La compleja situación sobre los malos manejos del espacio público, tienen a esta Administración Municipal en vilo, por ser incapaz la Secretaría de Gobierno de ejercer autoridad para mejorar el estado deplorable en que se encuentran estas áreas, por la escasa inversión pública que les destinan y lo que es más grave, porque todos los […]
La compleja situación sobre los malos manejos del espacio público, tienen a esta Administración Municipal en vilo, por ser incapaz la Secretaría de Gobierno de ejercer autoridad para mejorar el estado deplorable en que se encuentran estas áreas, por la escasa inversión pública que les destinan y lo que es más grave, porque todos los Secretarios que pasan por este cargo, desconocen las prioridades que deberían guardar para el buen uso de las zonas públicas y he ahí los resultados: Vías destapadas, andenes sin construir, espacios invadidos sin recuperar, parque lineal sin control, calles del Boliche totalmente ocupadas por automotores y en las noches, drogadicción, prostitución y atracos a la lata.
El Secretario de Gobierno actual anda al garete, sin brújula alguna que le marque el norte para evitar la invasión perpetuada de estos sectores; recuperación y activación que se ha debido prever al iniciar su mandato, si es que encontrara ya aprobado un Plan Maestro de Espacio Público, que le evitara mentirle al pueblo a punta de retóricas ampliamente conocidas, a cambio de intervenir con instrucción y autoridad para la recuperación, mejoramiento y reglamentación de estos espacios, basados en la aplicación de un Plan Maestro de ejecución a corto, mediano y largo plazo, que por lo menos se proyecte a veinte años, para devolverle al ciudadano los 15 m2 por persona que prevé la norma y no los 3.5 m2 que apenas hoy tenemos, por la continua improvisación y malversación.
Es increíble que a estas alturas, aun no tengamos sectorizados y organizados los puestos de ventas en todos y cada uno de los sectores de la ciudad, censando los vendedores estacionarios y ambulantes, verificando situaciones de confianza legítima para reubicación, creando espacios para traslados, designando usos temporales, asumiendo compromisos institucionales en mecanismos de concertación con entidades privadas, interviniendo un mayor y mejor aprovechamiento del espacio a través de diseños urbanos, elaborando propuestas de desarrollos productivos, creando sistemas de crédito micro empresariales y provisionando centros de apoyo empresariales, para asesorar a vendedores informales acerca de sus posibilidades productivas.
Parece que nada ni nadie mueve a esta Secretaría de Gobierno; ni las acciones legales que se pudieran tomar en su contra por su permisividad a la invasión del espacio público, ni su desidia para remediar la situación, que es velar por la protección de la integridad del espacio público y por su destinación al uso común, porque dichas autoridades son incompetentes para esta misión, hasta el punto de permitir construcciones ilegales susceptibles al colapso, lotificación de áreas de parques y generación de malos manejos en los procesos contravencionales de normas urbanísticas y recaudo de multas, escenarios propicios para la descomposición continuada, sin que las entidades de control actúen castigando fuertemente estos actos; y lo que es peor, que el Alcalde no sea consciente de que la corrupción solo se ataca con planificación y con tecnología, operada por gentes sanas, de conocimientos y con entereza moral.