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General - 1 junio, 2015

Tres barrios asediados por el vandalismo y la drogadicción

Guatapurí, Simón Bolívar y La Granja son sectores populares de Valledupar en los que, según sus habitantes, se acabó la tranquilidad y se ha disparado la inseguridad.

Aunque operarios de Interaseo realizan su labor de limpieza en esta parte del mercado público, las personas vuelven y ensucian el lugar con estos residuos.  EL PILÓN/Jaider Santana.
Aunque operarios de Interaseo realizan su labor de limpieza en esta parte del mercado público, las personas vuelven y ensucian el lugar con estos residuos. EL PILÓN/Jaider Santana.

“Buen día” Con cierta desconfianza dijo desde la puerta de acceso a su cocina una mujer que temía salir a saludar, luego confesó que en lugar de un equipo periodístico de EL PILÓN pensó se trataba de personas con identificaciones falsas de cualquier otra entidad para ingresar a hurtar su vivienda. No quiso dar su nombre, pero se acercó y mostró que la inseguridad prevalece en su barrio y señaló el enorme candado puesto en la reja de su puerta para mantener los delincuentes a raya.
Ella es una habitante del barrio Guatapurí, donde hace cuatro días un supuesto atracador resultó herido con arma de fuego al intentar hurtar una tienda, dos días después murió. En este hecho también resultó herido un vecino del sector.

Aunque esta mujer no quiso dar su nombre por temor, prefirió hablarnos de lejos, siempre trata lo menos posible de salir a la calle, abrir la puerta o entablar conversación con personas extrañas.
Así como esta ciudadana, varios se negaron en dar declaraciones, y los que la daban preferían omitir su identidad, porque, al parecer, el Guatapurí no es el único barrio que sufre por este fenómeno. La Granja y el Simón Bolívar aledaños al estadio Armando Maestre Pavajeau, que actualmente remodela la Gobernación del Cesar y que por lo general sus calles permanecen solas.

La carrera 19B con calle 17 es una de las tantas vías del barrio que permanece desolada, tanto de día como de noche, pese a la alta afluencia de vehículos. Espacios que se convierten en oportunidades que son aprovechadas por los vándalos para cometer fechorías.
Los callejones son otros espacios pocos transitados por personas a pie, lo hacen en carros o motocicletas. En estos también se presenta una situación particular, al parecer, taxistas utilizan las calles como baños públicos.
En cuanto a la calle 18, entre el Estadio y el barrio Simón Bolívar, además de ser inseguro presenta condiciones antihigiénicas. Las basuras se observan de lado y lado emanando pestíferos olores que también afectan los restaurantes improvisados que están ubicados en la zona del mercado público de Valledupar.

Las basuras son constantes en esta esquina del terreno donde se remodela el estadio Armando Maestre Pavajeau. EL PILÓN/Jaider Santana

Las basuras son constantes en esta esquina del terreno donde se remodela el estadio Armando Maestre Pavajeau. EL PILÓN/Jaider Santana

Según los habitantes, pese a los grandes esfuerzos que hace la empresa Interaseo para recoger los residuos arrojados de forma constante en estos lugares, los carromuleros se empeñan en dejar la basura en esos lugares.
“Si uno les dice algo les sacan machetes, entonces qué puede uno hacer, dejarlos”, dijo Marcos Cuadros, residente del Simón Bolívar.

Jairo Moya es un hombre de 58 años, de los cuáles ha habitado 42 en el barrio Simón Bolívar. Aunque asegura que el sector no se presentan constantes hurtos, sí existe gran riesgo de que los transeúntes se vean víctimas de los dueños de la ajeno, sobre todo porque el sector es rondado por indigentes que buscan la manera de tener para comer o para comparar sustancias psicoactivas.
Moya manifestó que también ha visto como a esa zona llegan supuestos mototaxistas con sus pasajeros para bajarlos del vehículo y hurtarlos.

