Los titulares que infortunadamente debemos publicar diariamente en nuestras páginas Judiciales son relacionados en su mayoría con personas fallecidas en accidentes de motocicletas, que ocurren en los cascos urbanos y en un gran porcentaje en vías nacionales. La última tragedia ocurrió el día martes 27 de febrero en la vía entre los municipios de Bosconia […]
Los titulares que infortunadamente debemos publicar diariamente en nuestras páginas Judiciales son relacionados en su mayoría con personas fallecidas en accidentes de motocicletas, que ocurren en los cascos urbanos y en un gran porcentaje en vías nacionales.
La última tragedia ocurrió el día martes 27 de febrero en la vía entre los municipios de Bosconia y El Copey, donde dos motocicletas y un vehículo protagonizaron un fatal accidente. El conductor de una de las motos murió aplastado por el carro y los ocupantes de la otra motocicleta resultaron heridos de gravedad.
En el mes de febrero también registramos la muerte de un hombre que se movilizaba en moto entre Valledupar y el corregimiento de Patillal, igualmente falleció un motociclista en la vía La Paz- San José de Oriente, y la muerte de un conductor de moto que se estrelló contra un camión estacionado en la vía entre La Jagua de Ibirico y el corregimiento de La Loma, en el eje minero. Y a estos casos hay que sumarles los que ocurren en los municipios del sur del Cesar, por cuyas vías ocurren tragedias casi diarias, especialmente en la nueva Ruta del Sol, que reemplazó en algunos sectores a la angosta Troncal de Oriente.
¿Qué pasa en las vías? ¿A qué se debe la alta accidentalidad? En su mayoría, aseguran las autoridades, a la imprudencia de los conductores, sean carros o motocicletas, y a la impericia de muchos de ellos.
El Ministerio de Transportes ha anunciado de manera reiterada que dará la batalla por la seguridad vial en todo el país, porque este es un problema nacional, no solamente es exclusivo del departamento del Cesar. En Medellín, en el primer Congreso Internacional de Seguridad Vial realizado en la Universidad EAFIT, se refirieron a la “alta relación entre la seguridad vial y el empobrecimiento social, porque los costos por asistencia médica en Colombia se acercan al 1% del PIB, porque los costos por accidentalidad vial son preocupantes, incluso estiman que 500 mil personas piden asistencia médica por algún tipo de accidente y 35 mil más quedan discapacitadas.
La Agencia de Seguridad Vial ha hecho un interesante trabajo, recientemente su director Alejandro Maya estuvo en Valledupar y dijo que en el Cesar y en su capital había disminuido el porcentaje de mortalidad por accidentes, pero aún falta más. Por eso no hay que echar en saco roto la propuesta del gobernador de Antioquia, Luis Pérez, la cual está respaldada por el ministro de Transporte, Germán Cardona, para que las motocicletas pudieran pagar una cuota mínima de mil pesos en el peaje, para que con esos recursos que se recauden, se pueda fortalecer la Agencia Nacional de Seguridad Vial, y los corredores viales para este tipo de vehículos.
La accidentalidad registrada en las vías del orden nacional, departamental y municipal deben pellizcar a las autoridades territoriales, para hacer campañas más puntuales con los usuarios de las carreteras.
Los titulares que infortunadamente debemos publicar diariamente en nuestras páginas Judiciales son relacionados en su mayoría con personas fallecidas en accidentes de motocicletas, que ocurren en los cascos urbanos y en un gran porcentaje en vías nacionales. La última tragedia ocurrió el día martes 27 de febrero en la vía entre los municipios de Bosconia […]
Los titulares que infortunadamente debemos publicar diariamente en nuestras páginas Judiciales son relacionados en su mayoría con personas fallecidas en accidentes de motocicletas, que ocurren en los cascos urbanos y en un gran porcentaje en vías nacionales.
La última tragedia ocurrió el día martes 27 de febrero en la vía entre los municipios de Bosconia y El Copey, donde dos motocicletas y un vehículo protagonizaron un fatal accidente. El conductor de una de las motos murió aplastado por el carro y los ocupantes de la otra motocicleta resultaron heridos de gravedad.
En el mes de febrero también registramos la muerte de un hombre que se movilizaba en moto entre Valledupar y el corregimiento de Patillal, igualmente falleció un motociclista en la vía La Paz- San José de Oriente, y la muerte de un conductor de moto que se estrelló contra un camión estacionado en la vía entre La Jagua de Ibirico y el corregimiento de La Loma, en el eje minero. Y a estos casos hay que sumarles los que ocurren en los municipios del sur del Cesar, por cuyas vías ocurren tragedias casi diarias, especialmente en la nueva Ruta del Sol, que reemplazó en algunos sectores a la angosta Troncal de Oriente.
¿Qué pasa en las vías? ¿A qué se debe la alta accidentalidad? En su mayoría, aseguran las autoridades, a la imprudencia de los conductores, sean carros o motocicletas, y a la impericia de muchos de ellos.
El Ministerio de Transportes ha anunciado de manera reiterada que dará la batalla por la seguridad vial en todo el país, porque este es un problema nacional, no solamente es exclusivo del departamento del Cesar. En Medellín, en el primer Congreso Internacional de Seguridad Vial realizado en la Universidad EAFIT, se refirieron a la “alta relación entre la seguridad vial y el empobrecimiento social, porque los costos por asistencia médica en Colombia se acercan al 1% del PIB, porque los costos por accidentalidad vial son preocupantes, incluso estiman que 500 mil personas piden asistencia médica por algún tipo de accidente y 35 mil más quedan discapacitadas.
La Agencia de Seguridad Vial ha hecho un interesante trabajo, recientemente su director Alejandro Maya estuvo en Valledupar y dijo que en el Cesar y en su capital había disminuido el porcentaje de mortalidad por accidentes, pero aún falta más. Por eso no hay que echar en saco roto la propuesta del gobernador de Antioquia, Luis Pérez, la cual está respaldada por el ministro de Transporte, Germán Cardona, para que las motocicletas pudieran pagar una cuota mínima de mil pesos en el peaje, para que con esos recursos que se recauden, se pueda fortalecer la Agencia Nacional de Seguridad Vial, y los corredores viales para este tipo de vehículos.
La accidentalidad registrada en las vías del orden nacional, departamental y municipal deben pellizcar a las autoridades territoriales, para hacer campañas más puntuales con los usuarios de las carreteras.