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Columnista - 19 octubre, 2016

A oídos del señor alcalde Augusto Daniel

Como exitosas se pueden calificar las gestiones de los actuales gobernantes Franco Ovalle y Augusto Daniel Ramírez Uhía. Una llave perfecta. La semana pasada se firmó el convenio entre la Gobernación, Alcaldía de Valledupar y la Universidad Nacional para el diseño y formulación del proyecto de remodelación de la Plaza Alfonso López, Mercado Público, Galería […]

Como exitosas se pueden calificar las gestiones de los actuales gobernantes Franco Ovalle y Augusto Daniel Ramírez Uhía. Una llave perfecta.

La semana pasada se firmó el convenio entre la Gobernación, Alcaldía de Valledupar y la Universidad Nacional para el diseño y formulación del proyecto de remodelación de la Plaza Alfonso López, Mercado Público, Galería Popular, Plaza Fredy Molina en Patillal y la Casa en el Aire. No pude asistir pues no tuve información de este acto que se realizó bajo el palo de mango de la Plaza Alfonso López, a pesar de que llevo 75 años viviendo en la Plaza y nací en ella, privilegio que tenemos pocos vallenatos. Por eso, señor Alcalde no lo acompañé, pero de todas maneras reciban los dos gobernantes mis felicitaciones.

Pero quiero aprovechar esta columna para recomendarle, insinuarle que mientras se inician estos convenios puede ir trabajando en otras cositas. No se trata de obras espectaculares, sino de opciones concretas pero de alto impacto, que usted considere urgente y que más agobien a los vallenatos. Mencionaré algunas: la movilidad, atacar el robo de celulares y el microtráfico, identificación de las bandas delictivas, la recuperación de parques, demarcación de cédulas y colocar reductores en sitios peligrosos y recuperación del río Guatapurí.

Igualmente, limpiar, eliminar y controlar las zonas calientes, impulsar la construcción de una nueva cárcel, revivir como lo viene haciendo la cultura ciudadana y ejercer la autoridad y el control, con esto usted logrará los buenos comportamientos entre los actores de las vías: peatones, motociclistas, ciclistas y conductores, previene hechos violentos y promueve un acatamiento autónomo de las normas no por temor a la sanción, sino con la motivación de que así se está facilitando la convivencia. Por favor acabe con los bolardos de Fredy Socarrás de la calle 17 y de la carrera 9ª que afea la ciudad, rescate el espacio público como lugar de encuentro y enfrentar este problema desordenado e inseguro, si es posible colocar en varias intersecciones críticas de la ciudad “escuadrones antibloqueos” de manera simultánea en horas pico para evitar que los vehículos generen trancones y al mismo tiempo poder emprender acciones de cultura ciudadana, guerra contra los mal parqueados y lo principal, señor Alcalde, y que usted a través de la Secretaría de Obras ha venido ejecutando, tapar tanto hueco que hay en la ciudad, ponga tres cuadrillas de tres turnos para estos trabajos y que semanalmente el señor Secretario de Obras le pase la información de lo ejecutado. Los secretarios de despacho deben ponerse las pilas en estos eventos. Creo haberle insinuado una serie de inquietudes. No esperamos milagros, pero se debe enfrentar retos.

Y como es mi costumbre, trataré otros temitas: el primer tema dirigido al senador Uribe, a quien se le podría apodar ‘El Pimpollo Grosero’ o ‘Altanero’. Por sus actos y forma atrevida y violenta como se expresa, es el principal personero del estilo antiguo y el principal enemigo de la paz. Con tremendismo impropio reta a quien no lo estaba buscando a un terreno impropio. Calculando mal, difiere, supone, odia, afirma e inventa, posiblemente convencido que su autoridad pueda dañar el acuerdo de paz.

Usted no puede seguir usando el viejo sistema de calumniar, desafiar al adversario para dirimir los problemas de paz en un campo que en realidad no es el teatralismo. Por ningún motivo podemos llevar al país a la lucha fratricida y la guerra. Deje de joder tanto y no trate de dilatar los acuerdos que es lo que usted quiere.

Postdata: y siguen matándose los mototaxistas, mañana puede ser usted ¡ombe!