Por Merlin Duarte García/El Pilón
[email protected]

General
1 junio, 2015

Tres barrios asediados por el vandalismo y la drogadicción

Guatapurí, Simón Bolívar y La Granja son sectores populares de Valledupar en los que, según sus habitantes, se acabó la tranquilidad y se ha disparado la inseguridad.


Aunque operarios de Interaseo realizan su labor de limpieza en esta parte del mercado público, las personas vuelven y ensucian el lugar con estos residuos.  EL PILÓN/Jaider Santana.
Aunque operarios de Interaseo realizan su labor de limpieza en esta parte del mercado público, las personas vuelven y ensucian el lugar con estos residuos. EL PILÓN/Jaider Santana.

“Buen día” Con cierta desconfianza dijo desde la puerta de acceso a su cocina una mujer que temía salir a saludar, luego confesó que en lugar de un equipo periodístico de EL PILÓN pensó se trataba de personas con identificaciones falsas de cualquier otra entidad para ingresar a hurtar su vivienda. No quiso dar su nombre, pero se acercó y mostró que la inseguridad prevalece en su barrio y señaló el enorme candado puesto en la reja de su puerta para mantener los delincuentes a raya.
Ella es una habitante del barrio Guatapurí, donde hace cuatro días un supuesto atracador resultó herido con arma de fuego al intentar hurtar una tienda, dos días después murió. En este hecho también resultó herido un vecino del sector.

Aunque esta mujer no quiso dar su nombre por temor, prefirió hablarnos de lejos, siempre trata lo menos posible de salir a la calle, abrir la puerta o entablar conversación con personas extrañas.
Así como esta ciudadana, varios se negaron en dar declaraciones, y los que la daban preferían omitir su identidad, porque, al parecer, el Guatapurí no es el único barrio que sufre por este fenómeno. La Granja y el Simón Bolívar aledaños al estadio Armando Maestre Pavajeau, que actualmente remodela la Gobernación del Cesar y que por lo general sus calles permanecen solas.

La carrera 19B con calle 17 es una de las tantas vías del barrio que permanece desolada, tanto de día como de noche, pese a la alta afluencia de vehículos. Espacios que se convierten en oportunidades que son aprovechadas por los vándalos para cometer fechorías.
Los callejones son otros espacios pocos transitados por personas a pie, lo hacen en carros o motocicletas. En estos también se presenta una situación particular, al parecer, taxistas utilizan las calles como baños públicos.
En cuanto a la calle 18, entre el Estadio y el barrio Simón Bolívar, además de ser inseguro presenta condiciones antihigiénicas. Las basuras se observan de lado y lado emanando pestíferos olores que también afectan los restaurantes improvisados que están ubicados en la zona del mercado público de Valledupar.

Las basuras son constantes en esta esquina del terreno donde se remodela el estadio Armando Maestre Pavajeau. EL PILÓN/Jaider Santana

Las basuras son constantes en esta esquina del terreno donde se remodela el estadio Armando Maestre Pavajeau. EL PILÓN/Jaider Santana

Según los habitantes, pese a los grandes esfuerzos que hace la empresa Interaseo para recoger los residuos arrojados de forma constante en estos lugares, los carromuleros se empeñan en dejar la basura en esos lugares.
“Si uno les dice algo les sacan machetes, entonces qué puede uno hacer, dejarlos”, dijo Marcos Cuadros, residente del Simón Bolívar.

Jairo Moya es un hombre de 58 años, de los cuáles ha habitado 42 en el barrio Simón Bolívar. Aunque asegura que el sector no se presentan constantes hurtos, sí existe gran riesgo de que los transeúntes se vean víctimas de los dueños de la ajeno, sobre todo porque el sector es rondado por indigentes que buscan la manera de tener para comer o para comparar sustancias psicoactivas.
Moya manifestó que también ha visto como a esa zona llegan supuestos mototaxistas con sus pasajeros para bajarlos del vehículo y hurtarlos.

Por Merlin Duarte García/El Pilón
[email protected]