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Columnista - 22 mayo, 2010

“San Andreas” un simulador para formar delincuentes

Por: José Gregorio Guerrero R San Andreas es un juego creado por Rockstar North, en 3D, Xbox. Es el juego estrella del PlayStation 2. Se encuentra en manos de millones de niños, adolecentes y adultos en todo el mundo. La trama del juego se desarrolla en el estado ficticio de “San Adreas” y la historia […]

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Por: José Gregorio Guerrero R




San Andreas es un juego creado por Rockstar North, en 3D, Xbox. Es el juego estrella del PlayStation 2. Se encuentra en manos de millones de niños, adolecentes y adultos en todo el mundo.
La trama del juego se desarrolla en el estado ficticio de “San Adreas” y la historia gira en torno a un pandillero llamado Carl John “CJ”; este individuo, después de conocer el asesinato de su madre, averigua los móviles y sale a la ciudad a acabar con lo que encuentre a su paso. En ese momento es  donde se toman el control del juego y comienza “la acción”; entonces, el individuo frente al televisor juega a ser “CJ”, un ser lleno de ira, venganza, amargura, depresión. Lo vemos robando carros, baja al conductor por el cabello, lo tira al suelo, lo maltrata y luego, que ya se encuentra herido, lo pisa con el mismo carro, dejando allí el charco de sangre.
Es experto en hurtar aviones y motos. Maneja todo tipo de armas, desde una pistola hasta una motosierra, ¿qué les recuerda?  También atraca restaurantes, bancos, concesionarios.  Conduce como loco, no respeta normas de tránsito, se monta a los andenes y atropella a los peatones sin compasión, luego mata policías, mujeres y niños. Se pinta el pelo de colores extravagantes; se tatúa la piel, y lo más triste, es que entre más daño haga gana más dinero.
¿Sabemos los padres qué clase de juego le estamos comprando a los hijos? Y si es un adulto el que lo juega en compañía del hijo, es mucho el daño que se ocasiona; pues no nos quejemos cuando el producto que estamos formando comience a dar sus amargos frutos y quedemos  sin autoridad frente a nuestros hijos.
Yo le quiero hacer una pregunta a los padres: ¿cuál fue el último libro que se leyó usted, y cuál su hijo? ¿De qué se está alimentando su hijo la imaginación? Es por eso que hoy vemos tanto suicidio; hijos levantados contra los padres; niños merengues (mírame y no me toques) que no se les puede hablar. ¿Qué tal el futuro que nos espera? Y pensar que nosotros mismos como padres les estamos dando los instrumentos para que se conviertan en seres sin sentimiento, sin respeto al prójimo, y lo más grave, sin respeto a la vida.
Hoy recuerdo mucho mis días en el colegio, donde la diversión era el televisor (los  dos canales colombianos y uno venezolano), el betamax y los libros que nos mandaba a leer Pedro Daza para después evaluarnos haciendo preguntas puntuales de los diferentes personajes y situaciones; entre ellos, El Quijote, La María, La Ilíada, todas las novelas de García Márquez; todos las leíamos. No había en ese entonces Internet para bajar los resúmenes como hacen hoy. La única opción era leerlos.

Si no ayudamos a alimentar la buena imaginación de nuestros hijos y permitimos envenenarla con juegos como el antes mencionado, tendremos, a mediano plazo, una sociedad aún más fría. Veremos más suicidios, más delincuencia, por lo tanto tendremos a una Colombia aún más enferma. Como lo dijo un día Álvaro Gómez Hurtado: “regálale un libro a tu hijo y léelo con él, y así estarás salvando al planeta”.
[email protected]
www.goyoguerrero.com

Columnista
22 mayo, 2010

“San Andreas” un simulador para formar delincuentes

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
José Gregorio Guerrero Ramírez

Por: José Gregorio Guerrero R San Andreas es un juego creado por Rockstar North, en 3D, Xbox. Es el juego estrella del PlayStation 2. Se encuentra en manos de millones de niños, adolecentes y adultos en todo el mundo. La trama del juego se desarrolla en el estado ficticio de “San Adreas” y la historia […]


Por: José Gregorio Guerrero R




San Andreas es un juego creado por Rockstar North, en 3D, Xbox. Es el juego estrella del PlayStation 2. Se encuentra en manos de millones de niños, adolecentes y adultos en todo el mundo.
La trama del juego se desarrolla en el estado ficticio de “San Adreas” y la historia gira en torno a un pandillero llamado Carl John “CJ”; este individuo, después de conocer el asesinato de su madre, averigua los móviles y sale a la ciudad a acabar con lo que encuentre a su paso. En ese momento es  donde se toman el control del juego y comienza “la acción”; entonces, el individuo frente al televisor juega a ser “CJ”, un ser lleno de ira, venganza, amargura, depresión. Lo vemos robando carros, baja al conductor por el cabello, lo tira al suelo, lo maltrata y luego, que ya se encuentra herido, lo pisa con el mismo carro, dejando allí el charco de sangre.
Es experto en hurtar aviones y motos. Maneja todo tipo de armas, desde una pistola hasta una motosierra, ¿qué les recuerda?  También atraca restaurantes, bancos, concesionarios.  Conduce como loco, no respeta normas de tránsito, se monta a los andenes y atropella a los peatones sin compasión, luego mata policías, mujeres y niños. Se pinta el pelo de colores extravagantes; se tatúa la piel, y lo más triste, es que entre más daño haga gana más dinero.
¿Sabemos los padres qué clase de juego le estamos comprando a los hijos? Y si es un adulto el que lo juega en compañía del hijo, es mucho el daño que se ocasiona; pues no nos quejemos cuando el producto que estamos formando comience a dar sus amargos frutos y quedemos  sin autoridad frente a nuestros hijos.
Yo le quiero hacer una pregunta a los padres: ¿cuál fue el último libro que se leyó usted, y cuál su hijo? ¿De qué se está alimentando su hijo la imaginación? Es por eso que hoy vemos tanto suicidio; hijos levantados contra los padres; niños merengues (mírame y no me toques) que no se les puede hablar. ¿Qué tal el futuro que nos espera? Y pensar que nosotros mismos como padres les estamos dando los instrumentos para que se conviertan en seres sin sentimiento, sin respeto al prójimo, y lo más grave, sin respeto a la vida.
Hoy recuerdo mucho mis días en el colegio, donde la diversión era el televisor (los  dos canales colombianos y uno venezolano), el betamax y los libros que nos mandaba a leer Pedro Daza para después evaluarnos haciendo preguntas puntuales de los diferentes personajes y situaciones; entre ellos, El Quijote, La María, La Ilíada, todas las novelas de García Márquez; todos las leíamos. No había en ese entonces Internet para bajar los resúmenes como hacen hoy. La única opción era leerlos.

Si no ayudamos a alimentar la buena imaginación de nuestros hijos y permitimos envenenarla con juegos como el antes mencionado, tendremos, a mediano plazo, una sociedad aún más fría. Veremos más suicidios, más delincuencia, por lo tanto tendremos a una Colombia aún más enferma. Como lo dijo un día Álvaro Gómez Hurtado: “regálale un libro a tu hijo y léelo con él, y así estarás salvando al planeta”.
[email protected]
www.goyoguerrero.com