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Columnista - 29 septiembre, 2011

¿Por qué debemos proteger los bosques?

MEDIO AMBIENTE Primera parte Por: Hernán Maestre Martínez Valledupar Ciudad Ecológica de Colombia.  Recuperemos y conservemos las cuencas de los ríos Guatapurí y Cesar.  Hagamos causa común para que el Embalse  Los Besotes sea una realidad, es agua para la vida en Valledupar, La Paz y San Diego. Al asistir a las conferencias sobre las […]

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MEDIO AMBIENTE

Primera parte

Por: Hernán Maestre Martínez

Valledupar Ciudad Ecológica de Colombia.  Recuperemos y conservemos las cuencas de los ríos Guatapurí y Cesar.  Hagamos causa común para que el Embalse  Los Besotes sea una realidad, es agua para la vida en Valledupar, La Paz y San Diego.

Al asistir a las conferencias sobre las Cátedras del Milenio los días 11 y 12 de agosto del presente año en Valledupar, en la sede de la Fundación Universitaria del Área Andina, en las cuales se trató puntualmente los Objetivos del Desarrollo del Milenio, además de profundizar en la lectura de las memorias, encontramos que éstos enfoques son necesarios que los propalemos con amplia difusión para que los conozca el mayor número de personas, en la medida en que es posible cambiar de actitud con conocimiento y voluntad, ya que se ha dicho que la actitud es una condición renovable.
Uno de los puntos de los objetivos trata sobre la Protección de los Bosques, de la siguiente manera:
“la tierra cubre el 30% de su extensión con bosques lo que suma 4 mil millones de hectáreas. Sin embargo, estas cifras sufren paulatinamente una disminución del 0,2% anual, dado que la relación neta de forestación es negativa en 8 millones de hectáreas cada año. Los estudios relacionados con el factor forestal indican que en los últimos 3 lustros se perdieron 120 millones de hectáreas de bosques, presentándose la situación más complicada en África, América latina y el Caribe. En el continente negro, el daño anual es de 0,6% de la superficie forestal, en tanto en Latinoamérica llega a 0,51% con tendencia al alza.
Colombia tiene 61,2 millones de hectáreas de bosque natural, lo que cubre el 53% de la superficie del país y participa con el 1,57% de la cobertura boscosa del mundo.  Sin embargo, la deforestación oscila entre el 0,18% (según el IDEAN) y el 0,24% (Centros de Investigación), o sea, se están talando entre 90  y 120 mil hectáreas anuales.  Para salirle al paso a esta situación, el gobierno colombiano se trazó como meta para los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) reforestar anualmente 30 mil hectáreas. Este propósito no se ha cumplido plenamente.  En 2005 se reforestaron 46 mil hectáreas, pero en 2006 sólo se llegó a 6 mil hectáreas, mientras que en 2007 y 2008 apenas se logró superar la barrera de las 20 mil hectáreas, de acuerdo con los datos oficiales del gobierno nacional.
El panorama tanto para el mundo como para Colombia, es poco halagüeño  y sus efectos son críticos para la calidad de vida de las personas, la biodiversidad, la oferta hídrica, el clima y los suelos. Dicho de una manera más categórica, una gestión inadecuada del bosque afecta no solo variables ambientales, sino también indicadores relacionados con la salud, la vivienda, la educación y la nutrición los cuales son elementos sustanciales de los objetivos del milenio, y, por lo tanto, pone en serios riesgos el cumplimiento de las metas.

¿Por qué se tala?

Una parte muy importante de la madera que se tala tiene como destino procesos industriales. Esencialmente las presiones de la demanda se relacionan con la construcción de muelles,  puentes y barcos, así como la decoración de casas, terminados de edificios y elaboración de muebles.  Los negocios anuales de madera en rollo superan los 400 mil millones de dólares.

NOTA BREVE:

Metamos en cintura a los propietarios de vehículos de tracción animal (carro muleros) para ver si dejan de votar basuras y podas en cualquier parte, además que no se les permita que a éstos animales los suelten a las calles para que deambulen rebuscando sus alimentos, situación que no recompensa la buena alimentación que debe suministrársele a estos caballos después de duras jornadas de trabajo. ¿será esta actitud una animalada?.

