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Columnista - 1 junio, 2017

Una versión sobre el Cerrejón (I)

Conocimos de un documento que nos suministró el estimado amigo Alonso Sánchez, que al considerarlo de relevante importancia, nos permitimos propalar con el propósito de aclarar confusiones que aún persisten en algunas referencias que se tienen sobre la mina del Cerrejón. Este documento tiene su base de investigación principal en lo que se llamó la […]

Conocimos de un documento que nos suministró el estimado amigo Alonso Sánchez, que al considerarlo de relevante importancia, nos permitimos propalar con el propósito de aclarar confusiones que aún persisten en algunas referencias que se tienen sobre la mina del Cerrejón.

Este documento tiene su base de investigación principal en lo que se llamó la Imprenta de Padilla en la ciudad de Riohacha, el cual data de 1883, del cual un columnista llamado Fredy González Zubiría escribió para la Revista Dominical de El Heraldo el 28 de octubre de 2012, un artículo titulado ‘La pugna por el carbón del Cerrejón en el siglo XIX’.

Después de la anterior introducción nos permitimos tomar del mismo la mayoría de sus apartes sobresalientes, que nos pueden servir para hacer claridad de esta confusión. Uno de los grandes errores históricos que se persiste en difundir es afirmar que el escritor Jorge Isaac descubrió la mina de carbón del Cerrejón en La Guajira. Es de esos equívocos que ignora de donde salió o quien lo inició, pero sigue ahí aunque huérfano haciendo daño. Porque el propio Isaac nunca lo dijo. Cuando el poeta recorrió La Guajira en 1884, ya la mina había sido descubierta 20 años atrás y el estudio del material estaba concluido, y ese año se difundía en los Estados Unidos el primer proyecto empresarial para su explotación.

El descubridor oficial de la mina fue el ingeniero civil norteamericano John May, contratado por el Gobierno Nacional, realizó la exploración en 1864, dos décadas antes de que Isaac pisara esas tierras. May publica su informe en el Diario Oficial No 471 del 31 de octubre de 1865.

El análisis químico de la calidad de la piedra lo elaboró en 1865 el científico bogotano Liborio Zerda de la Universidad Nacional de Colombia. Posteriormente el estudio comparativo del carbón del Cerrejón con los carbones de Escocia que hizo John May en 1882, dio un sorprendente resultado: el mineral de La Guajira superaba en calidad al de cinco importantes minas británicas.

John May lanza en Nueva York el primer proyecto de explotación comercial del Cerrejón que se denominó “Proyecto de formación de una compañía americana para la explotación de las minas de carbón de La Guajira y el Valle de Upar asociada al gobierno de los Estados Unidos de Colombia”. La propuesta traducida al español y publicada por la Imprenta de Padilla en Riohacha en 1883, incluía la construcción de una línea férrea desde la mina hasta el mar y un muelle.

Sin embargo, si se quiere hacer justicia a la verdad histórica, John May fue el denunciante de la mina, pero no fue el real descubridor. En los archivos de la Notaria Primera de Riohacha, en el tomo del año 1855 (29 años antes de la llegada de Isaac y 10 antes de la llegada John May) existe un documento que testifica a unos adelantados en esta historia; se trata de una sociedad comercial entre Juan Gómez Osío, propietario de las tierras y el capitalista Antonio Cano, para explotar la mina de carbón en el sitio llamado Corazonal, jurisdicción de Barrancas. La primera persona que plasmó en un documento notariado la existencia de carbón en La Guajira, sería el señor Gómez.
Juan Gómez Osío, oriundo de Barrancas y residenciado en Riohacha era casado con Luisa Daza, originaria de San Juan (La Guajira), mujer viuda que trajo al nuevo hogar al joven Antonio Maya Daza hijo del primer matrimonio. De la nueva unión nacieron Juan Gómez Daza, Domingo Gómez Daza y Manuela Gómez Daza.

NOTA: El día 5 de junio se celebra el día del medio ambiente, ojalá que empecemos a cambiar de nuestros maltratos a los recursos naturales y abracemos la idea que tanto propalamos de recuperar y conservar la maltrecha naturaleza.

Señor Alcalde, ya debemos empezar a pensar en eliminar la urdimbre de cables y postalería que existente en la ciudad y que la afean demasiado, ya esto no se está usando en la ciudades ambientales y sostenibles. Entremos por la vía del desarrollo.

