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Columnista - 18 febrero, 2017

Sibaritas

Se llama sibarita a una persona de gustos refinados y con tendencia al lujo, la etimología de este término deriva de la ciudad de Síbaris, de la antigua Grecia, ubicada en el golfo de Tarento, en Italia, célebre por la riqueza y el refinamiento de sus habitantes y que fue destruida hacia el año 510 […]

Se llama sibarita a una persona de gustos refinados y con tendencia al lujo, la etimología de este término deriva de la ciudad de Síbaris, de la antigua Grecia, ubicada en el golfo de Tarento, en Italia, célebre por la riqueza y el refinamiento de sus habitantes y que fue destruida hacia el año 510 A.C.

En la actualidad por lo general el sibaritismo trata de personas de alto nivel, con poder adquisitivo, condición que les permite el acceso a artículos y bienes exclusivos y de valor elevado.

Algunos pueden tener el hábito o costumbre de hacer ostentación de dicho poder adquisitivo y en tal caso, dicha ostentación forma parte de su carácter sibarita. El sibaritismo puede referirse a cualquier orden de la vida o volcarse de forma más concreta en determinado tipo de bienes o manifestaciones y así pueden encontrarse sibaritas de la comida, de la música, de la tecnología, etc, cabe resaltar que muchos sibaritas son bohemios.

En América Latina, el caribe y en la Península Ibérica la expresión sibarita se aplica por simplificación y comúnmente a personas que tienen como afición la buena mesa y la degustación de alimentos o bebidas elegantes y exclusivos, El término se convierte en tal caso, en sinónimo de gourmet. Haciendo referencia exclusivamente a esta definición latina de sibarita, podemos catalogar a muchas personas con este término, mi condición de Chef e investigador culinario me ha permitido escribir varias columnas sobre gastronomía, y a su vez mantener contacto con personas y amigos de buen gusto que las leen, sacan sus conclusiones y me dan sus conceptos acertados sobre comidas y sitios, los cuales ya han visitado, probado sus platos y atención, a esas distinguidas personas las catálogo como sibaritas, hago mención de algunos en especial: Alfredo Araujo Castro, Eduardo Ustariz, Jaime García Chadid, Eduardo Montero, Jorge Saade, Miguel Ángel Gutiérrez, Víctor González Paz, Armando Maestre y Alonso Sánchez Baute, además que son personas con criterio que recomiendan sitios, no por amistad sino porque en realidad son buenos, merecen ser apoyados y vale la pena ir. En mi caso particular no me considero sibarita ni gourmet, más bien soy foodie, los foodies somos una especie de gourmets menos rígidos y nos distinguimos de los gourmets en que ellos son aficionados con gustos refinados que pueden ser profesionales de la industria de comida, mientras que los foodies somos amateurs, amantes de la buena mesa, a los que simplemente nos encanta la comida para su consumo, estudio, preparación y las noticias que generen.

Los gourmets simplemente quieren comer los mejores platos, mientras que los foodies queremos aprender todo lo posible acerca de ellos, tanto la mejor y más sofisticados como los comunes y más corrientes; es decir, nos podemos sentar en restaurantes calificados con estrellas Michelin en la Riviera francesa como sentarnos en un bordillo en una calle de Maicao a deleitar un exquisito friche, por eso admiro a los reconocidos Chefs Anthony Bourdain y Andrew Zimmern y Alfonso ‘Poncho’ Cadena, quienes recorren el mundo probando de todo y mostrando las distintas culturas. Aquí en Valledupar un destacado grupo de amigos se reúnen todos los jueves en el prestigioso restaurante Varadero, a degustar y compartir la buena mesa, ellos son: Ricardo Barros, José Antonio Larrazábal, Camilo Lacouture, Harold y Javier García, Juan y Ricardo Celedón, Miguel Daza, Carlos José Vidal, José Aronna, Oswaldo Gutiérrez, Jesús Heberto López, Rodolfo Maestre, Ismael González, ‘El Mono’ Cotes y Julio Oñate Díaz, quienes han conformado una especie de cofradía y muchas veces se dan el lujo de probar exquisiteces preparadas por el Chef Carlos Guzmán exclusivamente para ellos, estos amigos pueden calificarse como sibaritas.