Columnista
19 octubre, 2016

A oídos del señor alcalde Augusto Daniel

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Alberto Herazo P.

Como exitosas se pueden calificar las gestiones de los actuales gobernantes Franco Ovalle y Augusto Daniel Ramírez Uhía. Una llave perfecta. La semana pasada se firmó el convenio entre la Gobernación, Alcaldía de Valledupar y la Universidad Nacional para el diseño y formulación del proyecto de remodelación de la Plaza Alfonso López, Mercado Público, Galería […]


Como exitosas se pueden calificar las gestiones de los actuales gobernantes Franco Ovalle y Augusto Daniel Ramírez Uhía. Una llave perfecta.

La semana pasada se firmó el convenio entre la Gobernación, Alcaldía de Valledupar y la Universidad Nacional para el diseño y formulación del proyecto de remodelación de la Plaza Alfonso López, Mercado Público, Galería Popular, Plaza Fredy Molina en Patillal y la Casa en el Aire. No pude asistir pues no tuve información de este acto que se realizó bajo el palo de mango de la Plaza Alfonso López, a pesar de que llevo 75 años viviendo en la Plaza y nací en ella, privilegio que tenemos pocos vallenatos. Por eso, señor Alcalde no lo acompañé, pero de todas maneras reciban los dos gobernantes mis felicitaciones.

Pero quiero aprovechar esta columna para recomendarle, insinuarle que mientras se inician estos convenios puede ir trabajando en otras cositas. No se trata de obras espectaculares, sino de opciones concretas pero de alto impacto, que usted considere urgente y que más agobien a los vallenatos. Mencionaré algunas: la movilidad, atacar el robo de celulares y el microtráfico, identificación de las bandas delictivas, la recuperación de parques, demarcación de cédulas y colocar reductores en sitios peligrosos y recuperación del río Guatapurí.

Igualmente, limpiar, eliminar y controlar las zonas calientes, impulsar la construcción de una nueva cárcel, revivir como lo viene haciendo la cultura ciudadana y ejercer la autoridad y el control, con esto usted logrará los buenos comportamientos entre los actores de las vías: peatones, motociclistas, ciclistas y conductores, previene hechos violentos y promueve un acatamiento autónomo de las normas no por temor a la sanción, sino con la motivación de que así se está facilitando la convivencia. Por favor acabe con los bolardos de Fredy Socarrás de la calle 17 y de la carrera 9ª que afea la ciudad, rescate el espacio público como lugar de encuentro y enfrentar este problema desordenado e inseguro, si es posible colocar en varias intersecciones críticas de la ciudad “escuadrones antibloqueos” de manera simultánea en horas pico para evitar que los vehículos generen trancones y al mismo tiempo poder emprender acciones de cultura ciudadana, guerra contra los mal parqueados y lo principal, señor Alcalde, y que usted a través de la Secretaría de Obras ha venido ejecutando, tapar tanto hueco que hay en la ciudad, ponga tres cuadrillas de tres turnos para estos trabajos y que semanalmente el señor Secretario de Obras le pase la información de lo ejecutado. Los secretarios de despacho deben ponerse las pilas en estos eventos. Creo haberle insinuado una serie de inquietudes. No esperamos milagros, pero se debe enfrentar retos.

Y como es mi costumbre, trataré otros temitas: el primer tema dirigido al senador Uribe, a quien se le podría apodar ‘El Pimpollo Grosero’ o ‘Altanero’. Por sus actos y forma atrevida y violenta como se expresa, es el principal personero del estilo antiguo y el principal enemigo de la paz. Con tremendismo impropio reta a quien no lo estaba buscando a un terreno impropio. Calculando mal, difiere, supone, odia, afirma e inventa, posiblemente convencido que su autoridad pueda dañar el acuerdo de paz.

Usted no puede seguir usando el viejo sistema de calumniar, desafiar al adversario para dirimir los problemas de paz en un campo que en realidad no es el teatralismo. Por ningún motivo podemos llevar al país a la lucha fratricida y la guerra. Deje de joder tanto y no trate de dilatar los acuerdos que es lo que usted quiere.

Postdata: y siguen matándose los mototaxistas, mañana puede ser usted ¡ombe!