Columnista
29 septiembre, 2011

¿Por qué debemos proteger los bosques?

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Hernán Maestre Martínez

MEDIO AMBIENTE Primera parte Por: Hernán Maestre Martínez Valledupar Ciudad Ecológica de Colombia.  Recuperemos y conservemos las cuencas de los ríos Guatapurí y Cesar.  Hagamos causa común para que el Embalse  Los Besotes sea una realidad, es agua para la vida en Valledupar, La Paz y San Diego. Al asistir a las conferencias sobre las […]


MEDIO AMBIENTE

Primera parte

Por: Hernán Maestre Martínez

Valledupar Ciudad Ecológica de Colombia.  Recuperemos y conservemos las cuencas de los ríos Guatapurí y Cesar.  Hagamos causa común para que el Embalse  Los Besotes sea una realidad, es agua para la vida en Valledupar, La Paz y San Diego.

Al asistir a las conferencias sobre las Cátedras del Milenio los días 11 y 12 de agosto del presente año en Valledupar, en la sede de la Fundación Universitaria del Área Andina, en las cuales se trató puntualmente los Objetivos del Desarrollo del Milenio, además de profundizar en la lectura de las memorias, encontramos que éstos enfoques son necesarios que los propalemos con amplia difusión para que los conozca el mayor número de personas, en la medida en que es posible cambiar de actitud con conocimiento y voluntad, ya que se ha dicho que la actitud es una condición renovable.
Uno de los puntos de los objetivos trata sobre la Protección de los Bosques, de la siguiente manera:
“la tierra cubre el 30% de su extensión con bosques lo que suma 4 mil millones de hectáreas. Sin embargo, estas cifras sufren paulatinamente una disminución del 0,2% anual, dado que la relación neta de forestación es negativa en 8 millones de hectáreas cada año. Los estudios relacionados con el factor forestal indican que en los últimos 3 lustros se perdieron 120 millones de hectáreas de bosques, presentándose la situación más complicada en África, América latina y el Caribe. En el continente negro, el daño anual es de 0,6% de la superficie forestal, en tanto en Latinoamérica llega a 0,51% con tendencia al alza.
Colombia tiene 61,2 millones de hectáreas de bosque natural, lo que cubre el 53% de la superficie del país y participa con el 1,57% de la cobertura boscosa del mundo.  Sin embargo, la deforestación oscila entre el 0,18% (según el IDEAN) y el 0,24% (Centros de Investigación), o sea, se están talando entre 90  y 120 mil hectáreas anuales.  Para salirle al paso a esta situación, el gobierno colombiano se trazó como meta para los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) reforestar anualmente 30 mil hectáreas. Este propósito no se ha cumplido plenamente.  En 2005 se reforestaron 46 mil hectáreas, pero en 2006 sólo se llegó a 6 mil hectáreas, mientras que en 2007 y 2008 apenas se logró superar la barrera de las 20 mil hectáreas, de acuerdo con los datos oficiales del gobierno nacional.
El panorama tanto para el mundo como para Colombia, es poco halagüeño  y sus efectos son críticos para la calidad de vida de las personas, la biodiversidad, la oferta hídrica, el clima y los suelos. Dicho de una manera más categórica, una gestión inadecuada del bosque afecta no solo variables ambientales, sino también indicadores relacionados con la salud, la vivienda, la educación y la nutrición los cuales son elementos sustanciales de los objetivos del milenio, y, por lo tanto, pone en serios riesgos el cumplimiento de las metas.

¿Por qué se tala?

Una parte muy importante de la madera que se tala tiene como destino procesos industriales. Esencialmente las presiones de la demanda se relacionan con la construcción de muelles,  puentes y barcos, así como la decoración de casas, terminados de edificios y elaboración de muebles.  Los negocios anuales de madera en rollo superan los 400 mil millones de dólares.

NOTA BREVE:

Metamos en cintura a los propietarios de vehículos de tracción animal (carro muleros) para ver si dejan de votar basuras y podas en cualquier parte, además que no se les permita que a éstos animales los suelten a las calles para que deambulen rebuscando sus alimentos, situación que no recompensa la buena alimentación que debe suministrársele a estos caballos después de duras jornadas de trabajo. ¿será esta actitud una animalada?.