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Columnista - 19 octubre, 2011

¡EL TLC, un desafío entre oportunidades y amenazas!

Por:  Gustavo Cotes Medina El Tratado de Libre Comercio de Colombia con los Estados Unidos fue un parto largo y difícil, con muchos protagonistas, que tuvo un proceso de gestación de nueve años- abril 30 de 2003 y Octubre 12 de 2011- y es el resultado final de una estrategia  política inteligente y agresiva del […]

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Por:  Gustavo Cotes Medina

El Tratado de Libre Comercio de Colombia con los Estados Unidos fue un parto largo y difícil, con muchos protagonistas, que tuvo un proceso de gestación de nueve años- abril 30 de 2003 y Octubre 12 de 2011- y es el resultado final de una estrategia  política inteligente y agresiva del presidente Santos. Los productos colombianos tendrán acceso a uno de los mercados más grandes del mundo con 310 millones de consumidores que cuentan con un ingreso per cápita superior a los 47.000 dólares. Hoy, las experiencias de Centro América, México y Perú, con tratados vigentes y similares, están mostrando el camino.
El Gobierno y los empresarios colombianos deben multiplicar los esfuerzos de emprendimiento e innovación para aprovechar estos nichos de mercado y  repotenciar sus empresas de bienes y servicios para atender con calidad el crecimiento de esta demanda. ¡El nuevo TLC debe y tiene que ser un factor para consolidar el crecimiento de nuestro país!
Para la agricultura, en particular, el panorama no está claro. Productos como verduras, hortalizas y frutas tendrán rápido acceso al mercado estadounidense, pero los sectores del fríjol, los arroceros y productores de leche, tienen grandes amenazas. La facilidad de créditos para modernizar el campo debe sumarse con los esfuerzos públicos y privados para ayudar a estos sectores en su puesta al día con el fin de mejorar los costos de producción y su competitividad.
A la fecha están identificados 500 nuevos productos colombianos que tienen opciones reales en el mercado de los Estados Unidos y están agrupados en 20 sectores entre los que se destacan el pecuario, agrícola y agroindustrial. La carne bovina, el azúcar, los chocolates, las grasas vegetales y animales, las galletas y productos horneados, están en la lista de oportunidades a la cual tenemos que agregar los sectores químico y farmacéutico, plástico y caucho, metales preciosos y joyería, instrumentos de óptica y musicales, maderas, muebles y artículos de cama, pulpa, papel, editorial y artes gráficas.
Así mismo, el país puede recibir, sin aranceles, desde los Estados Unidos: Vehículos, para lo cual se fijó una desgravación total de 10 años, pero existen partidas de liberación inmediata para los tracto camiones. Al mercado colombiano llegarán 26.000 toneladas de pollo, especialmente cuartos traseros, pierna y pernil. Además, podrán entrar dos millones de toneladas de maíz amarillo y 130.000 toneladas de blanco. También se esperan 6.400 toneladas de carne de res de alta calidad y todo tipo de cortes. Estados Unidos podrá exportar a Colombia 130.000 toneladas de café tostado, de cualquier origen, y esa cifra podrá crecer hasta 150.000 toneladas.
Los ajustes institucionales, productivos y normativos del TLC, podrían tomar unos doce meses para que entre en plena aplicación y vigor. Las preferencias arancelarias del Atpdea se extenderán hasta julio de 2013, y  se espera que en la primera quincena del mes de noviembre, el presidente Obama firme la ratificación del tratado con Colombia. Además del sector floricultor se  abren posibilidades para los textiles, el turismo de salud y las exportaciones de servicios de software, tecnología informática y animación digital.
Para Colombia las expectativas económicas con la firma del TLC están abiertas. Se inicia el conteo regresivo para competir y el tiempo apremia porque hay mucho trabajo por hacer. ¡El TLC con Estados Unidos no es ninguna sorpresa, no es un cara y sello para los empresarios sino más bien un mensaje esperanzador y un abanico abierto de oportunidades porque sobre las amenazas se ha presentado suficiente deliberación y decisiones!.
“El momento de ser optimistas es ahora porque el miedo nos aparta de las derrotas, pero también de las victorias”.
[email protected]
@CoCotes

Columnista
19 octubre, 2011

¡EL TLC, un desafío entre oportunidades y amenazas!

