos!

[email protected]