Por Hernán Maestre Martínez

 

Columnista
1 junio, 2017

Una versión sobre el Cerrejón (I)

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Hernán Maestre Martínez

Conocimos de un documento que nos suministró el estimado amigo Alonso Sánchez, que al considerarlo de relevante importancia, nos permitimos propalar con el propósito de aclarar confusiones que aún persisten en algunas referencias que se tienen sobre la mina del Cerrejón. Este documento tiene su base de investigación principal en lo que se llamó la […]


Conocimos de un documento que nos suministró el estimado amigo Alonso Sánchez, que al considerarlo de relevante importancia, nos permitimos propalar con el propósito de aclarar confusiones que aún persisten en algunas referencias que se tienen sobre la mina del Cerrejón.

Este documento tiene su base de investigación principal en lo que se llamó la Imprenta de Padilla en la ciudad de Riohacha, el cual data de 1883, del cual un columnista llamado Fredy González Zubiría escribió para la Revista Dominical de El Heraldo el 28 de octubre de 2012, un artículo titulado ‘La pugna por el carbón del Cerrejón en el siglo XIX’.

Después de la anterior introducción nos permitimos tomar del mismo la mayoría de sus apartes sobresalientes, que nos pueden servir para hacer claridad de esta confusión. Uno de los grandes errores históricos que se persiste en difundir es afirmar que el escritor Jorge Isaac descubrió la mina de carbón del Cerrejón en La Guajira. Es de esos equívocos que ignora de donde salió o quien lo inició, pero sigue ahí aunque huérfano haciendo daño. Porque el propio Isaac nunca lo dijo. Cuando el poeta recorrió La Guajira en 1884, ya la mina había sido descubierta 20 años atrás y el estudio del material estaba concluido, y ese año se difundía en los Estados Unidos el primer proyecto empresarial para su explotación.

El descubridor oficial de la mina fue el ingeniero civil norteamericano John May, contratado por el Gobierno Nacional, realizó la exploración en 1864, dos décadas antes de que Isaac pisara esas tierras. May publica su informe en el Diario Oficial No 471 del 31 de octubre de 1865.

El análisis químico de la calidad de la piedra lo elaboró en 1865 el científico bogotano Liborio Zerda de la Universidad Nacional de Colombia. Posteriormente el estudio comparativo del carbón del Cerrejón con los carbones de Escocia que hizo John May en 1882, dio un sorprendente resultado: el mineral de La Guajira superaba en calidad al de cinco importantes minas británicas.

John May lanza en Nueva York el primer proyecto de explotación comercial del Cerrejón que se denominó “Proyecto de formación de una compañía americana para la explotación de las minas de carbón de La Guajira y el Valle de Upar asociada al gobierno de los Estados Unidos de Colombia”. La propuesta traducida al español y publicada por la Imprenta de Padilla en Riohacha en 1883, incluía la construcción de una línea férrea desde la mina hasta el mar y un muelle.

Sin embargo, si se quiere hacer justicia a la verdad histórica, John May fue el denunciante de la mina, pero no fue el real descubridor. En los archivos de la Notaria Primera de Riohacha, en el tomo del año 1855 (29 años antes de la llegada de Isaac y 10 antes de la llegada John May) existe un documento que testifica a unos adelantados en esta historia; se trata de una sociedad comercial entre Juan Gómez Osío, propietario de las tierras y el capitalista Antonio Cano, para explotar la mina de carbón en el sitio llamado Corazonal, jurisdicción de Barrancas. La primera persona que plasmó en un documento notariado la existencia de carbón en La Guajira, sería el señor Gómez.
Juan Gómez Osío, oriundo de Barrancas y residenciado en Riohacha era casado con Luisa Daza, originaria de San Juan (La Guajira), mujer viuda que trajo al nuevo hogar al joven Antonio Maya Daza hijo del primer matrimonio. De la nueva unión nacieron Juan Gómez Daza, Domingo Gómez Daza y Manuela Gómez Daza.

NOTA: El día 5 de junio se celebra el día del medio ambiente, ojalá que empecemos a cambiar de nuestros maltratos a los recursos naturales y abracemos la idea que tanto propalamos de recuperar y conservar la maltrecha naturaleza.

Señor Alcalde, ya debemos empezar a pensar en eliminar la urdimbre de cables y postalería que existente en la ciudad y que la afean demasiado, ya esto no se está usando en la ciudades ambientales y sostenibles. Entremos por la vía del desarrollo.

Por Hernán Maestre Martínez