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Gustavo Cotez Medina

Por:  Gustavo Cotes Medina El Tratado de Libre Comercio de Colombia con los Estados Unidos fue un parto largo y difícil, con muchos protagonistas, que tuvo un proceso de gestación de nueve años- abril 30 de 2003 y Octubre 12 de 2011- y es el resultado final de una estrategia  política inteligente y agresiva del […]


Por:  Gustavo Cotes Medina

El Tratado de Libre Comercio de Colombia con los Estados Unidos fue un parto largo y difícil, con muchos protagonistas, que tuvo un proceso de gestación de nueve años- abril 30 de 2003 y Octubre 12 de 2011- y es el resultado final de una estrategia  política inteligente y agresiva del presidente Santos. Los productos colombianos tendrán acceso a uno de los mercados más grandes del mundo con 310 millones de consumidores que cuentan con un ingreso per cápita superior a los 47.000 dólares. Hoy, las experiencias de Centro América, México y Perú, con tratados vigentes y similares, están mostrando el camino.
El Gobierno y los empresarios colombianos deben multiplicar los esfuerzos de emprendimiento e innovación para aprovechar estos nichos de mercado y  repotenciar sus empresas de bienes y servicios para atender con calidad el crecimiento de esta demanda. ¡El nuevo TLC debe y tiene que ser un factor para consolidar el crecimiento de nuestro país!
Para la agricultura, en particular, el panorama no está claro. Productos como verduras, hortalizas y frutas tendrán rápido acceso al mercado estadounidense, pero los sectores del fríjol, los arroceros y productores de leche, tienen grandes amenazas. La facilidad de créditos para modernizar el campo debe sumarse con los esfuerzos públicos y privados para ayudar a estos sectores en su puesta al día con el fin de mejorar los costos de producción y su competitividad.
A la fecha están identificados 500 nuevos productos colombianos que tienen opciones reales en el mercado de los Estados Unidos y están agrupados en 20 sectores entre los que se destacan el pecuario, agrícola y agroindustrial. La carne bovina, el azúcar, los chocolates, las grasas vegetales y animales, las galletas y productos horneados, están en la lista de oportunidades a la cual tenemos que agregar los sectores químico y farmacéutico, plástico y caucho, metales preciosos y joyería, instrumentos de óptica y musicales, maderas, muebles y artículos de cama, pulpa, papel, editorial y artes gráficas.
Así mismo, el país puede recibir, sin aranceles, desde los Estados Unidos: Vehículos, para lo cual se fijó una desgravación total de 10 años, pero existen partidas de liberación inmediata para los tracto camiones. Al mercado colombiano llegarán 26.000 toneladas de pollo, especialmente cuartos traseros, pierna y pernil. Además, podrán entrar dos millones de toneladas de maíz amarillo y 130.000 toneladas de blanco. También se esperan 6.400 toneladas de carne de res de alta calidad y todo tipo de cortes. Estados Unidos podrá exportar a Colombia 130.000 toneladas de café tostado, de cualquier origen, y esa cifra podrá crecer hasta 150.000 toneladas.
Los ajustes institucionales, productivos y normativos del TLC, podrían tomar unos doce meses para que entre en plena aplicación y vigor. Las preferencias arancelarias del Atpdea se extenderán hasta julio de 2013, y  se espera que en la primera quincena del mes de noviembre, el presidente Obama firme la ratificación del tratado con Colombia. Además del sector floricultor se  abren posibilidades para los textiles, el turismo de salud y las exportaciones de servicios de software, tecnología informática y animación digital.
Para Colombia las expectativas económicas con la firma del TLC están abiertas. Se inicia el conteo regresivo para competir y el tiempo apremia porque hay mucho trabajo por hacer. ¡El TLC con Estados Unidos no es ninguna sorpresa, no es un cara y sello para los empresarios sino más bien un mensaje esperanzador y un abanico abierto de oportunidades porque sobre las amenazas se ha presentado suficiente deliberación y decisiones!.
“El momento de ser optimistas es ahora porque el miedo nos aparta de las derrotas, pero también de las victorias”.
[email protected]
@CoCotes