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Columnista - 27 enero, 2017

¡Se terminó esta vaina!

Hoy, como muchas veces, estoy tapao, en blanco, no coordino ni logro ordenar las ideas, tal vez por un leve y molestoso dolorcito de cabeza que tengo, mal endémico en la familia Aponte, pero ya, bien temprano a las 4:00 A.M. me tomé unas gotas de Migrañón, que es igualito a la Neosaldina, pero cuesta […]

Hoy, como muchas veces, estoy tapao, en blanco, no coordino ni logro ordenar las ideas, tal vez por un leve y molestoso dolorcito de cabeza que tengo, mal endémico en la familia Aponte, pero ya, bien temprano a las 4:00 A.M. me tomé unas gotas de Migrañón, que es igualito a la Neosaldina, pero cuesta la mitad, pero en todo caso caros ambos, pues Colombia ocupa el deshonroso primer puesto en el mundo en los elevados precios de las medicinas y dentro de unos 10 minutos la cefalea como le llaman los médicos al dolor de cabeza, desaparece y para ello me voy a echar una recostadita y ya sin malestar veo a ver qué puedo hacer o escribir.

Bueno, pasó el cuarto de hora y el dolor cedió, me levanto ya tranquilo entre oscuro y claro, me tomo un rico, aromático y revitalizador tintico que puntualmente me ofrece Mercy y las dos primeras pastillas de las 10 que me despacho en el día, me asomo a la ventana del patio, veo y por lo que veo pienso con preocupación que mis vecinos Carlos Gnecco y Tico Paba no leen mis columnas y si las leen no las entienden o les importa un carajo lo que en ellas digo, porque a pesar de haber explicado en estos días que en esta época de verano no se deben podar los árboles, le pegaron una macoquera a los mangos y descuartizaron los frondosos palos que buena sombra y ricos frutos daban.

Siquiera los mandaron a masacrar con machetes y no con motosierras como los cauchos de la inconclusa Simón Bolívar, porque la motosierra seca los árboles y si no pregúntenle a mi hermano Tico, que lo hizo y su hermoso, productivo y frondoso mango se secó y tuvo que sembrar otro y va a esperar 3 ó 4 años para volver a tener la dicha de ver una canasta llena de esa rica fruta para repartirla entre sus hermanos y amigos. Léanlo bien señores podadores, agrónomos e ingenieros ambientales, la motosierra seca los árboles sino se curan las heridas que le producen y para ello mi querido cuñado el agrónomo Orlando Olmos aconseja usar Arbokol, Pasta Bordelés o un Hormonal de Colinagro que son curativos y cicatrizantes.

¿Harían esto los bárbaros que asesinaron los cauchos y muchos árboles secos que peligrosamente adornan la ciudad por todas partes? Lo dudo y me pregunto ¿dónde está Corpocesar?

Ahora me acuerdo, que el Consejo de Estado hizo lo que hace rato ha debido de hacer y por fin se pronunció ratificando a nuestro gobernador Franco Ovalle en el cargo, para el cual fue elegido democrática y legalmente por miles y miles de sufragantes. Terminado el Calvario con la pesada Cruz, que lo mortificaba y desvelaba al igual que a su familia, especialmente a Sarita, su mamá, a sus familiares y amigos, le deseo señor Gobernador éxitos en este año que se inicia y que la suerte y Dios lo acompañen en sus futuras decisiones. Un cordial abrazo y espero verlo pronto, porque todavía no he tenido respuesta de la cita que hace un año, formalmente le solicité.

Son las 5:30 A.M., me llega el otro tinto, El Pilón y me echo otra recostadita y me encuentro la grata noticia que tenemos un nuevo senador y me alegra que el joven médico y promisoria figura política Faruk Urrutia, el hijo de Fello y Ruby haya llegado al Congreso a servirle a su Departamento. Le deseo éxitos en gestión legislativa y buena suerte en esta nueva y distinguida etapa de su vida.

Se acabó el espacio y se terminó esta vaina y ahora era cuando iba a enganchá, porque trataría de la anarquía que en esta ciudad reina en materia de Tránsito y Movilidad.

