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Columnista - 5 enero, 2017

Proyecto más importante para los vallenatos

Al comenzar este 2017, esperamos que el proyecto de la construcción del Embalse Los Besotes, vuelva a ser la obra más ambiciosa para Valledupar, La Paz y San Diego, como quiera que representa algo fundamental como es agua para la vida en los próximos 100 años. Este es de tanta envergadura que no se puede […]

Al comenzar este 2017, esperamos que el proyecto de la construcción del Embalse Los Besotes, vuelva a ser la obra más ambiciosa para Valledupar, La Paz y San Diego, como quiera que representa algo fundamental como es agua para la vida en los próximos 100 años.

Este es de tanta envergadura que no se puede dejar solamente a cargo de los esfuerzos de la arruinada EMDUPAR, sino a las intervenciones del departamento, la nación y el municipio como tal, claro que también se podía pensar en una asociación público-privada (APP).

Debemos hacer mención a una responsabilidad que le atañe en gran parte a EMDUPAR, como es de asegurar la oferta hídrica para el futuro de Valledupar y hacer algo que nunca ha hecho y es la recuperación, protección y conservación de este recurso natural que es la razón de ser de su esencia. Ya es hora que la ‘vaquita lechera’ como se ha denominado en varias oportunidades a esta empresa, empiece a cumplir con esa responsabilidad social.

De sobra sabemos que este es un proyecto necesario para poder contar con un sistema de abastecimiento de agua regulado, no solo para el consumo humano, sino que también se requiere para recobrar su importancia en la producción agrícola especialmente ahora por la incertidumbre de régimen de lluvias. Es decir, el proyecto Los Besotes con sus cuatro componentes se puede decir que se convierte en estructurador de la economía vallenata, porque además de regular el caudal de la cuenca baja del río Guatapurí, abastecería un distrito de riego, generaría energía aparte de lo que ya se ha dicho de proveer agua a municipios del área metropolitana.

Con los estudios conocidos, se nos advierte que se captarán 16 metros cúbicos por segundo para ser embalsados en un lago artificial de 169 hectáreas con una capacidad máxima de llenado de 37,1 millones de metros cúbicos, para una confiabilidad del sistema de regulación del 100% para acueducto y 99% para el sistema de riego. En cuanto al peso de la dimensión ambiental del proyecto en su momento se estructuró un plan de manejo enmarcado en la perspectiva dada por el reconocimiento de la diversidad en la aproximación y comprensión del entorno que se manifiesta a partir de las diferencias culturales que se encuentran entre poblaciones diversas como son los colonos, mestizos e indígenas. En tal sentido, en la perspectiva del plan de manejo se propone como eje articulador de los programas la Educación Ambiental, sin desconocer la rehabilitación de las áreas degradadas por el proyecto con la recuperación de cobertura vegetal en la que se permita la regeneración natural.

Después de todo nos falta lo importante para que tanta belleza sea una realidad, y es su financiación, como dijimos antes para lo cual siempre se han mencionado cinco actores: la Nación, el departamento del Cesar, el municipio de Valledupar, la empresa EMDUPAR y un socio estratégico. No nos explicamos cómo no se le ha dado prioridad por parte de la gestión parlamentaria y las diferentes administraciones, siendo que al realizarse este proyecto, merecido es erigirles un monumento en la plaza pública a los actores, ya que sería la magna obra desarrollada antes y después de la creación del departamento del Cesar. Decirles finalmente, ¿qué esperan los parlamentarios y demás para acometer estas gestiones? ¡Hagan algo por Dios! para que sean registrados en la historia vallenata como excelsos personajes. Amén.

Columnista
5 enero, 2017

Proyecto más importante para los vallenatos

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Hernán Maestre Martínez

Al comenzar este 2017, esperamos que el proyecto de la construcción del Embalse Los Besotes, vuelva a ser la obra más ambiciosa para Valledupar, La Paz y San Diego, como quiera que representa algo fundamental como es agua para la vida en los próximos 100 años. Este es de tanta envergadura que no se puede […]


Al comenzar este 2017, esperamos que el proyecto de la construcción del Embalse Los Besotes, vuelva a ser la obra más ambiciosa para Valledupar, La Paz y San Diego, como quiera que representa algo fundamental como es agua para la vida en los próximos 100 años.

Este es de tanta envergadura que no se puede dejar solamente a cargo de los esfuerzos de la arruinada EMDUPAR, sino a las intervenciones del departamento, la nación y el municipio como tal, claro que también se podía pensar en una asociación público-privada (APP).

Debemos hacer mención a una responsabilidad que le atañe en gran parte a EMDUPAR, como es de asegurar la oferta hídrica para el futuro de Valledupar y hacer algo que nunca ha hecho y es la recuperación, protección y conservación de este recurso natural que es la razón de ser de su esencia. Ya es hora que la ‘vaquita lechera’ como se ha denominado en varias oportunidades a esta empresa, empiece a cumplir con esa responsabilidad social.

De sobra sabemos que este es un proyecto necesario para poder contar con un sistema de abastecimiento de agua regulado, no solo para el consumo humano, sino que también se requiere para recobrar su importancia en la producción agrícola especialmente ahora por la incertidumbre de régimen de lluvias. Es decir, el proyecto Los Besotes con sus cuatro componentes se puede decir que se convierte en estructurador de la economía vallenata, porque además de regular el caudal de la cuenca baja del río Guatapurí, abastecería un distrito de riego, generaría energía aparte de lo que ya se ha dicho de proveer agua a municipios del área metropolitana.

Con los estudios conocidos, se nos advierte que se captarán 16 metros cúbicos por segundo para ser embalsados en un lago artificial de 169 hectáreas con una capacidad máxima de llenado de 37,1 millones de metros cúbicos, para una confiabilidad del sistema de regulación del 100% para acueducto y 99% para el sistema de riego. En cuanto al peso de la dimensión ambiental del proyecto en su momento se estructuró un plan de manejo enmarcado en la perspectiva dada por el reconocimiento de la diversidad en la aproximación y comprensión del entorno que se manifiesta a partir de las diferencias culturales que se encuentran entre poblaciones diversas como son los colonos, mestizos e indígenas. En tal sentido, en la perspectiva del plan de manejo se propone como eje articulador de los programas la Educación Ambiental, sin desconocer la rehabilitación de las áreas degradadas por el proyecto con la recuperación de cobertura vegetal en la que se permita la regeneración natural.

Después de todo nos falta lo importante para que tanta belleza sea una realidad, y es su financiación, como dijimos antes para lo cual siempre se han mencionado cinco actores: la Nación, el departamento del Cesar, el municipio de Valledupar, la empresa EMDUPAR y un socio estratégico. No nos explicamos cómo no se le ha dado prioridad por parte de la gestión parlamentaria y las diferentes administraciones, siendo que al realizarse este proyecto, merecido es erigirles un monumento en la plaza pública a los actores, ya que sería la magna obra desarrollada antes y después de la creación del departamento del Cesar. Decirles finalmente, ¿qué esperan los parlamentarios y demás para acometer estas gestiones? ¡Hagan algo por Dios! para que sean registrados en la historia vallenata como excelsos personajes. Amén.