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Columnista - 26 octubre, 2016

Silvestre Dangond se salió del cascarón

Cuando un artista grande o pequeño construye su propio discurso con modalidad de estilo que la gente identifica fácilmente, es porque ya poco a poco se ha ido desprendiendo de las ataduras de las influencias recibidas por los distintos referentes que ha tenido en los inicios de su carrera. Para Silvestre Dangond tener en estos […]

Cuando un artista grande o pequeño construye su propio discurso con modalidad de estilo que la gente identifica fácilmente, es porque ya poco a poco se ha ido desprendiendo de las ataduras de las influencias recibidas por los distintos referentes que ha tenido en los inicios de su carrera.

Para Silvestre Dangond tener en estos momentos a Carlos Vives como un modelo a seguir, creo que es una de las decisiones más acertadas que pueda tener en su vida artística; si Carlos Vives no es solamente una artista exitoso como actor, compositor y cantante, sino que es una figura de perfil mundial al que recientemente el alcalde de Miami, en Estados Unidos, le entregó la llave de la ciudad como una honrosa distinción también por su gran calidad humana y sus dotes de buen caballero, representante de la cultura musical y de la hidalguía del hombre colombiano.

Por otra parte es incuestionable que Vives es un referente para la música del mundo, si todos recordamos cuando en el 2015 en momentos de recibir el premio Grammy pudimos observar al astro del jazz y del rock Carlos Santana de pie, aplaudiendo con una gran emoción. Estas sin palabras mayores en la farándula mundial.

Estamos en pleno siglo veintiuno, donde lo que sucede en el orbe al minuto es apreciado en todas partes, y un artista tiene a la mano avalanchas de información que le indican las tendencias y proyecciones que se perfilan con visos de éxitos.

En la misma forma que en la música popular un pianista o un trompetista destacado para progresar y crecer artísticamente tienen que ascender hacia el jazz que es mucho más universal, un artista del vallenato que ha estado ligado a la expresión tradicional y a la cual debe su consagración, para alcanzar un mayor perfil logrado en el Solar Nativo, tiene que atreverse a explorar un mundo sonoro mucho más grande, complejo y rico en el que pueda cautivar gustos musicales y gente en latitudes lejanas que van a la vanguardia en la evolución de la música que divierte y entretiene.

Esto es lo que ha hecho Silvestre Dangond, se ha salido del cascaron urumitero y hoy suena en los cuatro continentes dándole oxígeno a la música colombiana.

Pienso que cumplió con el folclor vallenato en la cantidad de merengues y paseos grabados exitosamente desde sus inicios, pero siendo él un artista joven con una visión del mundo diferente a la que pudo tener Juan Muñoz o Pacho Rada, de quienes reconoce su grandeza, no podemos pedirle que trate de seguirlos, si él está en otro momento de la historia, y es donde hay que valorarlo, ya lo dijo un gran pensador: “El presente es la frontera cercana al pasado”.

Se escuchan críticas a granel censurando su nuevo trabajo por estar haciendo lo que hace Carlos Vives, pero no hay gente más necia que los pontífices que no están en el vaticano hablando de infidelidad folclórica, cuando en este paseo son ellos los únicos infieles.

Columnista
26 octubre, 2016

Silvestre Dangond se salió del cascarón

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Julio C. Oñate M.

Cuando un artista grande o pequeño construye su propio discurso con modalidad de estilo que la gente identifica fácilmente, es porque ya poco a poco se ha ido desprendiendo de las ataduras de las influencias recibidas por los distintos referentes que ha tenido en los inicios de su carrera. Para Silvestre Dangond tener en estos […]


Cuando un artista grande o pequeño construye su propio discurso con modalidad de estilo que la gente identifica fácilmente, es porque ya poco a poco se ha ido desprendiendo de las ataduras de las influencias recibidas por los distintos referentes que ha tenido en los inicios de su carrera.

Para Silvestre Dangond tener en estos momentos a Carlos Vives como un modelo a seguir, creo que es una de las decisiones más acertadas que pueda tener en su vida artística; si Carlos Vives no es solamente una artista exitoso como actor, compositor y cantante, sino que es una figura de perfil mundial al que recientemente el alcalde de Miami, en Estados Unidos, le entregó la llave de la ciudad como una honrosa distinción también por su gran calidad humana y sus dotes de buen caballero, representante de la cultura musical y de la hidalguía del hombre colombiano.

Por otra parte es incuestionable que Vives es un referente para la música del mundo, si todos recordamos cuando en el 2015 en momentos de recibir el premio Grammy pudimos observar al astro del jazz y del rock Carlos Santana de pie, aplaudiendo con una gran emoción. Estas sin palabras mayores en la farándula mundial.

Estamos en pleno siglo veintiuno, donde lo que sucede en el orbe al minuto es apreciado en todas partes, y un artista tiene a la mano avalanchas de información que le indican las tendencias y proyecciones que se perfilan con visos de éxitos.

En la misma forma que en la música popular un pianista o un trompetista destacado para progresar y crecer artísticamente tienen que ascender hacia el jazz que es mucho más universal, un artista del vallenato que ha estado ligado a la expresión tradicional y a la cual debe su consagración, para alcanzar un mayor perfil logrado en el Solar Nativo, tiene que atreverse a explorar un mundo sonoro mucho más grande, complejo y rico en el que pueda cautivar gustos musicales y gente en latitudes lejanas que van a la vanguardia en la evolución de la música que divierte y entretiene.

Esto es lo que ha hecho Silvestre Dangond, se ha salido del cascaron urumitero y hoy suena en los cuatro continentes dándole oxígeno a la música colombiana.

Pienso que cumplió con el folclor vallenato en la cantidad de merengues y paseos grabados exitosamente desde sus inicios, pero siendo él un artista joven con una visión del mundo diferente a la que pudo tener Juan Muñoz o Pacho Rada, de quienes reconoce su grandeza, no podemos pedirle que trate de seguirlos, si él está en otro momento de la historia, y es donde hay que valorarlo, ya lo dijo un gran pensador: “El presente es la frontera cercana al pasado”.

Se escuchan críticas a granel censurando su nuevo trabajo por estar haciendo lo que hace Carlos Vives, pero no hay gente más necia que los pontífices que no están en el vaticano hablando de infidelidad folclórica, cuando en este paseo son ellos los únicos infieles.