Columnista
18 febrero, 2017

Sibaritas

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Julio Mario Celedon

Se llama sibarita a una persona de gustos refinados y con tendencia al lujo, la etimología de este término deriva de la ciudad de Síbaris, de la antigua Grecia, ubicada en el golfo de Tarento, en Italia, célebre por la riqueza y el refinamiento de sus habitantes y que fue destruida hacia el año 510 […]


Se llama sibarita a una persona de gustos refinados y con tendencia al lujo, la etimología de este término deriva de la ciudad de Síbaris, de la antigua Grecia, ubicada en el golfo de Tarento, en Italia, célebre por la riqueza y el refinamiento de sus habitantes y que fue destruida hacia el año 510 A.C.

En la actualidad por lo general el sibaritismo trata de personas de alto nivel, con poder adquisitivo, condición que les permite el acceso a artículos y bienes exclusivos y de valor elevado.

Algunos pueden tener el hábito o costumbre de hacer ostentación de dicho poder adquisitivo y en tal caso, dicha ostentación forma parte de su carácter sibarita. El sibaritismo puede referirse a cualquier orden de la vida o volcarse de forma más concreta en determinado tipo de bienes o manifestaciones y así pueden encontrarse sibaritas de la comida, de la música, de la tecnología, etc, cabe resaltar que muchos sibaritas son bohemios.

En América Latina, el caribe y en la Península Ibérica la expresión sibarita se aplica por simplificación y comúnmente a personas que tienen como afición la buena mesa y la degustación de alimentos o bebidas elegantes y exclusivos, El término se convierte en tal caso, en sinónimo de gourmet. Haciendo referencia exclusivamente a esta definición latina de sibarita, podemos catalogar a muchas personas con este término, mi condición de Chef e investigador culinario me ha permitido escribir varias columnas sobre gastronomía, y a su vez mantener contacto con personas y amigos de buen gusto que las leen, sacan sus conclusiones y me dan sus conceptos acertados sobre comidas y sitios, los cuales ya han visitado, probado sus platos y atención, a esas distinguidas personas las catálogo como sibaritas, hago mención de algunos en especial: Alfredo Araujo Castro, Eduardo Ustariz, Jaime García Chadid, Eduardo Montero, Jorge Saade, Miguel Ángel Gutiérrez, Víctor González Paz, Armando Maestre y Alonso Sánchez Baute, además que son personas con criterio que recomiendan sitios, no por amistad sino porque en realidad son buenos, merecen ser apoyados y vale la pena ir. En mi caso particular no me considero sibarita ni gourmet, más bien soy foodie, los foodies somos una especie de gourmets menos rígidos y nos distinguimos de los gourmets en que ellos son aficionados con gustos refinados que pueden ser profesionales de la industria de comida, mientras que los foodies somos amateurs, amantes de la buena mesa, a los que simplemente nos encanta la comida para su consumo, estudio, preparación y las noticias que generen.

Los gourmets simplemente quieren comer los mejores platos, mientras que los foodies queremos aprender todo lo posible acerca de ellos, tanto la mejor y más sofisticados como los comunes y más corrientes; es decir, nos podemos sentar en restaurantes calificados con estrellas Michelin en la Riviera francesa como sentarnos en un bordillo en una calle de Maicao a deleitar un exquisito friche, por eso admiro a los reconocidos Chefs Anthony Bourdain y Andrew Zimmern y Alfonso ‘Poncho’ Cadena, quienes recorren el mundo probando de todo y mostrando las distintas culturas. Aquí en Valledupar un destacado grupo de amigos se reúnen todos los jueves en el prestigioso restaurante Varadero, a degustar y compartir la buena mesa, ellos son: Ricardo Barros, José Antonio Larrazábal, Camilo Lacouture, Harold y Javier García, Juan y Ricardo Celedón, Miguel Daza, Carlos José Vidal, José Aronna, Oswaldo Gutiérrez, Jesús Heberto López, Rodolfo Maestre, Ismael González, ‘El Mono’ Cotes y Julio Oñate Díaz, quienes han conformado una especie de cofradía y muchas veces se dan el lujo de probar exquisiteces preparadas por el Chef Carlos Guzmán exclusivamente para ellos, estos amigos pueden calificarse como sibaritas.