Columnista
27 enero, 2017

¡Se terminó esta vaina!

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
José M. Aponte Martínez

Hoy, como muchas veces, estoy tapao, en blanco, no coordino ni logro ordenar las ideas, tal vez por un leve y molestoso dolorcito de cabeza que tengo, mal endémico en la familia Aponte, pero ya, bien temprano a las 4:00 A.M. me tomé unas gotas de Migrañón, que es igualito a la Neosaldina, pero cuesta […]


Hoy, como muchas veces, estoy tapao, en blanco, no coordino ni logro ordenar las ideas, tal vez por un leve y molestoso dolorcito de cabeza que tengo, mal endémico en la familia Aponte, pero ya, bien temprano a las 4:00 A.M. me tomé unas gotas de Migrañón, que es igualito a la Neosaldina, pero cuesta la mitad, pero en todo caso caros ambos, pues Colombia ocupa el deshonroso primer puesto en el mundo en los elevados precios de las medicinas y dentro de unos 10 minutos la cefalea como le llaman los médicos al dolor de cabeza, desaparece y para ello me voy a echar una recostadita y ya sin malestar veo a ver qué puedo hacer o escribir.

Bueno, pasó el cuarto de hora y el dolor cedió, me levanto ya tranquilo entre oscuro y claro, me tomo un rico, aromático y revitalizador tintico que puntualmente me ofrece Mercy y las dos primeras pastillas de las 10 que me despacho en el día, me asomo a la ventana del patio, veo y por lo que veo pienso con preocupación que mis vecinos Carlos Gnecco y Tico Paba no leen mis columnas y si las leen no las entienden o les importa un carajo lo que en ellas digo, porque a pesar de haber explicado en estos días que en esta época de verano no se deben podar los árboles, le pegaron una macoquera a los mangos y descuartizaron los frondosos palos que buena sombra y ricos frutos daban.

Siquiera los mandaron a masacrar con machetes y no con motosierras como los cauchos de la inconclusa Simón Bolívar, porque la motosierra seca los árboles y si no pregúntenle a mi hermano Tico, que lo hizo y su hermoso, productivo y frondoso mango se secó y tuvo que sembrar otro y va a esperar 3 ó 4 años para volver a tener la dicha de ver una canasta llena de esa rica fruta para repartirla entre sus hermanos y amigos. Léanlo bien señores podadores, agrónomos e ingenieros ambientales, la motosierra seca los árboles sino se curan las heridas que le producen y para ello mi querido cuñado el agrónomo Orlando Olmos aconseja usar Arbokol, Pasta Bordelés o un Hormonal de Colinagro que son curativos y cicatrizantes.

¿Harían esto los bárbaros que asesinaron los cauchos y muchos árboles secos que peligrosamente adornan la ciudad por todas partes? Lo dudo y me pregunto ¿dónde está Corpocesar?

Ahora me acuerdo, que el Consejo de Estado hizo lo que hace rato ha debido de hacer y por fin se pronunció ratificando a nuestro gobernador Franco Ovalle en el cargo, para el cual fue elegido democrática y legalmente por miles y miles de sufragantes. Terminado el Calvario con la pesada Cruz, que lo mortificaba y desvelaba al igual que a su familia, especialmente a Sarita, su mamá, a sus familiares y amigos, le deseo señor Gobernador éxitos en este año que se inicia y que la suerte y Dios lo acompañen en sus futuras decisiones. Un cordial abrazo y espero verlo pronto, porque todavía no he tenido respuesta de la cita que hace un año, formalmente le solicité.

Son las 5:30 A.M., me llega el otro tinto, El Pilón y me echo otra recostadita y me encuentro la grata noticia que tenemos un nuevo senador y me alegra que el joven médico y promisoria figura política Faruk Urrutia, el hijo de Fello y Ruby haya llegado al Congreso a servirle a su Departamento. Le deseo éxitos en gestión legislativa y buena suerte en esta nueva y distinguida etapa de su vida.

Se acabó el espacio y se terminó esta vaina y ahora era cuando iba a enganchá, porque trataría de la anarquía que en esta ciudad reina en materia de Tránsito y Movilidad.