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Editorial - 10 enero, 2017

Trinidad, Santos y Obama

Termina Barack Obama su carismático gobierno. Los medios esperan hoy su discurso de despedida en su entrañable y bella Chicago, ciudad origen de la divertida rueda de los parques que nos recuerda que en la vida se sube y se baja. Suelen los presidentes del inmenso país en sus últimos días indultar presos. Facultad controvertida […]

Termina Barack Obama su carismático gobierno. Los medios esperan hoy su discurso de despedida en su entrañable y bella Chicago, ciudad origen de la divertida rueda de los parques que nos recuerda que en la vida se sube y se baja.

Suelen los presidentes del inmenso país en sus últimos días indultar presos. Facultad controvertida pues a ciertos individuos se ha indultado de manera injusta. Pero en el caso del vallenato Ricardo Palmera, conocido como Simón Trinidad, no tendrá duda Obama en proceder y el gobierno colombiano, de frente, en solicitarlo. Los Estados Unidos, con visos bipartidistas, ha apoyado los esfuerzos de paz del presidente Santos, designó un enviado especial, el secretario Kerry se reunió en La Habana con las Farc y después de, estructurar el Plan Colombia, dotado de armamento y tecnología para la guerra, promete transformarlo en apoyo económico para consolidar la paz.

Elementos adicionales lo justifican: Trinidad fue acusado inicialmente por narcotráfico, para trasladarlo bajo el mecanismo de la extradición, pero esos cargos resultaron infundados en los Estados Unidos. Luego, acusado de que había secuestrado a 3 gringos cuyo avión fue derribado, en una misión de inteligencia militar en el sur del país, pero no hubo prueba de que él haya participado como autor material o determinador de ese hecho. Sin embargo, en medio de la vindicta generada con el cambio de siglo en la guerra global contra el terrorismo después del ataque de Las Torres Gemelas y las presiones del gobierno Uribe (se evidenció en los wikileaks), un jurado lo condenó a una cadena perpetua aduciendo, con argumentos frágiles en el derecho penal, que era de la cúpula de la organización rebelde responsable y el hecho de que, en el momento de su captura en Ecuador, estuviese buscando a nombre de ella un intercambio humanitario para la liberación probaba que había actuado en el delito.

Se sabe del origen de la decisión de Palmera de renunciar a una vida de bienestar y tomar las armas en el dilema de escoger, a finales de los 80s entre el exilio o morir como jóvenes compañeros de la política que nacieron en el Nuevo Liberalismo de Luis Carlos Galán, crearon el movimiento cívico Causa Común y después se aliaron con la Unión Patriótica y sectores liberales. Por cierto, esa decisión da para controversias, como controvertidos han sido los acuerdos de paz después de 50 años de conflicto.

El escritor Alonso Sánchez en su libro ‘Líbranos del bien’ describió con maestría, como dijo Poncho Cotes de la canción de Rafael Escalona, ese periodo duro y nostálgico de la historia vallenata, también nacional, y que hoy, quién lo creyera, se pone en el nudo de la relación de Colombia con el país más poderoso del mundo. Sánchez también aborda con propiedad la trayectoria del hoy ‘Jorge 40’, otro vallenato raizal en las cárceles del país del norte.

Contrasta que mientras a los jefes de las Farc se les censura por un respetable sector de la sociedad por no pagar cárcel y poder hacer política Trinidad, que ha pagado más de 13 años en una cárcel de Estados Unidos, ese gran adversario de las guerrillas latinoamericanas, según informa el diario El Tiempo antier, “…está en la prisión de máxima seguridad DC Jail de Washington, encadenado de pies y manos, incomunicado y con un dispositivo eléctrico de control en su pierna derecha”.

Editorial
10 enero, 2017

Trinidad, Santos y Obama

Termina Barack Obama su carismático gobierno. Los medios esperan hoy su discurso de despedida en su entrañable y bella Chicago, ciudad origen de la divertida rueda de los parques que nos recuerda que en la vida se sube y se baja. Suelen los presidentes del inmenso país en sus últimos días indultar presos. Facultad controvertida […]


Termina Barack Obama su carismático gobierno. Los medios esperan hoy su discurso de despedida en su entrañable y bella Chicago, ciudad origen de la divertida rueda de los parques que nos recuerda que en la vida se sube y se baja.

Suelen los presidentes del inmenso país en sus últimos días indultar presos. Facultad controvertida pues a ciertos individuos se ha indultado de manera injusta. Pero en el caso del vallenato Ricardo Palmera, conocido como Simón Trinidad, no tendrá duda Obama en proceder y el gobierno colombiano, de frente, en solicitarlo. Los Estados Unidos, con visos bipartidistas, ha apoyado los esfuerzos de paz del presidente Santos, designó un enviado especial, el secretario Kerry se reunió en La Habana con las Farc y después de, estructurar el Plan Colombia, dotado de armamento y tecnología para la guerra, promete transformarlo en apoyo económico para consolidar la paz.

Elementos adicionales lo justifican: Trinidad fue acusado inicialmente por narcotráfico, para trasladarlo bajo el mecanismo de la extradición, pero esos cargos resultaron infundados en los Estados Unidos. Luego, acusado de que había secuestrado a 3 gringos cuyo avión fue derribado, en una misión de inteligencia militar en el sur del país, pero no hubo prueba de que él haya participado como autor material o determinador de ese hecho. Sin embargo, en medio de la vindicta generada con el cambio de siglo en la guerra global contra el terrorismo después del ataque de Las Torres Gemelas y las presiones del gobierno Uribe (se evidenció en los wikileaks), un jurado lo condenó a una cadena perpetua aduciendo, con argumentos frágiles en el derecho penal, que era de la cúpula de la organización rebelde responsable y el hecho de que, en el momento de su captura en Ecuador, estuviese buscando a nombre de ella un intercambio humanitario para la liberación probaba que había actuado en el delito.

Se sabe del origen de la decisión de Palmera de renunciar a una vida de bienestar y tomar las armas en el dilema de escoger, a finales de los 80s entre el exilio o morir como jóvenes compañeros de la política que nacieron en el Nuevo Liberalismo de Luis Carlos Galán, crearon el movimiento cívico Causa Común y después se aliaron con la Unión Patriótica y sectores liberales. Por cierto, esa decisión da para controversias, como controvertidos han sido los acuerdos de paz después de 50 años de conflicto.

El escritor Alonso Sánchez en su libro ‘Líbranos del bien’ describió con maestría, como dijo Poncho Cotes de la canción de Rafael Escalona, ese periodo duro y nostálgico de la historia vallenata, también nacional, y que hoy, quién lo creyera, se pone en el nudo de la relación de Colombia con el país más poderoso del mundo. Sánchez también aborda con propiedad la trayectoria del hoy ‘Jorge 40’, otro vallenato raizal en las cárceles del país del norte.

Contrasta que mientras a los jefes de las Farc se les censura por un respetable sector de la sociedad por no pagar cárcel y poder hacer política Trinidad, que ha pagado más de 13 años en una cárcel de Estados Unidos, ese gran adversario de las guerrillas latinoamericanas, según informa el diario El Tiempo antier, “…está en la prisión de máxima seguridad DC Jail de Washington, encadenado de pies y manos, incomunicado y con un dispositivo eléctrico de control en su pierna derecha”.