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Columnista - 26 noviembre, 2015

Segunda Conferencia Mundial de los pueblos para el cambio climático

Al considerar de relevante importancia, ciertas intervenciones, que se dieron por parte de algunos de los participantes en la conferencia en mención que se realizó en Cochabamba, Bolivia, con motivo de resaltar la fecha del 12 de octubre, nos permitimos hacer alusión a algunos de los apartes importantes en los discursos de presidentes y delegados […]

Al considerar de relevante importancia, ciertas intervenciones, que se dieron por parte de algunos de los participantes en la conferencia en mención que se realizó en Cochabamba, Bolivia, con motivo de resaltar la fecha del 12 de octubre, nos permitimos hacer alusión a algunos de los apartes importantes en los discursos de presidentes y delegados a esta cumbre.

Por su parte el presidente Rafael Correa criticó la lógica del capitalismo que consume sin ninguna compensación, que paga solo por lo que tiene precio, no por lo que tiene valor, y subrayó que “los bienes ambientales tienen un gran valor pero no tienen precio”. Acotó que el problema de la destrucción de la naturaleza y el cambio climático podría resolverse con justicia; y en este caso, justicia ambiental. Puntualizó sobre la necesidad de luchar por un tribunal internacional para “cuantificar y ayudar a pagar la deuda ecológica que tienen los países más ricos, pero sobre sobre todo evitar que esa deuda siga creciendo”. Aseveró que “el capitalismo mercantil no puede resolver los problemas ambientales”. Explicó que tras el consumo de energía, un habitante de los países más ricos emite 38 veces más emisiones de CO2 que un habitante pobre. Dijo además que las emisiones de CO2 se han duplicado seis veces, pese al adelanto técnico. Criticó que “no hay cárcel si una trasnacional destruye nuestra naturaleza”, por lo que reveló que esto “se trata de un problema político y para resolver ese problema EE.UU. necesita firmar el protocolo de Kioto”.

Reflexionó el mandatario ecuatoriano “imagínense que los grandes contaminadores fuésemos Ecuador, Venezuela, Bolivia y EE. UU., tuviera la Amazonía (…) hace rato nos hubiesen invadido”. Hizo un llamado a los países ricos o más desarrollados a cancelar lo que considera la deuda ecológica, la cual se traduce según sus palabras en utilizar los bienes ambientales para producir contaminación que afecta al planeta en general y destruye la capacidad de conservación de los países del Sur. En ese aspecto destacó que es necesario caminar a un derecho universal a los derechos de la naturaleza, apuntó que “el ser humano no es lo único importante en la naturaleza. Que los grandes contaminadores se responsabilicen de sus acciones que le causen al medio ambiental”. Enfatizó que esta iniciativa de discutir sobre los cambios climáticos en el mundo es impostergable y en función de ello, planteó un tribunal que sea capaz de juzgar el daño que han cometido estas naciones contra el medio ambiente. “se trata de una lucha política no sólo técnica”.

En su momento el canciller de Cuba, Bruno Rodríguez, dijo que los países reunidos en lo que se refiere al cambio Climático y Defensa de la vida no aceptarán suscribir un nuevo acuerdo en esa materia que diluya la responsabilidad de los países ricos, que han afectado la Tierra durante su proceso de industrialización.

Columnista
26 noviembre, 2015

Segunda Conferencia Mundial de los pueblos para el cambio climático

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Hernán Maestre Martínez

Al considerar de relevante importancia, ciertas intervenciones, que se dieron por parte de algunos de los participantes en la conferencia en mención que se realizó en Cochabamba, Bolivia, con motivo de resaltar la fecha del 12 de octubre, nos permitimos hacer alusión a algunos de los apartes importantes en los discursos de presidentes y delegados […]


Al considerar de relevante importancia, ciertas intervenciones, que se dieron por parte de algunos de los participantes en la conferencia en mención que se realizó en Cochabamba, Bolivia, con motivo de resaltar la fecha del 12 de octubre, nos permitimos hacer alusión a algunos de los apartes importantes en los discursos de presidentes y delegados a esta cumbre.

Por su parte el presidente Rafael Correa criticó la lógica del capitalismo que consume sin ninguna compensación, que paga solo por lo que tiene precio, no por lo que tiene valor, y subrayó que “los bienes ambientales tienen un gran valor pero no tienen precio”. Acotó que el problema de la destrucción de la naturaleza y el cambio climático podría resolverse con justicia; y en este caso, justicia ambiental. Puntualizó sobre la necesidad de luchar por un tribunal internacional para “cuantificar y ayudar a pagar la deuda ecológica que tienen los países más ricos, pero sobre sobre todo evitar que esa deuda siga creciendo”. Aseveró que “el capitalismo mercantil no puede resolver los problemas ambientales”. Explicó que tras el consumo de energía, un habitante de los países más ricos emite 38 veces más emisiones de CO2 que un habitante pobre. Dijo además que las emisiones de CO2 se han duplicado seis veces, pese al adelanto técnico. Criticó que “no hay cárcel si una trasnacional destruye nuestra naturaleza”, por lo que reveló que esto “se trata de un problema político y para resolver ese problema EE.UU. necesita firmar el protocolo de Kioto”.

Reflexionó el mandatario ecuatoriano “imagínense que los grandes contaminadores fuésemos Ecuador, Venezuela, Bolivia y EE. UU., tuviera la Amazonía (…) hace rato nos hubiesen invadido”. Hizo un llamado a los países ricos o más desarrollados a cancelar lo que considera la deuda ecológica, la cual se traduce según sus palabras en utilizar los bienes ambientales para producir contaminación que afecta al planeta en general y destruye la capacidad de conservación de los países del Sur. En ese aspecto destacó que es necesario caminar a un derecho universal a los derechos de la naturaleza, apuntó que “el ser humano no es lo único importante en la naturaleza. Que los grandes contaminadores se responsabilicen de sus acciones que le causen al medio ambiental”. Enfatizó que esta iniciativa de discutir sobre los cambios climáticos en el mundo es impostergable y en función de ello, planteó un tribunal que sea capaz de juzgar el daño que han cometido estas naciones contra el medio ambiente. “se trata de una lucha política no sólo técnica”.

En su momento el canciller de Cuba, Bruno Rodríguez, dijo que los países reunidos en lo que se refiere al cambio Climático y Defensa de la vida no aceptarán suscribir un nuevo acuerdo en esa materia que diluya la responsabilidad de los países ricos, que han afectado la Tierra durante su proceso de industrialización.